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España 3-0 Italia | Mundial 2018

Los goles de Isco aplacan los pitidos a Piqué

  • Los aplausos de la mayor parte del público tratan de tapar los abucheos iniciales
  • Los aficionados desempolvan las camisetas de Villa para animar a la selección

Crónica: Isco saca billete directo para el Mundial de Rusia (José Luis Moneo)

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El Bernabéu estuvo a la altura del partido

El estadio Santiago Bernabéu ha dejado de ser blanco por un día para vestirse de rojo y animar a la selección española en su trascendental partido ante Italia correspondiente a la fase de clasificación del Mundial 2018 en la que los dos equipos buscan el liderato del grupo y la plaza directa.

Dos horas antes del encuentro los alrededores del estadio eran una marea de camisetas rojas en la que se mezclaban algunas azules de los aficionados italianos que reflejaba un ambiente festivo de fútbol donde la cordialidad y el buen ambiente reinaban antes de dar comienzo el partido.

En cada uno de los asientos había colocada una bandera de España que el público ha comenzado a agitar minutos antes del comienzo del partido.

En los aledaños del estadio se podían ver camisetas con el nombre de todos los jugadores destacando la enorme cantidad de camisetas de David Villa que los aficionados han decidido lucir.

El campo ha sido un clamor cuando ha saltado la selección española a calentar y los aficionados que iban llenando las gradas poco a poco han dado una gran ovación a los jugadores españoles, donde estaba un Piqué que no ha recibido pitidos en ese momento y ha sido vitoreado como uno más. El jugador ha saludado en varias ocasiones a los aficionados que poblaban las gradas.

Los aficionados han aplaudido al central cuando la megafonía ha anunciado su nombre antes del inicio del encuentro. Marco Asensio, Isco y David Villa se han llevado gran parte de los vítores de un público entregado que ha respondido de forma enérgica a la llamada de Lopetegui a animarles.

España 3-0 Italia. Villa vuelve a la selección en el Bernabéu

Pero el cuento cambió cuando comenzó el partido ya que el central fue pitado al comienzo del mismo pero después una gran parte del público aplaudía para acallar los abucheos. Aunque después del gol de Isco la grada se relajó y comenzó a olvidarse de los pitos. Parece que un sector del público no perdona al jugador del FC Barcelona sus desencuentros con los aficionados del Real Madrid. Tras los goles de Isco, los aficionados olvidan sus rencillas con Piqué y se dedican a disfrutar de la victoria española.