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Fúltbol | Liga francesa

El fútbol francés convoca una huelga en protesta por el impuesto de los ricos

  • La huelga sería el fin de semana del 29 de noviembre al 2 de diciembre
  • Protesta porque el nuevo impuesto gravaría un 75% a los equipos de fútbol
  • Esta tasa tendría un coste de 44 millones de euros, 20 solo para el PSG

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El fútbol francés va a la huelga

Los clubes franceses que compiten en la primera y segunda división han convocado huelga para el fin de semana del 29 de noviembre al 2 de diciembre en protesta por el nuevo impuesto para ricos que está debatiendo el Gobierno del país y que, en caso de ser aprobado, gravaría en un 75% a los equipos que paguen más de un millón de euros en salarios.

Así lo anunció este jueves en rueda de prensa el presidente de la Unión de Clubes Profesionales Franceses (UCPF), Jean-Pierre Louvel, quien ha convocado la huelga para las mismas fechas en las que se debatirá el nuevo impuesto, entre finales de noviembre y principios de diciembre, asegurando que ese fin de semana "no habrá fútbol" en los estadios.

Esta huelga, que cuenta con el beneplácito de los futbolistas, llega en respuesta a una propuesta del Ejecutivo francés que podría suponer un duro golpe económico para los clubes franceses. Según estimaciones de la UCPF, el impuesto para ricos tendría un coste de 44 millones de euros, 20 de ellos solamente para el París Saint Germain. El Mónaco, el otro club que paga salarios más altos, no debe afrontar esta nueva tasa al estar sujeto a la fiscalidad del Principado, mucho más benevolente.

Éstos permanecerán abiertos para acoger a todos los aficionados y explicarles la posición de los clubes, que puede ser impopular. Si se mantiene el paro, sería el primero que vive el fútbol francés desde 1972. La convocatoria de huelga se produce a una semana de que el mundo del fútbol sea recibido por el presidente, François Hollande, artífice de ese nuevo impuesto.

"Esta medida supone la muerte del fútbol francés, nos condena a un fútbol de tercera categoría en Europa", señaló Louvel, que señaló que el mundo del fútbol "siempre ha pagado, pero ya no puede pagar más". Como se comprometió durante la campaña electoral, Hollande puso una tasa del 75 por ciento a los salarios de más de un millón de euros, con un tope del 5 % de la facturación de las empresas.

Será un impuesto provisional para dos años

El Olympique de Marsella pagaría 8 millones y el Lyon y el Lille unos cinco, mientras que al Girondins de Burdeos le costaría 4 millones. Los dirigentes del fútbol consideran que la tasa debilitaría todavía más su situación económica, muy crítica en algunos casos, como el del Lille, al borde de la quiebra. En total, los clubes franceses acumulan un déficit de unos 100 millones de euros desde hace tres años.

Algunos presidentes, como el del Girondins, Nicolas de Tavernost, propietario del canal de televisión M6, han asegurado que abandonarán el club si se aplica ese impuesto. El del Lyon, Jean-Michel Aulas, ha asegurado que ese impuesto comprometería su compromiso de construir un nuevo estadio, previsto para albergar partidos durante la Eurocopa de 2016.

Sin contar con que el impuesto empobrecería el nivel general del campeonato, en un momento en el que la inversión extranjera, de catar en el caso del PSG y de Rusia en el del Mónaco, habían elevado el interés entre los aficionados. La UCPF recordó que el fútbol emplea a unas 25.000 personas y que ya paga impuestos por valor de 700 millones de euros, a los que suma otros 130 millones como contribución a la solidaridad nacional.

Los presidentes se retiraron ayer de una reunión con diputados para estudiar la posibilidad de eximir al fútbol del pago de ese impuesto. La nueva tasa fue adoptada en primera lectura por los diputados el pasado viernes, dentro de los debates para la aprobación de los presupuestos para 2014. Ahora tiene que pasar por el Senado antes de que pueda ser definitivamente aplicada a partir del 1 de enero próximo.

Se trata de un impuesto provisional anunciado por Hollande para dos años, con el fin de que los que más ganan contribuyeran de forma excepcional a la riqueza nacional en un momento de crisis. Varios miembros del Gobierno han mostrado su intención de que el fútbol, un sector privilegiado, no sea exonerado de este impuesto.