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Navas es el mejor plan B para España

  • España gana 1-0 a una pobre Corea del Sur y salda una vieja cuenta pendiente
  • Navas marca su primer gol con la Selección con un disparo desde fuera del área
  • Valdés debuta como internacional en la segunda parte
  • Toda la información del Mundial en nuestro Especial Sudáfrica 2010

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El golazo de Navas

RESULTADO: ESPAÑA, 1 - COREA DEL SUR, 0.

ESPAÑA: Reina (Valdés, min.46); Sergio Ramos, Albiol, Marchena, Capdevila, Cesc Fábregas (Xavi, min.57), Navas, Javi Martínez (Silva, min.80), Iniesta (Alonso, min.57), Mata (Pedro, min.57) y Llorente (Villa, min.57).

COREA DEL SUR: Lee Woon-jae (Jung Sung-Ryong, min.46); Lee Young pyo, Cho Yong-hyung, Oh Beom-seok (Cha Du-Ri, min.81), Lee Jung-soo; Lee Chung-yong, Kim Jung-woo, Kim Jae-sung (Kim Nam-Il, min.46), Ki Sung-yong; Yeom Ki-hun (Ahn Jung-Hwan, min.66) y Park Chu-yong.

GOL:1 - 0, min.85, Jesús Navas.

ÁRBITRO: Schorgenhofer (AUT). Sin amonestados.

ESTADIO: Nuevo Tivoli. 8.000 espectadores

Navas ha desatascado un partido muy embotellado con su primer gol en la Selección española en su quinto partido como internacional. Fue el mejor del partido y lo cerró de la mejor forma posible. Sobre su banda derecha se construyeron las mejores ocasiones de España y el premio a su insistencia llegó en un trallazo que desequilibró el partido. Lo suyo son los regates, pero en este caso, fue su disparo desde fuera del área lo que marcó un encuentro con tintes de banco de pruebas.

Contra Corea, España ha probado su plan B. El guión dice que la primera opción es juntar a los bajitos en el centro y que entre ellos se pongan a girar hasta volver loco al rival. Pero si la fórmula no funciona, Del Bosque tiene un as en la manga. Bueno dos, y más que en la manga en las bandas: Navas y Pedro, dos jugadores para ensanchar el campo y para encarar a los defensas rivales para un mano a mano. Si el equipo rival se cierra, ellos serán los encargados de abrirlo.

Y ese ha sido precisamente el guión del partido. Corea del Sur cerrada y ordenada atrás y España intentando sortear el muro. Tal ha sido el embotellamiento, que parecía más importante el debut de Valdés que lo que ocurría en el campo mientras él portero del Barcelona calentaba por la banda.

Normal. Lo que estaba pasando en el campo era poco atractivo. El experimento salió regular y por momentos la Roja se traicionó a si misma y el recurso fueron los balones largos y pelotazos buscando los 1.95 de Llorente. La Selección llamada de los bajitos, en lugar de jugar por el suelo, buscaba por el aire a una torre que hiciera de faro y ofreciera un poco de luz.

No parece que fuera el camino adecuado. Hasta el minuto 35 no llegó la primera ocasión de peligro de España y fue precisamente cuando el balón dejó de volar, se puso a rodar, cuatro jugadores dieron un pase al primer toque y Cesc Fábregas desde la frontal disparó al larguero.

La mejor ocasión de la primera mitad para España corrió de cuenta del reaparecido Fábregas, el centrocampista se sacó un chut desde fuera del área que se estrelló en el larguero del guardameta rival.

No hubo más en toda la primera parte. Poco botín para un equipo que aspira a ser el mejor del mundo y que casi se va al descanso por detrás en el marcador en una doble ocasión que sacó Reina con un paradón y con algo de fortuna cuando estaba vendido.

El colegiado del amistoso ante Corea del Sur se ha tragado un penalti a Mata en la primara mitad. El jugador del Valencia se plantaba sólo ante la meta rival, cuando un zaguero coreano derribo por detrás a Mata.

Corea del Sur, muy disciplinada y ordenada, tenía claro que lo suyo era defender juntando muchos jugadores en su campo. En España sólo Iniesta y Navas ofrecían soluciones para abrir espacios pero no había premio ninguno. Una hora de partido después y con el partido sin goles, entraron Villa, Xavi, Pedro y Xabi Alonso.

Medio equipo nuevo y  cambio de ritmo, porque con Xavi la Selección tuvo otro aire. La pelota empezó a circular, España jugó más rápido y a Corea le costaba más guardar la posición. Llegaron entonces las ocasiones y casi al final, el golazo de Navas que rescataba a España.

Una victoria más, demasiado sufrida, pero con la buena noticia de que hay un jugador sevillano en la banda derecha que parece que va de puntillas pero que puede romper los partidos más densos.

Balance de los experimentos

Tras ganar la Eurocopa, encontró un tesoro, porque definió su identidad. Por fin había un guión: cuidar el balón. Da igual el rival, España juega de memoria y es fiel a una filosofía.

En ese marco, este partido era una oportunidad para que los que no se saben el guión porque han tenido menos minutos, se aprendan la lección.

Por eso Del Bosque hizo una pequeña revolución. En el once inicial muchos cambios. En concreto, nueve caras nuevas respecto al último partido contra Arabia Saudí.

El que mejor aprovechó la oportunidad fue Navas. Sobresaliente, tantoo por el gol como por la guerra que dio a los defensas coreanos por la banda derecha. La otra cara de la moneada fue para Reina, que apenas pudo lucir, y para Cesc Fábregas, lejos de su mejor versión en el día en el que reaparecía tras lesionarse contra el Barcelona en Champions.

Dos estrellas de la todopoderosa Premier, dos jugadores que en cualquier otra selección parece que serían titulares, pero que en este equipo, tienen la mala suerte de jugar en la portería y el centro del campo, las dos líneas más y mejor cubiertas.

Además, el seleccionador puso a jugar a dos apuestas muy personales: Javi Martínez. y Pedro. No sería raro que los dos, que han llegado al equipo  a última hora y sin hacer mucho ruido, en Sudáfrica pasen de ser novatos a tomar muchas responsabilidades. Uno aporta músculo y cierra el equipo. El otro ofrece desborde y regate. Javi Martínez ofrece equilibrio al equipo y Pedro es el encargado de desequilibrar los partidos . Algo que es extensible a Navas, que tiene el mismo papel pero en la otra orilla.

Además de la filosofía de cuidar el balón, la otra clave de este equipo es el buen ambiente que se respira. La prueba la vimos cuando Llorente fue sustituido en la segunda parte, y fue uno por uno saludando a todos los jugadores del banquillo. No se dejo ninguno. No había jugado bien pero todos le tendieron la mano.