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Guardiola sitúa a Milito de lateral y a Touré de central para lograr la remontada

  • El Barcelona, a convertir la conjura de la remontada en hechos

El Inter de Mil

Por
Entre obsesiones y psicólogos de pacotilla

Alineaciones:

FC Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Toure, Milito; Xavi, Busquets, Keita; Pedro, Messi e Ibrahimovic.

Inter de Milán: Julio César; Zanetti, Samuel, Lucio, Maicon; Motta, Cambiasso, Sneijder; Eto'o, Pandev y Diego Milito.

Se acabaron las películas. Llega la hora de la verdad para el Barça. El conjunto blaugrana se juega el pase a la final de la Champions ante el Inter con una desventaja de dos goles (miércoles, 20:45, en vivo)Habrá sorpresas en la defensa.  Guardiola alineará un equipo de salida con Gabi Milito en el lateral izquierdo y Yaya Touré en el centro de la zaga.

Éste será el once de salida del Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Touré, Milito; Xavi, Busquets, Keita; Pedro, Messi  e Ibrahimovic.

Hasta este miércoles, presidenteentrenadorjugadores y afición han demostrado que saben estar en sintonía a la hora de conjurarse para la remontada. El ambiente está preparado, ahora sólo falta por ver si los actores convierten la película, la ficción, en realidad.

"Nos dejaremos la piel", rezaba en las camisetas de los jugadores tras el partido contra el Xerez. "Van a odiar su profesión", amenazaba Gerard Piqué. "Quieren jugar la final en el Bernabéu por antimadridismo, no les interesa la Champions", les picaba Mourinho desde el banquillo interista.

Palabras, sólo palabras. En el fútbol sobran las palabras, gana el que menos habla y da más patadas al balón, lo que se traduce en posesión, llegadas al área, ocasiones de gol y finalmente eso mismo, goles.

Goles como los que necesita el Barça, dos, para privar al Inter de una final soñada desde hace décadas y que ahora mismo está más cerca de ellos que de los españoles.

Los argumentos del vigente campeón han sido hasta el momento más convincentes que los de su rival. El mundo del fútbol aclama el estilo de juego impuesto por Guardiola y reivindica la justicia de los títulos.

Mourinho tiene otros argumentos tácticos, menos vistosos, más antipáticos. Pero eso a sus aficionados no les importa, porque la cuestión es ganar y es lo que consiguieron en el partido de ida gracias a ésa idea.

Guardiola tiene la virtud de no esconder sus cartas. Debe jugarse el todo por el todo y sacará a lo mejor, dentro de lo que tiene. En el ataque, donde se centrarán todas las miradas, Ibrahimovic se reivindicó tras las críticas gracias a un gol y una asistencia ante el Xerez.

Messi es indiscutible como 'pichichi' europeo -además de ser la gran esperanza del barcelonismo- y Pedro, hoy en día, es una baza más recomendable que la de Thierry Henry.

El debate pasa por el centro del campo, donde Keita y Touré se disputan un puesto junto a Xavi y Busquets, ante la baja sabida de Iniesta. Cuestión de preferencias. En defensa, por delante del meta Valdés, Pep pondrá lo que tiene disponible. Gabriel Milito ocupará la plaza dejada por Puyol por sanción y tendrá la ocasión de medirse a su hermano, delantero del Inter.

Diego Milito y Eto'o volverán a formar la pareja de ataque de los 'neroazzurri', como en la ida. Mourinho, a diferencia de Guardiola, se ha encargado de jugar al despiste y esconder sus cartas hasta el último momento.

Que si Sneijder no juega, que sí juega. Esto último parece lo más probable, con lo que la línea del centro del campo tampoco sufriría cambios respecto a la ida. Cambiasso Motta y Pandev acompañarán al holandés.

Sólo se vería alterada en caso de que adelantara la posición de Zanetti desde el lateral para dar entrada al rumano Chivu, aunque el buen papel del argentino en su labor de contención a su compatriota Leo Messi en la ida desaconsejan dicha opción. Otro recuperado para el bien de Mourinho es el lateral derecho Maicon, fundamental en la victoria de hace una semana.

Al Barça le bastaría con repetir el resultado del cruce que ambos mantuvieron en la fase regular (2-0) para superar la eliminatoria, pero un solo gol les obligaría a hacer tres para forzar la prórroga y cuatro para estar en la final.

No es el mismo Inter de noviembre. Entonces era un equipo que despertaba dudas y ahora es, junto al Bayern de Múnich, candidato a hacer 'triplete'. Por cierto, el Bayern ya espera en la final.