Enlaces accesibilidad

Cesc, sancionado, goleador y lesionado

  • Ve una tarjeta amarilla que le provoca la suspensión para la vuelta
  • En la segunda parte, provocó y marcó un penalti que le costó la roja a Puyol
  • Al transformarlo y lograr el 2-2 para el Arsenal, se lesionó

Ver también: Especial Champions League

Por
Fábregas reacciona con frustración después de cometer falta sobre Busquets y ganarse la amarilla que le impide jugar en el Camp Nou.
Fábregas reacciona con frustración después de cometer falta sobre Busquets y ganarse la amarilla que le impide jugar en el Camp Nou.

El español Cesc Fábregas fue el total protagonista del Arsenal en el partido de ida de cuartos de final de la Champions League en el Emirates Stadium, que terminó con un 2-2 con el FC Barcelona que deja todo abierto para el partido de vuelta. El capitán de los 'gunners', que jugó como titular a pesar de la lesión que arrastraba desde el pasado fin de semana, fue el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro [Las imágenes del Arsenal 2-2 Barcelona].

En la primera parte, tuvo un papel gris, sin apenas tocar balón y por lo tanto sin poder brillar en la conducción, puesto que el Barça acaparó la posesión y siempre estuvo presionado por los centrocampistas del conjunto azulgrana. Con el marcador 0-0 y casi al borde del descanso, vio una tarjeta amarilla por una dura entrada a Sergio Busquets que le valió la sanción del árbitro Massimo Busacca.

El '4' del Arsenal se lamentó en ese mismo momento y con evidentes gestos de disgusto por lo que suponía esa tarjeta: no poder jugar ante su ex equipo en el Camp Nou, el estadio y la ciudad que dejó a los 16 años para fichar por el Arsenal. La expresión de su rostro era de lo más elocuente.

Pero en la segunda mitad, cambió la historia. El centrocampista cobró más protagonismo y empezó a dirigir el juego de ataque de su equipo, diezmado por las bajas por lesión de Arshavin y Gallas en la primera parte, pero mucho más vertical con la entrada de Walcott.

En el minuto 83, con el 1-2 en el marcador, Cesc recibió un pase de cabeza de Bendtner en el área pequeña y, cuando iba a armar para rematar con la derecha, apareció Puyol por detrás y enganchó con sus piernas a su compañero de selección. El árbitro no dudó, señaló penalti y mandó a Puyol a la ducha con una roja directa.

Cesc, lanzador habitual de las penas máximas en el Arsenal, no dudó y marcó con un derechazo inapelable que engañó a Valdés y llevó el 2-2 que sería definitivo al marcador. Tras esa jugada, se llevó la mano a la tibia, posiblemente por un tirón muscular. No pudo continuar y tuvo que salir del campo lo que quedaba del pundonoroso jugador, que pese a su papel en el partido, no podrá participar en la resolución de la eliminatoria (martes 6 de abril, 20:30h, en La 1 y RTVE.es).