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La polémica nubla a Guardiola y al Barça

  • Expulsado por decir al asistente: "No te enteras de nada, pitas al revés"
  • Es la quinta vez que le expulsan desde que es entrenador
  • Las acusaciones de favores arbitrales ensombrecen al Barça cada jornada

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Guardiola pide explicaciones al juez de línea tras ser expulsado durante el partido ante el Almería.
Guardiola pide explicaciones al juez de línea tras ser expulsado durante el partido ante el Almería.

La imagen que tenemos de Pep Guardiola es la de un tipo educado, correcto, elegante, que no tiene una palabra mala para nadie, y poco amigo de polémicas. No le gusta hablar de arbitrajes, aunque a veces ha mandado algún recado cuando los rivales se dedican con empeño a derribar a patadas a sus mejores jugadores. Pero en el césped es un tipo nervioso, que no duda en dirigirse a los árbitros, y ya le ha pasado factura en otras ocasiones.

Pero el vaso se ha ido colmando poco a poco. "Que no hablemos de los árbitros no quiere decir que no nos demos cuenta de lo que sucede", ha dicho esta temporada. En el partido ante el Málaga, Guardiola se acercó al árbitro Rubinos Pérez, al término de la primera parte. Según algunas versiones, para pedirle respeto hacia sus jugadores. Según el técnico, para "pedirle disculpas" por haber aplaudido irónicamente una de sus decisiones. Rubinos no reflejó ninguna incidencia especial en el acta.

Y la hoja de antecedentes de Guardiola crece. De hecho, es la quinta vez que es expulsado el de Santpedor desde que ejerce de entrenador. Una la vivió la temporada pasada en los cuartos de final de la Champions League, en el partido ante el Bayern de Múnichh, cuando protestó al árbitro un posible penalti cometido sobre Messi.  Y en Liga Rubinos Pérez le mandó al vestuario por aplaudir la expulsión del joven Marc Muniesa en el debut del canterano ante el Osasuna, con la Liga ya ganada.

Las otras dos expulsiones fueron contra el Barça Atlètic,  ambas ante el mismo rival, el Manlleu, con lo que la segunda le costó dos partidos de suspensión por reincidente. Como jugador, se había ido para la caseta antes de tiempo en ocho partidos, y curiosamente es el jugador de la historia del Barça que más expulsiones acumula, empatado con el búlgaro Hristo Stoichkov.

"Pitas todo al revés, no te enteras de nada"

Pep Guardiola se explayó en destacar los méritos de sus jugadores, esforzados para empatar el partido con un hombre menos, pero contestó casi con monosílabos al incidente con el auxiliar  que le costó la expulsión. Desconocía los motivos. "Es una pregunta  para él", dijo. Tampoco vio el penalti a Ibrahimovic. "No lo he visto".

Su versión, en todo caso: "Sólo le he comentado que era penalti, nada más. Trato muy bien a los árbitros". La versión oficial, la del acta arbitral, es que Guardiola fue expulsado por las críticas al juez de línea, según redactó el colegiado Clos Gómez.

"En el minuto 27 el técnico  Guardiola Sala, Josep fue expulsado por el siguiente motivo: estando el  juego detenido, por abandonar el área técnica, desplazándose hasta el  asistente nº1 y acercando su cara a escasos centímetros de éste, a la  vez que le gritaba con los brazos en alto: "pitas todo al revés", "no te  enteras de nada".

Guardiola se dedicó entonces, desde el palco de prensa que le dejó el Almería, a dar instrucciones por teléfono a su segundo, Tito Vilanova, para tratar de encauzar el encuentro que se le había puesto cuesta arriba con el tempranero gol de Cisma.

Vio como Messi transformaba un excelente y pausado libre directo en una falta exagerada por el alterado ojo de Clos Gómez, quien posiblemente trató de compensar una patada sobre Ibrahimovic que no había visto. Y la figura del sueco dio otra vuelta de tuerca cuando fue expulsado por una agresión. "Antes de expulsarlo había chocado con algún rival. Valoramos cambiarlo,  pero no lo hicimos y al final se fue a la calle", explicó Guardiola después del partido.

Una campaña negativa "ya instaurada"

Pero no había sido la expulsión la primera  polémica del partido. El encuentro empezó con casi un cuarto de hora de retraso porque el colegiado se negó a que los jugadores del Almería salieran con el mensaje "Fuerza Chile" impreso en las camiestas, en apoyo a las víctimas del terremoto del país latinoamericano y que después iban a ser subastadas para recaudar fondos.

No le constaba la autorización de la RFEF para portar un mensaje de este tipo y el delegado del Barça, Carles Naval, tuvo que mediar para deshacer el entuerto. Una anécdota que no pasaría de ser un rigorismo burocrático por parte del trencilla, pero que añadió un plus de tensión al encuentro.

Tanta polémica enfureció a la grada del estadio Juegos del Mediterráneo, y una palabra insidiosa, creada y extendida desde los medios de comunicación, se convirtió en clamor popular: "¡Villarato!". Un término que trata de definir un supuesto trato arbitral favorable al Barça y que no gusta nada, pero que se desliza como un veneno y un acicate.

Guardiola cree que esa campaña ya está en marcha y que es imparable: "Ya no hay marcha atrás. Está instaurado en esta Liga". Las antologías de partidos en los que el Barça ha recibido una supuesta ayuda arbitral se llevan vertiendo sobre el equipo y tratan de arrojar una sombra de sospecha sobre su imagen e incluso sobre los títulos conseguidos, que hasta ahora enturbiaban la competición en los medios deportivos, pero que terminan empapando a las aficiones.

Lo mismo le preocupa al director deportivo, Txiki Begiristain. "Cada jugada es discutida, se mira con lupa si hay alguna intención". "Es difícil que salgamos de esta, con los estadios empezando a gritar 'villarato'". Y algo está claro, para Begiristain. "No va bien para el Barça ni para el Madrid si nos fijamos en cosas que no son fútbol".