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Onésimo, ante su gran reto

  • El entrenador compaginaba hasta hace poco su profesión colaborando en RNE
  • En su etapa como jugador destacó por su gran regate y por su pelea

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Onésimo Sánchez, en el camión de RNE, para la que colaboraba en Tablero Deportivo.
Onésimo Sánchez, en el camión de RNE, para la que colaboraba en Tablero Deportivo.

El nuevo técnico del Valladolid, Onésimo Sánchez, que será presentado mañana como relevo de José Luis Mendilibar, destituido hoy, afronta un desafío en su carrera deportiva, un salto desmesurado y gigantesco después de haber entrenado sólo en Segunda B y proceder actualmente del Valladolid B, que milita en Tercera División.

Parece una solución drástica y, sobre todo, un remedio de la casa. Es una "promoción interna" como dice el presidente del club, Carlos Suárez. También resulta ser una apuesta por "lo conocido" en tiempos difíciles, como en su día lo fue el palentino Alfredo Merino Tamayo que sustituyó a Marcos Alonso en la temporada 2005-2006.

Onésimo puede ser un riesgo ante su falta de experiencia en la elite, pero Suárez espera dar esta vez con "la tecla" que otorgue al equipo el éxito de alcanzar la permanencia en Primera algo que, de paso, evitaría sobresaltos económicos graves.

El camino no ha sido sencillo para Onésimo como entrenador. Este vallisoletano de 41 años tiene como principal "aderezo" en su currículo haber ascendido al Huesca a Segunda División.

Si todo sale bien, puede ser el triunfo de la sencillez, tal y como ha pasado en otros clubes que han cambiado entrenadores de renombre por "técnicos" de la cantera, caso de Pep Guardiola en el FC Barcelona.

Y es que los entrenadores de la casa le han dado resultado tradicionalmente al club vallisoletano, que consiguió el único titulo de su historia, la Copa de la Liga, de la mano de otro técnico de cantera, Fernando Redondo, y la permanencia en varias ocasiones con Pepe Moré "a los mandos".

Un hombre de la casa para apagar el incendio

Onésimo Sánchez González (Valladolid, 14-08-68) comenzó a destacar como futbolista en un equipo juvenil de ensueño que entrenaba Javier Yepes y que llenaba la grada principal del viejo estadio Zorrilla, entonces a punto de ser demolido.

Onésimo, junto a Pereira, Bernal, Fano, Juan Alberto, Cano o Cundi daban un espectáculo inolvidable en las mañanas de los domingos y el mejor de aquél equipo, Onésimo, con sólo 17 años, dio el salto a Primera División en un partido ante el Real Zaragoza en Zorrilla en el que sufrió el marcaje de Rafa García Cortés.

Como jugador fue uno de los mejores regateadores del fútbol español. Comenzó su carrera en Valladolid, donde jugó en dos etapas (86-88 y 90-93). También jugó en Cádiz (88/89), Barcelona (89/90), Rayo (93-96), Sevilla (96/97), Burgos (99/00) y Palencia (00-02). En su día fue "un capricho" de Johan Cruyff que lo pidió para su plantel justo un año antes de modelar el primer Dream Team azulgrana.

Sin embargo, la carrera de Onésimo como técnico no es, en absoluto, tan espectacular como sus regates. Primero pasó por la dirección deportiva del Palencia, aunque en la campaña 05/06 volvió a ligarse al club de Zorrilla, como entrenador del Valladolid B.

En la temporada 06/07 repitió en el cargo, consiguiendo la permanencia en una promoción con el Valencia Mestalla.

Encargado de ascender al Huesca a Segunda

A mitad de la temporada 07/08 se hizo cargo del Huesca, cuando Manolo Villanova fichó para intentar salvar al Zaragoza del descenso. El equipo oscense era el líder de su grupo en Segunda B cuando Onésimo se hizo cargo del equipo, pero el técnico vallisoletano consiguió ascender al club oscense en una durísima promoción. Fue su mayor logro hasta ahora, pero no fue renovado.

La pasada temporada "One" tuvo que hacerse cargo del filial vallisoletano tras la destitución de Paco de la Fuente. Consiguió cambiar la dinámica de derrotas, pero no logró la misión de lograr la permanencia. Esta campaña deja al filial líder de su grupo, con sólo una derrota.

El nuevo técnico dirigirá su primer entrenamiento este martes, tras el cual será presentado a los medios de comunicación. Antes, José Luis Mendilibar se despedirá de los que han sido sus futbolistas y de su club durante las últimas cuatro temporadas.

Con el empate a uno de ayer ante el Almería, lo mejor que le pudo pasar al Valladolid, el futuro de Mendilibar como entrenador del equipo vallisoletano ya estaba muy en entredicho.

Su secuencia de tres victorias en los veinte partidos de la presente Liga y los mismos triunfos en los últimos 31 encuentros disputados por su equipo entre la pasada campaña y la actual le ha costado la destitución. La teoría de los ciclos ha vuelto a ser inexorable.