El Barça machaca la moral del Atlético

• Ibrahimovic, Messi en dos ocasiones, Alves y Keita golean a un abúlico Atlético de Madrid
• Agüero y Forlán marcaron los goles para los rojiblancos, más hundidos en la clasificación

Ibrahimovic abrió el marcador de la goleada azulgrana (5-2) al Atlético de Madrid.

Un gol tras otro, tres en media hora, cuatro en cuarenta minutos y hasta que quiso, el Barcelona demostró en la mejilla del Atlético de Madrid que no ha perdido nada de pegada. Cinco goles, con dos 'consentidos' a Agüero y Forlán, el equipo de Guardiola avisa a propios y extraños de que su juego ofensivo es temible y que si los partidos Barça-Atlético aseguran muchos goles -una media de 4,2 en las últimas cinco temporadas-, en el Camp Nou volvieron a caer en el mismo saco [Todos los datos del partido].

El encuentro en el Camp Nou parecía una reposición del partido del año pasado, cuyo recuerdo debió lastrar las piernas de los jugadores de Abel Resino, tan enfadado como impotente para tapar las vías de agua en su nave. "Ya perdíamos 2-0 antes de empezar el partido", lamentó el entrenador Atlético en una rueda de prensa tan fugaz como densa.

Cuando apenas habían pasado dos minutos de partido, el Atlético ya había comprobado que no tocaba redención en el Camp Nou. Un tiro al larguero de Henry dio la primera campanada, y apenas cuarenta segundos después, Ibrahimovic se plantaba solo ante Roberto, sustituto de un Asenjo enviado a las galeras del Mundial sub-20, para convertir la primera diana.

Y a partir de ahí, un resultado que, para colmo de los rojiblancos, no puede considerarse excesivo. Messi, a pase de Xavi, fintó casi sin querer y marcó otro golazo; Alves, de libre directo -con todo el efecto que se quiera ver  y el resto, de 'ayuda' de un desafortunado Roberto-; Keita, empujando el balón tras una jugada magistral de control y regate de Messi en el área y, para postre, otro gol del argentino.

Entre medias, sólo el FC Barcelona. Sin noticias de un equipo asfixiado por la brevedad de su vestuario, convidado de piedra a una exhibición ajena y sin capacidad de reacción. 

Para colmo de males, la defensa adelantada que tanto gusta a Abel fue un queso 'gruyere' para los pasadores del FC Barcelona, tirando pases a placer. Los únicos argumentos del Atlético llegaron en botas de los buscavidas de siempre, un gol cazado por Agüero en una mala cesión de Busquets, que dará argumentos a Guardiola para reprender por algo a sus jugadores, y la cita inevitable de Forlán, en uno de esos disparos secos tan suyos, que maquillaba el resultado momentáneamente con un 4-2.

De nuevo, al FC Barcelona le sobraron 45 minutos en los que levantó el pie del acelerador y se dedicó a disfrutar del paisaje, a dar más rodaje a Iniesta, Márquez y el joven Pedro, mientras Chygrynskiy disfrutaba de su primer partido completo con Puyol en el banquillo. Los cambios de Abel para echar más leña al fuego dieron algo más de brío, pero idéntico y nulo resultado.

Un duro castigo para un equipo que dejó el coliseo azulgrana con un 'set' (6-1) el año pasado y se lleva en el zurrón una 'manita' (5-2), otros siete goles en los que se lleva la peor parte y que le hunden con un solo punto de nueve disputados, arranque muy difícil de aceptar para un equipo que entre semana viaja por Europa para jugar la Liga de Campeones.

Es el peor arranque liguero de los rojiblancos desde la temporada 1999-2000, cuando el equipo madrileño descendió a Segunda División. Mal precedente, aviso para un club que vivirá otras jornadas convulsas hasta el próximo 'match-ball'. "No hay tiempo para depresiones", palabra del entrenador rojiblanco.