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El Barça brilla en Atenas

  • Los azulgrana se sacudieron pronto la tensión previa por los disturbios

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PANATHINAIKOS VS BARCELONA
El Barça logró enfriar el 'infierno' griego.

El Barça se elevó por encima de las circunstancias y de la jerarquía del rival para dictar una lección de baloncesto. Llegó a Atenas de madrugada, afectado su viaje por los disturbios sociales en Grecia, pero anuló al Panathinaikos de punta a punta. Dominó siempre el marcador y su triunfo le consolida al frente del grupo B, gracias a un excelente juego colectivo coronado por el gran papel de David Andersen.

Excelente en defensa, atento en el rebote y muy preciso en los bloqueos, el Barcelona encontró el equilibrio perfecto entre el juego interior y el exterior. En el arranque del partido, martirizó al Panathinaikos desde el perímetro, con seis triples en el primer cuarto. Más tarde, recurrió al bloqueo-continuación, con Ilyasova y Andersen como encargados de anotar bajo el aro rival. La figura del pívot australiano, máximo anotador del partido en su mejor actuación como azulgrana (22 puntos), se multiplicó en Atenas.

Llegó a disfrutar el Barcelona de una ventaja de 20 puntos (24-44, min. 17), reflejo de su insultante superioridad en el pabellón de Oaka. El conjunto catalán ofreció su mejor versión y explotó la profundidad de su banquillo para imponerse en todas las facetas del juego.

Desbordado por la seriedad y el acierto del Barça, el Panathinaikos sólo reaccionó tímidamente antes del descanso y en el tercer cuarto. Nicholas anotó dos triples que mantuvieron con vida al conjunto griego, que alcanzó el descanso once puntos por debajo. (38-49).

El conjunto griego se contagió de la intensidad de su afición en la reanudación y se enganchó al partido en un momento delicado para el Barça (42-49, min. 21). Pero el equipo azulgrana no le perdió el pulso al partido. Agarrado a la imponente presencia de Andersen y a su tino en los lanzamientos exteriores, guardó las distancias (49-68, min. 29).

Superado el susto, el Barça volvió a gobernar el partido con solvencia (53-73, min. 33). Entró en juego Roger Grimau, garantía de coraje, y el equipo azulgrana empezó a cerrar definitivamente el partido. Supo encontrar un patrón de juego muy definido y no se apartó ni un milímetro del guión previsto, suficiente para ganar en Atenas con un amplio catálogo de recursos.

Sólo el peso del escudo y el empuje de Batiste sostuvieron al Panathinaikos en el último cuarto. El equipo de Obradovic se acercó (71-79, min. 37), pero el Barcelona no desperdició su ventaja. Barton aprovechó los desbarajustes de la defensa griega para devolver el marcador a una cómoda ventaja y confirmar una brillante victoria en una pista muy caliente que acabó por enmudecer ante la exquisita puesta en escena del Barça.