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Pereiro: "Lo único que quería era que acabase pronto, para no sufrir"

  • "Cuando no podía mover las piernas, fue uno de los momentos más difíciles de mi vida"
  • "Los médicos dicen que de cada 100, 90 se habrían quedado en silla de ruedas"

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Óscar Pereiro pensó que iba a morir cuando se precipitó por el terraplén en la etapa de Prato Nevoso.
Óscar Pereiro pensó que iba a morir cuando se precipitó por el terraplén en la etapa de Prato Nevoso.

Óscar Pereiro, corredor del Caisse D'Epargne, aseguró a su llegada al aeropuerto de Vigo, que lo único en lo que pensaba durante el grave accidente que sufrió el domingo en el Tour de Francia era en que todo "acabase pronto, para no sufrir".

"Cuando sucedió vi pasar delante de mis ojos muchas imágenes y lo único que quería era que acabase pronto, para no sufrir", señaló Pereiro a su llegada al aeropuerto de Peinador, donde aterrizó a las 22:50 horas en un vuelo privado y medicalizado procedente de la localidad italiana de Cuneo.

En este sentido, Pereiro, que pese a la gravedad de su accidente tan sólo sufrió la fractura del húmero del brazo derecho, reconoció que uno de los instantes más duros se produjo cuando momentáneamente, y a causa del nerviosismo por la fuerte caída, fue incapaz de mover las piernas.

"Cuando estaba en el suelo con los ojos abiertos y el médico me decía que moviera las piernas y no podía, fue uno de los momentos más difíciles de mi vida", añadió Pereiro, que fue recibido a pie de pista por su mujer y por su hermano, entre otros.

El ciclista se cayó en el kilómetro 80 de la etapa de disputada entre Embrun y Prato Nevoso, cuando chocó con el sudafricano Robert Hunter, que había caído con anterioridad. Pereiro saltó por los aires y se precipitó por un barranco, por lo que todo el pelotón quedó consternado al ver la caída.

Emocionado "por estar vivo"

"Pensé que me iba a morir y lo único que quería era no sentir nada, quedarme inconsciente en cuanto tocara tierra", afirmó Pereiro emocionado. El ciclista del Caisse d'Epargne reconoció que el mismo día del accidente lloró varias veces "por el hecho de estar vivo".

Los médicos le dijeron que había tenido mucha suerte de haber salido vivo del accidente, según explicó él mismo. "Me salvé por una serie de circunstancias. El haber rodado, el no asustarme en el momento de la caída y el caer primero con el casco y después con la espalda fue mi salvación. Los médicos dicen que de cada cien, 90 se hubieran quedado en silla de ruedas para toda la vida".

El corredor de Mos, ganador del Tour de Francia en 2006, fue trasladado en ambulancia a la Clínica Nuestra Señora de Fátima, donde será sometido a diversas pruebas médicas con la intención de poder ser intervenido quirúrgicamente este martes.

"Espero poder operarme cuanto antes para acabar con el dolor", comentó Pereiro, que agradeció el trato de su equipo, el Caisse D'Epargne, "por las facilidades que han puesto para el viaje", y el de los organizadores del Tour, ya que, como recordó, el director de la ronda gala, Christian Prudhomme, fue a visitarlo al hospital para interesarse por su estado.