En Lisboa, las autoridades siguen investigando las causas del accidente de funicular del pasado miércoles que ha dejado 16 fallecidos. Este sábado está previsto que se haga público un análisis preliminar.
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Las autoridades portuguesas han terminado ya de identificar a las 16 personas que murieron el miércoles en el accidente del funicular de Lisboa. Se confirma que la mayoría eran extranjeros, turistas de ocho nacionalidades diferentes. Mientras, sigue la investigación este viernes podríamos conocer los primeros datos confirmados de lo que pudo ocurrir. La hipótesis principal, hasta ahora, era la de la rotura del cable del funicular, pero medios locales apuntan ya a otra posibilidad: que no se hubiera roto sino que se hubiera desenganchado del tranvía.
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El primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, ha cancelado su agenda este jueves tras la declaración del luto nacional en el país. El siniestro, que ha afectado a una de las atracciones más turísticas de la capital, ha conmocionado a la capital lusa y a todo el país. Las autoridades lusas todavía no han proporcionado una versión oficial de los motivos y la investigación sigue en marcha.
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Al menos 15 personas han muerto y 18 han resultado heridas, cinco de gravedad, después que haya descarrilado el funicular de Gloria en Lisboa, de acuerdo con la policía portuguesa. El vagón se salió en una curva, chocando con un edificio para después volcar con un "estruendo enorme", dejando al tranvía "completamente destrozado", según ha señalado a EFE uno de los testigos.
Fuentes del Ministerio de Exteriores han confirmado a RNE que, por el momento, no hay constancia de ninguna víctima española, pero sí hay dos ciudadanos españoles entre los heridos. Estas mismas fuentes señalan que el Consulado de España en Lisboa está en permanente contacto con las autoridades portuguesas para ir actualizando la información.
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De los cuatro grandes incendios que afectan al norte y centro del país, dos parecen estar controlados: El de Montalegre, que saltó desde Orense, y el de Mirandela, donde se ha producido otra víctima mortal, un voluntario de 75 años que cayó del tractor en el que trabajaba y resultó atropellado.
En esas zonas el trabajo nocturno ha conseguido reducir las llamas a brasas, pero continúa la alerta por el viento.
Portugal ha ampliado la alerta ante la ola de calor y de incendios que asfixia al país desde principios de agosto. Con más de 200.000 hectáreas quemadas, se ha convertido en el Estado miembro de la UE con mayor proporción de territorio calcinado en 2025. Hasta el 2% de su superficie total ha sido quemada, el doble de lo habitual.
"Estamos en guerra y necesitamos ganarla", ha dicho el primer ministro, Luís Montenegro. Las llamas han causado ya dos muertes (entre ellas un bombero) y devastado viviendas, granjas y masas forestales. El foco más grave sigue activo cerca de Coimbra. Portugal confía en que el descenso de temperaturas ayude a contener el avance del fuego.
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Este domingo hubo que lamentar la muerte de un bombero francés que falleció mientras se desplazaba para apagar el fuego en Fundão, es la segunda víctima mortal que se cobran las llamas en el país luso. Portugal atraviesa desde hace semanas una ola de calor e incendios que tiene al país en estado de alerta hasta el próximo martes.
Son nueve los incendios que más preocupan, especialmente el de Trancoso, ubicado en la región de Guarda, localidad fronteriza con España, ya que lleva más de una semana activo, dejando numeras pérdidas económicas entre sus vecinos y amenazando la seguridad de las personas.
Los incendios de este verano no solo están afectando a España. Los vecinos portugueses también están viviendo una ola de incendios. Los ciudadanos están ayudando a los bomberos a intentar sofocar estos fuegos. El de Arouca es uno de los cuatro incendios que más preocupan. Otro de ellos es el de Ponte da Barca, que ha arrasado ya más de 3.800 hectáreas. Debido a su cercanía con España, se ha firmado un acuerdo para sofocar los fuegos. En Portugal critican la falta de medios aéreos para acabar con los incendios.
