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La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha declarado que España "no compra armas a Israel", tras la sesión de control al Gobierno, este miércoles. Aun así, habla de que se podrían estar utilizando "licencias de programas anteriores al siete de octubre". El pasado abril el Gobierno rescindió un contrato de compra de armas con una empresa israelí. La ministra afirma que ahora "lo verdaderamente importante es no estar callados con lo que está pasando en Gaza". "Nuestro compromiso con el pueblo palestino es absoluto", ha añadido.

Las amenazas de los países de la Unión Europea sobre tomar medidas a los ataques a Gaza no tienen efecto: anoche murieron al menos 73 palestinos a manos de Israel. Hay que sumar una treintena más de niños fallecidos por hambre y falta de asistencia médica. En el informativo '24 Horas de RNE' hablamos con el Doctor Refaat Alathamna, médico en el Hospital Europeo de Jan Yunis: "Los ataques están en cada metro de Gaza y de Jan Yunis [...] Si entran los tanques en las zonas rojas, no hay forma de escapar". Sobre la ofensiva a su lugar de trabajo cuenta que fue "sorpresivo y sin previo aviso": "Cuatro misiles cayeron a unos diez metros de donde yo estaba, salí un poco lastimado" y señala que "lamentablemente ya no hay más hospitales". La situación es de "hambruna, ataques y estrés", concluye el Doctor.

En Gaza, los palestinos ya no solo mueren por las bombas del ejército israelí. Ahora también mueren de hambre. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 57 niños han fallecido por desnutrición en los últimos dos meses y casi medio millón de gazatíes se encuentra en situación de hambruna. Pero ¿qué implica esta palabra? ¿cómo se mide el hambre? Aunque parezca un problema difícil de cuantificar, el hambre es un fenómeno definido y clasificado. Según la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), una herramienta utilizada por la ONU y por las organizaciones internacionales, existen cinco niveles de seguridad alimentaria hasta llegar al último y el más grave, la hambruna. Además, para que se reconozca oficialmente una hambruna se tienen que cumplir una serie de condiciones.

La ONU ha advertido de que 14.000 bebés palestinos pueden morir de hambre en las próximas 48 horas en la Franja de Gaza. El enclave lleva dos meses y medio de bloqueo total por parte de Israel a la entrada de comida y ayuda humanitaria. La presión internacional ha forzado a Israel a aflojar el cerco, pero hasta ahora sólo ha autorizado el paso de nueve camiones. Es una gota de agua, denuncia la Naciones Unidas, que también está vetada para hacer el reparto. Una empresa estadounidense se encargará de la distribución.

Foto: Bashar TALEB / AFP

En Las mañanas de RNE, hablamos con Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los territorios palestinos ocupados, y Pascale Coissard, coordinadora de emergencias en Gaza de Médicos Sin Fronteras (MSF). Coissard explica que, tras regresar a Gaza, ha encontrado "más miedo, más hambre, más desamparo, más lutos y más indiferencia del resto del mundo". La coordinadora de emergencias cuenta que, por el momento, no se han visto los camiones cuyo paso ha permitido Israel de manera temporal: "No ha entrado nada en Gaza durante las últimas semanas. Es un paso temporal ridículo. Nos enfrentamos a una hambruna generalizada. Algunos niños y mujeres lactantes está sufriendo muchísimo. También los pacientes en recuperación por los bombardeos". Coissard cuenta que también escasean los medicamentos y el material sanitario, que no está entrando: "Estamos viviendo con las pocas raciones de combustible que quedan. Si no hay combustible, no hay hospitales". Se acerca el verano, denuncia Coissard, y con el calor "será necesaria mucha más agua". "La ayuda en Gaza continúa siendo instrumentalizada y se utiliza para cubrir una política de privaciones masivas", reflexiona la coordinadora de emergencias.

Francesca Albanese entiende que los palestinos se puedan sentir abandonados pero cree que "hay mucha gente que continúa protestando" y la comunidad internacional no se ha olvidado de la población gazatí. Albanese habla de genocidio: "Tenemos la obligación política y moral de decir 'ya está' y pararlo. Activando los gobiernos, transformando las palabras en actos". Sobre la solución de los dos Estados, Albanese cree que es "un ejercicio de cinismo": "Ahora la prioridad es parar el genocidio. No habrá paz si no hay justicia". El informe que está preparando, documenta cómo empresas se benefician de "la economía de la ocupación, que se ha transformado en economía del genocidio".

Análisis completo en RNE Audio.

La Franja de Gaza ha enfrentado su periodo más largo de bloqueo de ayuda humanitaria desde el 2 de marzo.

Las asociaciones internacionales y locales no pueden ofrecer alimentos y la mayoría de cocinas comunitarias que distribuyen comida caliente han cerrado.

En esta situación de crisis humanitaria inducida, Israel ha anunciado que permitirá la entrada de una "ayuda básica mínima" para no perder el apoyo de sus aliados, a quienes no ha hecho referencia directa, pero cuyo financiador principal es Estados Unidos. Han advertido de que "no pueden tolerar imágenes de hambruna masiva".

Todavía se desconoce la fecha en la que permitirán la entrada de ayuda y si esta incluye más suministros básicos y urgentes como agua o medicina.

Los testimonios de Ahmed Almadhoun, fundador de la asociación Watermelon Relief, y Hani Almadhoun, co-fundador de la cocina Gaza Soup Kitchen, comparten con RTVE que no encuentran los productos básicos en el mercado o no pueden comprarlos. Watermelon Relief se han visto obligados a cerrar por falta de suministros, y Gaza Soup Kitchen sigue con mucho esfuerzo "sobreviviendo" al cansancio, hambre y a las bombas que a veces caen muy cerca de la zona donde proporcionan servicio.

Ambas cocinas proporcionaban platos calientes a largas colas de niños, su público mayoritario y más vulnerable.

Almadhoun señala que "la situación es tenebrosa, tratamos con niños con la piel muy cerca de los huesos".

Los tanques israelíes continúan avanzando sobre la Franja de Gaza. Israel planea un ataque sin precedentes en Jan Yunis, la segunda ciudad más poblada del sur, y ha ordenado la evacuación de sus habitantes. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quiere asegurarse el control total de la Franja y asegura que lo que queda de ella va a ser destruida. Más de 100 palestinos han muerto solo este fin de semana y desde hace dos meses y medio no entra ni un gramo de ayuda humanitaria por el férreo bloqueo impuesto por Israel. Este lunes, Netanyahu ha permitido la entrada de cinco camiones con ayuda por las presiones de sus aliados internacionales.

Israel está preparando una ataque sin precedentes sobre Jan Yunis, la segunda ciudad más poblada de Gaza, que ya está destrozada por los bombardeos anteriores. Este lunes, el Ejército ha mandado su evacuación. Según el experto en Oriente Próximo, el profesor de la Universidad de Saint Louis de Madrid, Barah Mikail, este nuevo anuncio israelí forma parte del plan del Gobierno de Benjamín Netanyahu de hacerse con Gaza. "Cuando vemos cómo se procede al desplazamiento de la población palestina, no hacia el norte de Gaza sino hacia el sur, eso cae dentro de los planes que vemos por parte de los israelíes. Hay una voluntad por parte del Gobierno israelí de vaciar una parte de Gaza, por no decir toda, a largo plazo y de anexionarse este territorio", asegura Mikail. "Estamos hablando de una tragedia total a nivel humano. Netanyahu ve que la destrucción de un territorio y el vaciamiento de su población, que es otro objetivo que tiene, podría ser la extensión de territorio israelí, donde los israelíes pondrían infraestructuras", añde Mikail

El primer equipo femenino de baloncesto del Líbano se creó en un lugar que nadie se imaginaría: en el campamento de refugiados de Shatila, en Beirut. Ahí, 30.000 palestinos y sirios viven hacinados en menos de un kilómetro cuadrado. "En Shatila, el basket acaba siendo no solo un instrumento de empoderamiento físico, sino mental y emocional. La cancha se convierte en un espacio de liberación y de seguridad", asegura la autora de 'Aliadas', Txell Feixas.