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Raúl Incertis, médico de urgencias y anestesista, voluntario de la ONG canadiense GLIA habla de la situación en el hospital Nasser de la Franja de Gaza, lugar donde trabaja: "El hospital cuenta con 270 camas y tiene ahora unos 700 pacientes ingresados que están por los pasillos". "Se han tenido que abrir UCI improvisadas que están llenas, el hospital ha sido atacado seis veces desde que llegué", comenta el médico.

"Llevo casi cuatro meses aquí [...] si hay una carnicería -un evento de múltiples víctimas donde llegan demasiados heridos al hospital como para que el hospital los pueda atender en condiciones normales- estamos hablando de que todos los días se produce en este hospital un 11M", declara Incertis. Sobre la desnutrición, el médico afirma: "Todos los pacientes que veo y que atiendo, todos sin excepción, están desnutridos. Todos los pacientes, todos mis compañeros, médicos, enfermeros, todos han perdido una media entre 25 y 30 kilos desde que empezó la venganza israelí". También denuncia los precios de la comida: "Una lata de atún te puede costar 10 dólares y a veces no la encuentras en el mercado. Un kilo de harina está aproximadamente por 30 dólares. Un kilo de arroz también, 25 o 30 dólares".

Tras los meses de calvario, el médico ha tomado la decisión de irse de Gaza: "Regreso esta semana que viene porque no puedo más. Mentalmente estoy muy cansado, difícilmente soy funcional, no tengo energía, tengo ansiedad. El hospital tiembla varias veces por la noche porque las bombas son muy fuertes y caen muy cerca del hospital, con lo cual no duermes. Te despiertas unas siete, ocho, diez veces por la noche con cada bomba que cae cerca". De todas formas Raúl Incertis no pierde la esperanza: "Cuando me recupere, si los israelíes me dejan, volveré con energía". Entrevista completa en RNE Audio.

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación está en Nueva York, donde va a participar en una Conferencia de Alto Nivel de la ONU para avanzar en una resolución al conflicto en Oriente Próximo. Albares va a defender la solución de los dos Estados: "Uno ya existe, que es el Estado de Israel y nosotros defendemos su existencia. Falta el otro, que es el Estado de Palestina, que hay que poner en pie", afirma el ministro en Las mañanas de RNE. Albares denuncia la "terrible hambruna inducida" a los habitantes de Gaza por parte de Israel: "La ayuda humanitaria de la Agencia Española de Cooperación se amasa en la frontera de Gaza. Hay 100.000 niños que están en riesgo de muerte en los próximos días. Por todo ello esta conferencia es más importante que nunca, para poner en pie ese Estado de Palestina y dar viabilidad a la solución de los dos Estados".

El ministro de Asuntos Exteriores reconoce que Netanyahu no da "ningún indicio" de que vaya a aceptar esa solución y defiende la importancia de la conferencia: "Es necesario que sea la comunidad internacional la que ponga en pie esa solución de dos Estados. No podemos darle a Israel una especie de derecho de veto sobre la existencia o no del Estado de Palestina, sobre si pueden o no pueden comer los niños y los bebés de Gaza", afirma Albares mientras insiste en el cumplimiento del derecho internacional, las decisiones del Tribunal Internacional de Justicia o la existencia de organismos como la UNRWA: "No puede ser que esté en manos del gobierno de Israel decidir cosas como la vida o la muerte de los palestinos".

El Gobierno de España esta preparando "un importantísimo envío de alimentos y de ayuda humanitaria de urgencia a la Franja de Gaza" que esperan poder trasladar el 1 de agosto: "Mi exigencia en Naciones Unidas no es este pequeño goteo, sino que la ayuda humanitaria entre de manera masiva, de manera permanente y por todos los pasos terrestres abiertos y habilitados a ello. No puede estar en manos de Israel el decidir si los palestinos de Gaza se pueden alimentar o no". Entrevista completa en RNE Audio.

Es la imagen de la desesperación, la de miles de gazatíes que llevan días, semanas sin comer, encerrados en una escasez extrema. Sin apenas fuerzas, una población hambrienta se lanza sobre los sacos de harina y alimentos que Israel ha permitido entrar por el norte de la franja de Gaza.

Ayuda que llega por tierra, una treintena de camiones del programa mundial de alimentos han cruzado la frontera desde Egipto. La ONU ya advirtió que casi medio millón de personas sufre condiciones de hambruna. Fares, padre de seis hijos, lleva más de un mes sin comida para ellos. Besa el saco que ha logrado en el reparto y respira por este alivio en la inmensidad de urgencias.

Ayuda también desde el aire. Jordania y Emiratos han lanzado 25 toneladas. Israel vuelve a permitir estos polémicos envíos y contempla abrir corredores humanitarios. También fija pausas diarias de sus acciones militares en tres enclaves del norte de la franja para facilitar la entrega de ayuda.

Benjamín Netanyahu dice que continuará la ofensiva hasta la victoria completa sobre Hamás y el canciller alemán le ha pedido por teléfono un alto el fuego y más pasos para aliviar la situación humanitaria

A pesar de las pausas humanitarias de Israel, más de 30 gazatíes han muerto en esta jornada, por bombardeos o mientras esperaban ayuda.

Foto: EFE/EPA/MOHAMMED SABER

Meses de advertencia sobre la hambruna en Gaza y llegan los primeros gestos de Israel: el lanzamiento de ayuda desde el aire. Retoma una medida polémica y cuestionada por las ONG por el peligro que entraña morir aplastado por los paquetes. Por tierra, decenas de camiones entran ahora en Gaza desde Egipto. Un convoy que lleva 800 toneladas de harina y más de 400 toneladas de alimentos.

Un alivio temporal y restringido a una minúscula parte de la Franja. Israel ha anunciado "pausas humanitarias" de diez horas diarias en tres puntos, incluida Ciudad de Gaza, y corredores seguros para facilitar el movimiento de organizaciones humanitarias.

Los gazatíes piden más, un alto el fuego para poder vivir. A pesar de la pausa militar anunciada por Israel, el sonido de la guerra no se detiene. Al menos 31 palestinos han muerto desde la madrugada en distintos puntos de la Franja por disparos israelíes mientras esperaban la ayuda o por ataques aéreos.

Foto: AP Photo/Jehad Alshrafi

Israel no permite la entrada a la Franja de Gaza a la prensa internacional. Los periodistas gazatíes sobre el terreno son los ojos que nos cuentan lo que ocurre. Una de ellas es Huda, periodista hispano-gazatí de 27 años que, sin quererlo, es periodista de guerra. Vive desde 2016 en la Franja de Gaza y el 7 de octubre de 2023 cambió su vida para siempre. Es la voz en español de lo que ocurre sobre el terreno.

Se juega la vida cada día contando historias, narrando cómo caen las bombas, cómo muere gente por los ataques o por la falta de comida. Desde España, su padre Emad ve cómo su hija también sufre las consecuencias de la guerra. Su madre y sus hermanos salieron de allí hace muy pocos meses

Tanto Emad como Huda hacen un llamamiento: piden al mundo que alce la voz para que siga entrando la ayuda, pero sobre todo para que termine ya la guerra.

Emad Ismail ha hablado en el Canal 24 Horas sobre la labor de su hija Huda en la Franja de Gaza, donde es la única periodista que habla español. "El Ejército de Israel está persiguiendo últimamente a los periodistas, los médicos, los profesores de universidades, a toda la gente que pueden seguir luchando por el pueblo de Gaza", ha denunciado con preocupación. Su hija pudo salir de allí en abril gracias a la embajada española, pero ella decidió quedarse: "Me dijo que si volvía a España iba a ser una más (...) Ella quiere seguir luchando".

Israel ha reanudado este domingo el envío por aire y tierra de ayuda humanitaria en Gaza. Sin embargo, la crisis alimentaria en el enclave palestino es "crítica", según la periodista española-gazatí Huda Emad, residente en la Franja. En una entrevista al Canal 24 horas, Emad ha asegurado que la gente "se desmayaba literalmente en la calle por estar cuatro o cinco días sin comer". "Incluso los precios de las mercancías en el mercado negro son muy altos. La mayoría de las personas no tienen la posibilidad de acceder a ellos, y eso es lo que ha hecho que que la hambruna se extienda esta vez mucho más que antes", ha explicado. La periodista acusa a Israel de utilizar el hambre como "arma de guerra" y apunta a la presión internacional como uno de los motivos de la decisión de Tel Aviv para reabrir los pasos para la entrada de suministros. En este sentido, hace un llamamiento "se empiece a mover el mundo" para que se acabe la guerra.

Zainab apenas tenía cinco meses. Es uno de los bebés que han muerto por falta de alimentos en las últimas 24 horas en Gaza. Su estado fue empeorando, cuenta su madre. Tuvieron autorización para trasladarla al extranjero para recibir tratamiento. Imposible: los pasos fronterizos están cerrados.

Una ola de hambre azota la Franja. Al menos 124 personas, entre ellos 84 niños, han fallecido por desnutrición desde el inicio de la ofensiva israelí, según el departamento de sanidad.

Alcanzar un puesto de ayuda también puede ser mortal. Al menos 24 palestinos han fallecido este domingo por disparos israelíes mientras esperaban comida. Y en este otro punto, en Ráfah, la polémica fundación respaldada por Estados Unidos entregaba alimentos por primera vez, solo a mujeres. Pero el reparto terminó con ataques: "Nos lanzaron gas pimienta, lacrimógenos y granadas".

Israel justifica el bloqueo de ayuda para evitar que Hamás se aproveche. Va a permitir que países árabes vuelvan a tirar desde el aire los paquetes humanitarios. Reino Unido se sumará a Jordania, pero la agencia de la ONU para los refugiados palestinos denuncia que es una estrategia ineficaz y peligrosa. Ya murieron civiles hambrientos cuando les cayó encima esa ayuda en el pasado.

Las negociaciones de paz han fracasado. Francia, Reino Unido y Alemania exigen a Israel el fin de la catástrofe humanitaria, pero la presión internacional no acalla los gritos del hambre.

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo ha constatado que no se estaba registrando un robo masivo de ayuda humanitaria en Gaza por parte de Hamás, según ha desvelado la cadena CNN. En el informe se analizaban 156 incidentes, pero los robos y asaltos no han sido organizados por la milicia, sino fruto de la desesperación y el hambre de los gazatíes. "Este supuesto robo masivo ha sido la excusa utilizada por Trump e Israel para bloquear la entrada de ayuda humanitaria", nos cuenta el enviado especial de RNE a Washington, Fran Sevilla.

Gaza muere de hambre. Al norte de la Franja, miles de palestinos esperaban recibir este sábado la llegada de algunos camiones con alimentos. Son de la ONU, de los pocos autorizados por Israel. En esta zona no opera la polémica fundación que distribuye ayuda. Pero en el camino desesperado hasta los puntos de comida corren riesgo de muerte. Solo en las últimas horas, al menos 24 gazatíes han muerto por disparos israelíes. Israel va a permitir que países árabes reanuden los envíos de ayuda desde el aire. Ya se hizo una vez, pero organizaciones internacionales lo cuestionan porque hubo muertos al ser aplastados por el cargamento.

Desde el inicio de la ofensiva israelí, casi 60.000 palestinos han muerto, más de un centenar de hambre, la mayoría niños. "Ir al cielo, es lo que quieren los niños", relata con crudeza el secretario general de la ONU, "porque allí tienen comida".

La crisis humanitaria moviliza a Europa. Francia reconocerá el estado de Palestina, pero para Donald Trump ese anuncio no cambia nada y es hora de deshacerse de Hamás. Y en un comunicado conjunto, París, Londres y Berlín exigen un alto el fuego inmediato. Mientras, solo con palabras no comen los palestinos.