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El lunes se firmó el alto el fuego en Gaza. A día de hoy, a punto de terminar la primera semana, no parece que se esté cumpliendo lo pactado.

Las partes se acusan mutuamente de esos incumplimientos. Israel sigue sin abrir el paso de Rafah, junto a la frontera con Egipto, para que entre buena parte de la ayuda humanitaria. Ahora mismo están entrando unas 560 toneladas diarias por otros accesos, insuficientes para las grandes necesidades que tienen los gazatíes.

Israel, por su parte, exige a Hamás que entregue los restos de los 19 rehenes que siguen en la Franja. Por ahora ha entregado 9. La milicia esgrime dificultades para localizarlos entre tanta destrucción y culpa a Israel de matar a gazatíes durante este tiempo. También de haber cometido torturas y ejecuciones extrajudiciales durante los últimos dos años.

Imagen: AFP / OMAR AL-QATTAA

Los cadáveres de palestinos asesinados en prisiones israelíes tenían los ojos vendados, heridas de bala y podrían haber sido atropellados por tanques, según el ministerio de Salud de Gaza, que insiste en que identificar los cuerpos es extremadamente difícil. Las familias ven fotos de cadáveres no identificados en una pantalla. Es todo lo que tienen para reconocer a sus seres queridos.

La entrega de cadáveres enfrenta a Hamás e Israel. La milicia palestina sigue buscando bajo los escombros los 19 cuerpos que ha prometido devolver. Responsabilizan a Netanyahu de los retrasos en la entrega. Dicen que los ataques de Tel Aviv han destruido los túneles y edificios donde estaban.

Turquía ha anunciado que enviará a más de 80 expertos en rescate, y Estados Unidos estudia recompensar a los palestinos que ayuden en la búsqueda de rehenes. Para Israel es una excusa de Hamás. Netanyahu dice que la milicia está incumpliendo el acuerdo de paz. Mientras, Trump confía en que la primera fase salga adelante y ahora dice que no es necesaria una intervención estadounidense sobre terreno.

La tensión escala y la comida que entra en Gaza sigue siendo insuficiente para cubrir las enormes necesidades que tiene la población.

Manifestantes encima de marquesinas, contenedores quemados y cargas policiales. Son algunos de los incidentes en las protestas de Barcelona. Ha sido el colofón de una manifestación multitudinaria y mayoritariamente pacífica, en la jornada de huelga en apoyo al pueblo Palestino.

En Valencia, tensión y cargas policiales para dispersar la concentración a las puertas del estadio donde el Valencia Basket juega un partido de la Euroliga contra otro equipo israelí.

Foto: David Zorrakino / Europa Press

Miles de personas continúan en las calles durante demostrando su apoyo a Palestina, en algunos casos con incidentes y cargas policiales en Valencia, o Barcelona, donde han volcado y quemado contenedores. Varios manifestantes han subido encima de marquesinas en las protestas de la Ciudad Condal.

Este ha sido el colofón de una manifestación multitudinaria, mayoritariamente pacífica, en la jornada de huelga en apoyo del pueblo Palestino. Manifestantes explican a TVE que "este acuerdo de paz lo consideramos una pantomima" y "una tregua ficticia".

En Valencia se han producido cargas policiales para dispersar la concentración a las puertas del estadio donde el Valencia Basket juega un partido de la Euroliga contra otro equipo israelí. En Manresa, los manifestantes han cortado las vías del tren en protesta por el partido de baloncesto entre el equipo local y uno israelí.

En Madrid, esta tarde, miles de personas han reclamado la ruptura de relaciones con Israel. Según la secretaria de acción social de CGT Confederal, Carmen Arnaiz, "no se puede hablar de final de un conflicto si no hay justicia".

Además de la huelga general convocada por CGT, UGT y CC.OO. han convocado paros parciales en centros de trabajo y concentraciones en las principales ciudades por la mañana. El secretario general de CC.OO., Unai Sordo, afirma "que hay que abrir un verdadero proceso de paz, un proceso político".

Imagen: EUROPA PRESS / DAVID ZORRAKINO

Una manifestación para apoyar a Palestina que ha comenzado a las 18.00 horas en la Estación de Sans de Barcelona ha empezado con disturbios, lanzamientos de objetos contra comercio, quema de contenedores y una manifestación que a las 19.00 continúa en medio de un gran despliegue policial. El punto de destino de los protestantes es el consulado de Israel en la ciudad, defendido por un gran dispositivo.

En esta manifestación se observa a más gente joven que en la protesta de la mañana que, según la Guardia Urbana, había unas 7.000 personas. Según fuentes gubernamentales hay 15.000 manifestantes en la protesta. Es una marcha más unitaria secundada por todos los sindicatos con diferentes perfiles, pero especialmente jóvenes, que principalmente son los que han estado causando los disturbios. El grueso de la manifestación avanza lentamente debido al despliegue policial y a los disturbios, que dificultan el paso.

Según cuenta uno de los manifestantes a RTVE, de nombre Joan, un contenedor "quemado es el resultado de una sociedad quemada" y explica que "hay mucha gente que está muy quemada y muy descontenta con todo lo que está pasando". Señala que los disturbios son "un pequeño incidente". Este incidente no es el primero de la jornada, pues antes de que comenzara la marcha las autoridades se vieron en la obligación cerrar la Estación de Sans.

La manifestación prosigue de manera más coordinada.

Imagen: REUTERS / ALBERT GEA

Continúan esta tarde las movilizaciones por Palestina en muchas ciudades españolas, una de ellas en Barcelona, donde centenares de personas que han salido desde la Estación de Sants se han desviado de la marcha para atacar un Burger King, lanzándole pierdas y varios objetos. Los manifestantes realizan actos vandálicos como petición al boicot de la franquicia de comida rápida al tener algún tipo de relación con Israel.

El lema de la manifestación es "Lo paramos todo por Palestina" y piden acabar con el genocidio en Gaza, un alto al fuego permanente y el embargo total de armas. También se escuchan muchos gritos de libertad para Palestina mientras avanza la manifestación. Centenares de personas avanzan por la avenida Tarragona, que tienen la idea de llegar al Consulado de Israel que tiene mucha presencia policial para intentar que no haya disturbios.

Imagen: EFE / ALEJANDRO GARCÍA

Los sindicatos UGT y CC.OO. han llamado este miércoles a los trabajadores a manifestarse en todo el país en defensa del pueblo palestino y contra el "genocidio" de Israel en Gaza. Así, este miércoles han convocado una jornada de huelga atípica sin datos de seguimiento y donde el objetivo es visualizar la solidaridad del mundo del trabajo con Palestina.

Foto: H.Bilbao / Europa Press

Israel ha matado al menos a siete personas en la Franja de Gaza y ha pospuesto la reapertura de los pasos fronterizos. La incertidumbre se extiende mientras Hamás se prepara para entregar esta noche los restos de cuatro rehenes fallecidos. Analizamos la situación en el 24 Horas con Daniel Filc, investigador de Ciencias Políticas en la Universidad Ben-Gurión y uno de los fundadores de Standing Together, y Xavier Abu Eid, politólogo y exasesor del Equipo Negociador Palestino en 2008.

El investigador de Ciencias Políticas en la Universidad Ben-Gurión ha resaltado que este acuerdo "está lejos de ser una panacea". "Es claro que sin un proceso de paz que lleve al establecimiento de un Estado palestino al lado de Israel no hay ninguna solución ni a corto, ni a mediano ni a largo plazo", ha explicado Filc. Para él, "la única posibilidad es una paz que incluya dos Estados con igualdad e independencia".

Por su parte, el exasesor del Equipo Negociador Palestino en 2008 ha recalcado que "no se habría podido llegar a este acuerdo muy limitado de cese al fuego sin la presión internacional". Abu Eid ha culpado a Trump de "permitir que el genocidio ocurriera en Gaza: lo financiaron, entregaron armas e incluso impusieron condenas y sanciones a la Corte Penal Internacional por declarar a Benjamín Netanyahu como una persona buscada".

Diego Checa, doctor en Historia y especialista en paz internacional y gestión de conflictos de la Universidad de Granada, ha visitado Mediodía RNE para analizar las cuestiones que se plantean tras la firma del acuerdo de paz entre Hamás e Israel. El experto asegura que "esta paz podría durar si existiera voluntad política por parte de la comunidad internacional de hacerla respetar". La cuestión es que "plantea los mismos problemas que presentaba la paz que se intentó cerrar en el proceso de Oslo y en años posteriores", una paz basada en la idea de la construcción de un Estado palestino democrático junto al Estado de Israel. Checa cuestiona la capacidad de decidir de la población palestina por parte de la comunidad nacional: "Es una paz impuesta". Afirma que desde el ámbito internacional tienen que "hacer valer las instituciones y los acuerdos a los que se alcanzan" y concluye que mientras no sea capaz de evitar que Israel no cumpla con los compromisos para alcanzar una "paz justa, duradera y aceptable por todos", "la paz tiene muchos problemas para mantenerse".

Donald Trump ha abandonado Egipto tras la firma del acuerdo de paz entre Hamás e Israel que en una primera fase ha detenido la masacre en Gaza. Lo ha hecho sin comprometerse a la creación de los dos Estados como solución. En Las Mañanas de RNE hemos hablado con Husni Abdel Wahed, embajador de Palestina en España, que ha resaltado "la importancia de detener el genocidio que ha costado la vida de centenares de miles de palestinos", pero a la vez insiste en la relevancia de que se cumpla del todo lo pactado en la primera fase que, según el embajador, "falta mucho" y reconoce que no sabe si realmente estamos hablando de "un plan de paz".

Husni Abdel Wahed afirma que esta situación "se trata de Palestina, pero a la vez no se trata de Palestina": "Queda latente que se puede volver a cometer un nuevo genocidio en contra del pueblo palestino. En Cisjordania sigue el genocidio por goteo, no se ha detenido en absoluto", denuncia. Asegura que en la Franja de Gaza aún permanece el Ejército israelí y lo hará "el tiempo que estime conveniente". "Esto lo ha hecho Trump por Israel y es un salvavidas de su parte, se preocupa más por Israel que el propio Netanyahu", sostiene que el presidente estadounidense es el único que tiene la capacidad de detenerlo. Insististe que la única solución posible es ir al fondo del problema, "la ocupación israelí de Palestina, la implementación del Estado de Palestina", concluye.

En Las Mañanas de RNE analizamos el papel del presidente estadounidense Donald Trump en el plan de paz en Gaza con el catedrático de Estudios Norteamericanos, José Antonio Gurpegui. "El espectáculo de ayer tuvo mucho de fuegos artificiales, desde la llegada a Israel con las banderas y la fanfarria entrando en el Parlamento israelí. Toda la puesta en escena en Egipto para su mayor honor, honra y gloria". El catedrático apunta que el proyecto de paz, "esos 20 puntos, se parecen muchísimo a lo que ya planteó Biden" y no se muestra convencido de que Hamás vaya a devolver las armas y a disolverse. "También me cuesta creer que Israel no saque algún beneficio adicional. Israel, en todos los conflictos bélicos que ha tenido con países árabes, siempre ha tenido algún rédito en cuestión de territorio".

Gurpegui analiza que el presidente estadounidense "no había tenido grandes logros" durante los meses de presidencia. "No había conseguido absolutamente nada en el terreno internacional y, en el nacional, la inflación no la ha bajado, el paro sigue en las mismas cifras...". El catedrático de la Universidad de Alcalá insiste en el ego de Trump y describe su actitud como "quien sabe que está por encima de los demás".

Aitor Zabalgogeazkoa, coordinador de Médicos Sin Fronteras en Gaza, ha confirmado en Las mañanas de RNE con Juan Ramón Lucas que la ayuda humanitaria está entrando, aunque despacio, a la Franja de Gaza después del alto el fuego. Además de lo más básico, Zabalgogeazkoa ha hecho un llamamiento para levantar de nuevo las infraestructuras médicas que han sido destruídas durante el conflicto, así como la repatriación de los enfermos y las personas que necesitan un tratamiento que no es posible obtener, de momento, en la Franja. También ha llamado la atención sobre la situación psicológica de los sanitarios: "Han sido dos años de tortura colectiva, y la presión que ha habido sobre el personal médico ha sido brutal" y ha confesado que están "preocupados por cómo va a responder la gente". Por otro lado, el coordinador de Médicos Sin Fronteras en Gaza ha sido sincero sobre la incertidumbre respecto a que se cumpla este acuerdo de paz, admitiendo que, aunque "la gente está aliviada" están "cruzando los dedos" para que no vuelvan los bombardeos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha sido el protagonista absoluto de la jornada de firma de la paz en la Franja de Gaza. Con su particular estilo ha adoptado el papel de maestro de ceremonias en la escenificación de una firma en la que no estaban ni Israel ni Hamás.

Trump ha asegurado que es el acuerdo más importante en 3.000 años y que no se romperá. El resto de líderes han coincidido en la esperanza de que sirva para apuntalar la paz.

FOTO: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la Cumbre de la Paz. AP Photo/Amr Nabil