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Mohammed Imad, palestino en España, ha recibido con esperanza y miedo la noticia del alto el fuego en Gaza. Es el único de su familia que consiguió escapar de la Franja: salió por Egipto, después se fue a Omán y desde allí consiguió un visado a España. Lleva dos meses en nuestro país, desde donde ha intentado estar siempre en contacto con su familia. No obstante, en este tiempo ha perdido a su novia y familia política y a un amigo. "Un día se cortó la llamada y al día siguiente me enteré que habían sido asesinados todos, 42 personas", ha relatado a TVE. Le queda su madre, con quién anhela volver a "amanecer viendo a su madre". Foto: REUTERS/Dawoud Abu Alkas

Riadas de palestinos siguen llegando a sus casas en Ciudad de Gaza, tras la entrada en vigor del alto el fuego y la retirada del Ejército israelí. Lugares que conservan poco más que el nombre, ya que la destrucción por la ofensiva los hace prácticamente irreconocibles. Debajo de los edificios derruidos hay, además, miles de cadáveres, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. "Es un sentimiento indescriptible", ha dicho Nabila, que llega con su hija, que tiene graves heridas de guerra y que espera que esta tregua le permita al fin curarse. "Estamos muy cansados", cuenta, por su parte, Ramzi. Este palestino de 73 años emprende su regreso a Ciudad de Gaza en silla de ruedas y solo pide encontrar un rincón donde vivir en paz. Foto: AP Photo/Jehad Alshrafi

Cuatro activistas de la Flotilla de la Libertad-Thousands Madleens detenidas por Israel, entre ellas la diputada regional de Más Madrid Jimena González, han reivindicado a su llegada a España este sábado el éxito de acciones como la que ellas han protagonizado contra el genocidio y el bloqueo en Gaza. Se trata de cuatro de los ocho españoles que viajaban en la última flotilla con ayuda para Gaza interceptada esta semana por Israel.

FOTOGRAFÍA: GUSTAVO VALIENTE / EP

Pedro Sánchez viajará el lunes a Egipto para la firma del acuerdo de paz entre Israel y Hamás. El presidente del Gobierno recibió anoche la invitación por parte del presidente egipcio. La firma se llevará a cabo en la ciudad balnerario de Sharm el-Sheij, en el sur del país, donde han tenido lugar esas últimas conversaciones de paz. También se espera la asistencia de otros representantes europeos y árabes y la presencia del artifice de plan: el presidente de EE.UU Donald Trump.

FOTO: REUTERS/Piroschka van de Wouw

Las partes deberían empezar a negociar ya la segunda fase del acuerdo de paz, en la que Hamás debería entregar las armas. La milicia está dispuesta, pero sólo cederá el poder a un comité egipcio-palestino, no a uno internacional de transición que esté en manos de Tony Blair, como se ha comentado.

Más difuso es el tema de la reconstrucción de Gaza: un gran negocio, del que sólo se habla en términos vagos, como grandes inversiones para generar riqueza y prosperidad.

Por último y de máxima importancia: la creación del Estado palestino sólo se menciona como una mera posibilidad. Netanyahu y su Gobierno lo rechazan. En el plan de Trump ni siquiera se menciona a Cisjordania, que junto a Gaza y a Jerusalén Este son las partes esenciales del futuro Estado de Palestina.

Foto: Mohammed Saber — Ciudad de Gaza

Entre las paredes de la ONU, Trump convenció a los aliados árabes. Luego arrancó el sí de Netanyahu. Exudando confianza prometió "la paz eterna en Oriente Medio". Solo faltaba la respuesta de Hamás. Dijeron sí, pero con condiciones. Trump se lo tomó como un sí, a secas, y todos fueron a Egipto a negociar.

Trump confió en dos hombres muy cercanos, su yerno y su antiguo amigo, dos hombres de negocios. Llegaron a Egipto el miércoles con una misión clara: salir de allí con un sí, al menos a la primera fase: liberar a los rehenes.

¿Pero cómo convencer a Hamás de quedarse sin lo que hasta ahora era su baza para negociar? En Egipto estaban los aliados árabes y musulmanes y Trump se puso varias veces al teléfono. Les dio su palabra de que él no dejaría que Netanyahu rompiese la tregua. Estados Unidos también ofreció otra garantía: 200 soldados en la zona para vigilar el alto el fuego.

Horas después, los dos hombres de Trump vieron un punto de inflexión y llamaron a su jefe para decirle que creían que lo tenían. Trump cantó victoria con la esperanza de que nadie se atrevería a decirle que no.

Foto: ANDREW CABALLERO-REYNOLDS/AFP

En el 24 Horas de RNE hemos puesto el foco en la situación actual de la Franja de Gaza tras la llegada de los primeros camiones con ayuda humanitaria. Sobre ello, hemos hablado con Sonia Silva, jefa de la Oficina de UNICEF en Gaza, quien ha descrito que la necesidad en Gaza "es inmensa" y ha considerado que la ayuda que está entrando es "insuficiente". Pese a ello, "se espera que, con estos acuerdos, se puedan implementar los protocolos humanitarios y aumentar la ayuda. Esperamos 600 camiones".

Silva ha señalado que es "muy importante priorizar las cosas más urgentes. Aquí se necesita con urgencia que entren insumos para el refugio", aunque también ha mencionado la necesidad de materiales para paliar la hambruna, equipamiento para los hogares y medicinas.

Desde que se llegó a un acuerdo entre Hamás e Israel, "para los niños y las niñas es una alegría", ha apuntado la representante de UNICEF. Además, ha destacado que "van a poder dormir sin el sonido de los bombardeos y con un poquito de paz". Sin embargo, Sonia Silva ha explicado que, en estos momentos y durante los dos años de la ofensiva, "no sabemos cuántos han quedado huérfanos"

Por último, la jefa de la Oficina de UNICEF ha apuntado que "la parte operativa en Gaza es muy compleja por causas de seguridad", y es por ello "por lo que hay que facilitar este tipo de procedimientos y habilitar más rutas de entrada". Sobre ello, Silva considera "importante que también empiece a generarse cierta gobernabilidad".

Pocas horas antes de que el comité noruego anuncie el nombre del ganador del premio Nobel de la Paz de este año, y ante las declaraciones de Trump en las que ha manifestado ser merecedor del galardón, José Ángel Ruiz, director del Instituto Universitario de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada, ha explicado en Las mañanas de RNE con Juan Ramón Lucas que "técnicamente" sí hay posibilidades para el estadounidense, teniendo en cuenta que su papel "ha sido clave" para mediar en el plan de paz del "conflicto mas mediático del momento". Aunque, ha matizado, "termina con esta crisis pero no con el conflicto" entre Israel y Palestina, mucho más complejo y de raíces muy profundas.