- Estados Unidos tendrá libre acceso al mercado filipino sin que sus exportaciones sufran gravámenes
- Trump también ha anunciado un acuerdo comercial con Japón, que incluye un arancel del 15%
- El Fondo insiste que las ayudas a las empresas por los aranceles deberían ser temporales
- El FMI también avisa a Trump de que los aranceles no son la mejor forma para corregir el déficit comercial
- Lo han anunciado el primer ministro sueco y el secretario del Tesoro estadounidense, pero China aún no se ha pronunciado
- Podrían abordar una posible prórroga del límite del 12 de agosto para evitar una subida arancelaria entre ambas potencias
Seis meses de la segunda era Trump: guerra comercial, recortes y diplomacia fallida
Más poder, menos límites y una velocidad de cambios vertiginosa. Desde que volvió a la Casablanca, Donald Trump ha firmado 170 órdenes ejecutivas. En total, en su primer mandato fueron 220.
Su gran prioridad, el control migratorio. Aunque en cifras reales, sus predecesores deportaron más, la militarización y la mano dura no tienen precedentes.
Ha cumplido su promesa de bajar impuestos, sobre todo a los más ricos, y recortar el gasto federal. Despidos masivos de funcionarios, tijeretazo a la sanidad, las ayudas sociales y fin del apoyo a energías verdes.
Con Elon Musk ha pasado del amor al odio. Su antiguo amigo convertido en amenaza de cara a las elecciones de medio término del próximo año. Si Musk consigue un puñado de congresistas y Senadores, sería él quien podría determinar que las votaciones vayan en un sentido o en otro.
En política exterior, se le han atragantado las guerras de Ucrania y Gaza, que prometió acabar en cuestión de horas, sorprendió bombardeando instalaciones nucleares de Irán y ha conseguido que sus aliados se comprometan a gastar más en Defensa. Pero muchos ya no creen sus amenazas tras sus bandazos y su errática política de aranceles.
A nivel interno no consigue bajar la inflación, que incluso repunta. Lo que más factura le pasa entre sus incondicionales: el caso Epstein. Sus seguidores lo que quieren es que se desclasifiquen todos los papeles, como se van a desclasificar los de las muertes de los Kennedy o de Martin Luther King.
La aprobación de sus políticas no deja de bajar, pero Trump sigue desafiando los límites de su poder. Una transformación a marchas forzadas de Estados Unidos que polariza aún más a la primera potencia mundial.
Guerra comercial y falta de acuerdos de paz, balance de los primeros seis meses del regreso de Trump
- Trump intenta consolidarse como mediador internacional, pero sus decisiones le alejan del título
- Sus medidas arancelarias abocan los mercados financieros a una incertidumbre constante
- El mandatario estadounidense no ha ofrecido detalles concretos sobre el pacto
- Los países que quieran llegar a un acuerdo comercial con EE.UU. tienen de fecha límite el 1 de agosto
- Afirma que los pactos están "cerrados", pero que está dispuesto a dialogar con quien quiera "tener un acuerdo diferente"
- Trump vuelve a cargar contra Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EE.UU., a quien califica de "terrible"
- El sábado Trump anunció que impondrá aranceles al 30% a los productos europeos
- Los 27 tienen de plazo hasta el 1 de agosto para negociar los aranceles o bien aplicar contramedidas
Un 30 %. Es el arancel que Donald Trump anuncia para los productos europeos a partir de agosto. Bruselas dice que sigue abierta al diálogo, pero avisa: si la cosa va en serio, responderá con contramedidas proporcionadas. Aunque con Trump, nunca se sabe si es ultimátum o estrategia.
En línea con la respuesta de Bruselas, España aboga por seguir negociando para alcanzar un acuerdo con Estados Unidos antes del 1 de agosto. Aunque, según fuentes del Ministerio de Economía, está preparada para tomar las medidas necesarias en defensa de sus intereses, junto a la UE y el resto de Estados miembro. Alemania llama al pragmatismo para llegar a una solución, mientras el presidente francés es más contundente. Apoya los planes de la Comisión Europea, pero insta a preparar "respuestas creíbles" a los aranceles. Italia, por su parte, rebaja tensiones. Asegura que "un choque comercial con Estados Unidos no tendría sentido".
Foto: EFE/ Allison Dinner
- Afectará a los bienes importados desde la UE a EE.UU., ha indicado en Truth Social
- Bruselas sigue "dispuesta" a negociar y mantiene en suspenso un primer paquete de contramedidas
- Los expertos aseguran que la criptomoneda sigue la estela de crecimiento de las grandes tecnológicas de EE.UU.
- Expertos de eToro aseguran que el próximo objetivo de precio potencial está cerca de los 130.000 dólares
- El presidente brasileño anuncia contramedidas si se confirma: "Brasil no aceptará ser tutelado"
- Su homólogo estadounidense ha incluido gravámenes del 30% a Argelia, Irak, Libia y Sri Lanka, y del 20% a Filipinas
- A lo largo de este miércoles, ha llegado a ser la primera cotizada en superar los 4 billones de dólares de capitalización
- El crecimiento de la empresa se produce a pesar de la guerra arancelaria y la tensión entre EE.UU. y China
- Ha indicado que la UE está tratando "muy bien" a su país en las últimas negociaciones comerciales
- Esto se suma a las amenazas del presidente estadounidense a varios países con los que no ha llegado a un acuerdo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que impondrá aranceles a partir del próximo 1 de agosto a varios países con los que no ha alcanzado un acuerdo comercial. Tal y como ha publicado en su red social Truth Social, aplicará un gravamen del 25% a Japón, Corea del Sur, Malasia, Kazajistán, del 30% para Sudáfrica y del 40% para Laos y Birmania (Myanmar). Minutos antes de anunciarse este grupo de países, la portavoz de la casa Blanca, Karoline Leavitt, ya había adelantado que 12 países iban a recibir notificaciones de este estilo.
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- Ha enviado cartas a varios países para comunicar incrementos de hasta el 40% en estos gravámenes
- Entre ellos, se encuentran Japón, Corea del Sur, Túnez, Malasia, Kazajistán, Sudáfrica o Indonesia
- El pacto también contempla un 40% para las exportaciones que hacen transbordo en terceros países
- Vietnam "hará algo inédito" y dejará a EE.UU. acceso sin restricciones a sus mercados comerciales
- Tierras raras y semiconductores, en el centro del acuerdo firmado entre ambas potencias
- Washington también afirma que están a punto de llegar más acuerdos con socios comerciales
- En Bruselas se ha vivido la resaca de la cumbre de la OTAN tras el desencuentro entre Estados Unidos y España
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no puede gravar con aranceles directamente a España porque la política comercial pasa por Bruselas. A pesar de esto, sí puede subir aranceles a productos españoles que se exportan al país americano. Este es el caso de maquinaria mecánica y eléctrica, aceite de oliva, acero, vino, biodiésel o cerámica.
El socio director en Quabbala Abogados y Economistas, Rubén García Quismondo, ha afirmado que "la Comisión Europea representa a todos los países y negocio por todos y no debería de haber diferenciación por territorios".
El director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, ha explicado que "las propias normas del comercio internacional, en principio, no posibilitarían un arancel específico a un país por un caso en concreto". Además, ha añadido que "es la teoría, luego el presidente de EE.UU. ya sabemos que hace lo que quiere". Al ser legalmente imposible gravar el doble a España, EE.UU. podría analizar en qué productos España es líder y subir los aranceles a esa exportación en concreto. Esta estrategia ya se utilizó con la aceituna negra.
Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, ha explicado que "lo que pueden es ir no a España, pero sí a sectores que afecten a España, y eso pues nos tiene que preocupar". Preocupan los exportadores de acero, de maquinaria, de cerámica y de productos del campo.
A pesar de todo esto, los aranceles no son la única medida de presión que puede usar Trump. Quismondo ha afirmado que "puedo poner en duda inversiones directas americanas aquí". Algunos expertos opinan también que el señalamiento de Trump a España podría tener efectos negativos sobre la imagen de los productos españoles.
EE.UU. representa menos del 5% de las exportaciones españolas y las ventas a la economía estadounidense aportan el 2,3% del PIB. Esto supone ventas por valor de más de 18.000 millones de euros, además de las múltiples inversiones españolas al otro lado del Atlántico.
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