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Mientras Joe Biden pronunciaba su discurso sobre el Estado de la Unión, su más que previsible rival en las elecciones presidenciales de este año, Donald Trump, no perdió la oportunidad de darle respuesta a los más temas polémicos, como las políticas migratorias, la guerra de Ucrania o la de Israel y Gaza.

Dentro del Congreso, la senadora republicana Marjorie Taylor Greene representó el ataque más duro a Biden. Desde su bancada sacó a relucir el caso de Laken Riley, una estudiante de enfermería de 22 años que fue asesinada por un inmigrante ilegal. Un caso que Biden quiso dejar claro que fue excepcional.

En un intento por frenar el crimen en la famosa red de metro, la gobernadora Kathy Hochul ha ordenado el despliegue de la Guardia Nacional. Serán 750 patrulleros de la Guardia Nacional, junto con 250 oficiales de la policía del estado y de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), los encargados de vigilar las estaciones del sistema de transporte, así como realizar controles de bolsos de los usuarios en busca de armas. El anuncio de estas controvertidas medidas llega tras un mes marcado por incidentes violentos dentro del sistema de metro, incluidos ataques a usuarios y empleados, así como un tiroteo en la estación de metro del Bronx que dejó seis heridos. A pesar de una reducción del 15% en los delitos de tránsito en febrero respecto al año anterior, el crimen en el metro en enero de 2024 aumentó un 45%, impulsado principalmente por delitos de hurto mayor.

Sin tregua a la vista, los esfuerzos se centran en mitigar el hambre en Gaza. La Unión Europea y otros países como Reino Unido y Estados Unidos van abrir un corredor marítimo para llevar ayuda a la franja desde Chipre, la isla más cercana. Se construirá además un muelle temporal para recibir los cargamentos. Lo anunció anoche el presidente, Joe Biden, en su discurso sobre el estado de la Unión

Foto: Shawn Thew/Pool via AP

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha enfocado su discurso anual del Estado de la Unión, el último antes de las próximas elecciones presidenciales de noviembre, en su futuro duelo electoral contra Donald Trump, al que se ha referido en varias ocasiones, pero sin mencionarle de forma directa. Las guerras en Gaza y Ucrania, la protección de la frontera, la ley del aborto o los impuestos a los más ricos han sido algunos de los principales temas que han copado el discurso de Biden.

Foto: AP PHOTO/ANDREW HARNIK

Es el duelo que pocos estadounidenses querían repetir: Donald Trump contra Joe Biden. Los dos están hablando ya del 5 de noviembre, del día en que volverán a pelear por la Casa Blanca. Trump dice que con Biden Estados Unidos se ha convertido en un país del tercer mundo. El expresidente promete deportaciones masivas, cerrar la frontera y perforar más en búsqueda de petróleo. Biden alerta de que si vuelve Trump, la democracia está en peligro.

Los dos han arrasado en las primarias de sus partidos, pero en las urnas también estamos viendo sus puntos débiles. Trump entusiasma a sus bases, a muchos no les importan sus problemas con la justicia, pero sí asustan a un grupo de conservadores. Biden también se arriesga a perder apoyos, demócratas árabes y jóvenes han impulsado un voto de protesta para exigir un alto el fuego en Gaza. 

Algunos votantes independientes se sienten huérfanos, otros echan de menos los días en los que el país no estaba tan dividido.

FOTO: AP Photo

El exembajador de España en EE.UU., Francisco Javier Rupérez, que ocupaba ese cargo cuando se produjeron los atentados del 11 de marzo de 2004, ha asegurado en una entrevista en La Hora de La 1 de TVE que cuando se produjeron los ataques terroristas estaba "convencido de que había sido ETA". Cree que "hay un antes y después" de esa fecha, y que le "escandalizó" que la "posición socialista" lograse, según ha afirmado, "transmitir la idea de que el responsable del atentado era el Gobierno" y ha agregado que "no hubo un bulo" sobre la autoría del atentado sino una "manipulación sociológica y electoral que llevó a un resultado electoral" cuando quedaban solo unos días para las elecciones generales. Rupérez es uno de los protagonistas del documental sobre la entrevista al entonces presidente de EE.UU. George Washington Bush, que la Casa Blanca ofreció en exclusiva a TVE, y que no se había llegado a emitir íntegra hasta ahora, veinte años después. La entrevista, que había solicitado el periodista de TVE Lorenzo Milá el 11 de marzo, fue posible inmediatamente después de que el entonces presidente de EE.UU. y su mujer, Laura Bush, firmaran en el libro de pésame y depositaran una corona de flores delante del asta de la bandera. Tras el homenaje a las víctimas del atentado, Bush mantuvo una conversación con el exembajador en la que el entonces presidente le preguntó quién pensaba él y el Gobierno que había sido el responsable: "Yo en aquel momento estaba absolutamente convencido de que había sido ETA, el Gobierno evidentemente también y se lo digo, entonces es cuando él me dice: "Pues me dicen mis servicios que a lo mejor han sido otros". En ese momento, ha explicado que tomó nota, y se lo trasladó a Madrid. En la entrevista de Bush que concedió después en exclusiva a TVE, que duró 12 minutos, según ha agregado luego, "se ve que él mismo no se pronuncia de una manera clara sobre quién ha sido, dice que pueden haber sido varios, que todavía no se sabe, que hay que investigar". Preguntado por cuál fue la reacción del Gobierno de España ante esa información, ha dicho que él se limitó trasladar la información y que no hubo ninguna indicación por parte de Ejecutivo español de que no revelase el contenido de esa conversación. El exembajador ha dicho que le sorprendió que la entrevista no se emitiera íntegramente porque en el curso del 12 de marzo, llamó TVE para pedir que la emitieran, que era "muy importante, era insólita", y le dijeron que iban a ver, pero no se emitió en absoluto hasta ahora y es "una pena". Él también estuvo como embajador en Washington cuando se produjeron los ataques del 11 de septiembre de 2001. Foto: EFE/Ricardo Suárez.

En plena campaña visitamos la CPAC, la que presume ser la mayor conferencia de políticos conservadores del mundo y este año es un escaparate del expresidente Donald Trump. A los asistentes les gusta su mensaje proteccionista: "Estados Unidos primero" y su promesa de cerrar la frontera. No les preocupan los juicios que tienen pendientes. Lo votarán aunque lo condenen a la cárcel.

Aquí no hay rastro de Nikki Haley. En dos meses, Trump le ha ganado la batalla en el corazón del país, en las granjas de Iowa y las fábricas de Michigan, en estados claves del este y del oeste y en Carolina del Sur. Trump ha abatido a Haley en su propia casa, en el estado donde fue gobernadora. A sus votantes les gusta que no es Donald Trump, algunos creen que solo ella puede unir al país y más posibilidades de ganar en las generales, porque también la apoyan votantes independientes.

Los seguidores de Haley añoran el antiguo Partido Republicano, pero Trump ha revolucionado ese partido.

FOTO: AP Photo/Alex Brandon