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La guerra en Ucrania y la crisis energética empeoran la salud económica de Europa, sobre todo el año que viene, según la Comisión Europea. A España le recorta más de un punto el PIB de 2023, aunque nuestro país sigue siendo el que más crece entre las grandes economías europeas. Foto: Getty Images

Durante la madrugada del sábado 29 al domingo 30 de octubre, los relojes retrocederán una hora, tal como hacemos cada año. El Parlamento Europeo hace años que votó a favor de suprimir el cambio horario. La medida, sin embargo, se encuentra encallada, ya que requiere del consenso y la unanimidad de los estados miembros. Un grupo de expertos de varios países plantea a la Comisión Europea una hoja de ruta a seguir, que se está exponiendo en la Time Use Week de Barcelona. Ariadna Güell, coordinadora de la Barcelona Time Use Initiative, explica que el consenso a nivel científico es el de mantener el horario de invierno, ya que "es en realidad el que está más alineado con la luz solar". Durante años, el ahorro energético se ha presentado como el gran argumento en estesentido: "Los estudios más recientes que han intentado cuantificar ese impacto energético o bien han dicho que no hay una diferencia clara o bien muestran un pequeño ahorro cuando dejamos de cambiar la hora".

Las cuentas del Estado para el próximo año están marcadas por la guerra en Ucrania y la incertidumbre económica. Un contexto que lleva a España a presentar un plan con dos posibles escenarios. Uno más prudente y un segundo escenario en el que se prevé una mayor recaudación, que podría ser de 10.000 millones más a través de impuestos. Esos ingresos extra se destinarían a prorrogar las medidas para combatir la inflación y proteger a los colectivos más vulnerables, como la reducción del IVA a la electricidad y al gas o el descuento en los combustibles.

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la presentación de los Presupuestos 2023 en el Congreso (EFE/Chema Moya)