El sector de la moda en España es uno de los más afectados por la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este sector es uno de los más globalizados debido a los mercados en los que opera y su cadena suministro. Las marcas españolas afrontan con incertidumbre el panorama debido al aumento de los costes después de la imposición del arancel universal del 10% que graba todos los productos importados por EE.UU.
Este es el caso de Isabel Sanchís, un taller familiar de moda de Valencia, del cual salen cada día envíos al país americano, exportando el 40% de lo que producen. Debido a esto, la política arancelaria de Trump les afecta especialmente.
Francesc Maiques, director comercial de la empresa familiar, explica que antes tenían "aranceles de entre 7% y el 9%, pero últimamente estamos alrededor del 17% y el 23%, de la noche de la mañana tendremos un incremento sustancial en los precios".
La imposición de aranceles eleva todavía más los costes de este tipo de empresas, que han reducido sus márgenes para no repercutir la subida de los precios a sus clientes. Ruth Bernacer, directora comercial de Toni Pons, afirma que intentan "absorberlo o negociarlo con el distribuidor de cada uno de los países para que al cliente final afecte lo mínimo posible".
Estas empresas dan por descontado que en la colección de septiembre subirán precios. Muchos se plantean un cambio de estrategia en las ventas. Desde la asociación del sector
La Asociación Retail Textil España (ARTE), que representa al 70% de las grandes cadenas de moda en España como Inditex o Mango, reconocen que hay mucha incertidumbre. Desde ARTE reconocen que el sector está acostumbrado a operar en muchos mercados con diferentes políticas arancelarias prudentes.
Ana López-Casero, presidenta de ARTE, "finalmente tendremos que ver todavía cuáles son las decisiones finales del Gobierno estadounidense y cuando se produzcan estas decisiones, pues cada empresa, cada marca, seguramente redefinirá sus estrategias de diversificación, de expansión de modelos de negocio".
Para las empresas españolas del sector, el mercado estadounidense es estratégico, suponiendo casi 400 millones de euros en 2024.