Irónico, irreverente, insólito, Luis García Berlanga aunó talento talento y humor en la España de la segunda mitad del siglo XX consiguiendo hacer de lo 'berlanguiano' un arte.
Mañana el cineasta valenciano cumpliría 100 años. Un centenario que deja tras de sí películas como El verdugo, Plácido, Bienvenido Mr. Marshall o la no menos célebre trilogía sobre la familia Leguineche (La escopeta nacional, Patrimonio nacional y Nacional III) capaces aún de sacar sonrisas y remover conciencias.