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Justicia

La Audiencia de Barcelona condena a 21 años al abusador confeso de los Maristas

  • Fue juzgado por abusar sexualmente de cuatro menores en la escuela Hermanos Maristas-Les Corts
  • Otros diez casos fueron denunciados pero no llegaron a juicio porque su caso prescribió

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Casi 22 años de cárcel por abusos para el exprofesor de los Maristas de Barcelona

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 21 años y nueve meses de prisión al exprofesor de gimnasia de los Maristas de Sants-Les Corts Joaquín Benítez por abusar sexualmente de cuatro alumnos menores de edad cuando era profesor de educación física en esta escuela religiosa, dos de ellos de forma continuada.

Según ha informado este lunes el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), la sentencia de la Sección 21 de la Audiencia le impone una indemnización total para las cuatro víctimas de 120.000 euros, de la que es responsable civil subsidiaria la Fundación Champagnat, propietaria de las escuelas Hermanos Maristas.

14 horas - 21 años de cárcel para el profesor de los Maristas de Barcelona - Escuchar ahora

La sentencia señala que el entonces profesor de educación física cometió un hecho "perverso y odioso" que supuso la primera experiencia sexual de los cuatro alumnos -de entre 12 y 14 años-, lo que ha incidido "de forma permanente" en su vida y ha condicionado el desarrollo de su personalidad.

"Abuso de superioridad"

Según la Audiencia, los hechos, ocurridos entre 2006 y 2009, fueron cometidos "no sólo con abuso de superioridad por su condición de docente, sino en el mismo centro, con pluralidad de víctimas y en un período temporal amplio", lo que pone en evidencia la "peligrosidad" de Benítez para ejercer de profesor, motivo por el que le inhabilita también durante 13 años y 8 meses.

El tribunal destaca que Benítez aprovechó su "ascendencia" y "jerarquía" como profesor de educación física, así como la "confianza" que los alumnos tenían depositada en él, para usar su despacho, con camilla y lavabo, para abusar de ellos con la excusa de que iba a hacerles masajes cuando tenían algún tipo de dolor.

A la hora de cifrar la indemnización para las víctimas, el tribunal reconoce que se ve obligado a "cuantificar lo que es incuantificable", ya que "si algo ha quedado claro es que los hechos que sufrieron los denunciantes constituyeron una experiencia vital negativa en un momento en que todavía no tenían desarrollada su personalidad, y que como tal ha condicionado cómo son de adultos".

"Hoy son los hombres que son, en parte, por haber padecido la conducta del acusado. Y ello no tiene precio ni reparación posible. Lo único que podemos hacer es establecer una 'compensación' económica", razona la sala, que fija en 60.000 euros la suma a percibir por una de las víctimas, 40.000 para la segunda y 10.000 euros cada uno a los otros dos exalumnos de los Maristas de Sants.

Según la sentencia, el daño infligido a los cuatro menores "nada tiene que ver con lesiones físicas o las secuelas asociadas a la recuperación u hospitalización", ya que en este caso "se ha condicionado el desarrollo de la personalidad de cuatro menores de edad por la comisión de un hecho perverso y odioso".

Las víctimas pedirán el ingreso inmediato en prisión

Tras conocerse la sentencia, los abogados de las cuatro víctimas han anunciado que solicitarán la ejecución inmediata de la sentencia ya que la pena es "muy elevada".

La abogada Judit Serra ha señalado que pedirán la celebración de una comparecencia de medidas cautelares mientras que otras de las letradas, Ester García, ha destacado que creen que existe riesgo de fuga porque Benítez ya les dijo, al negarse a pactar con las acusaciones para evitar el juicio, que "no estaba preparado para entrar en prisión".

Los abogados han destacado que la sentencia es ejemplar al haber tratado con mucha sensibilidad a las víctimas y dándoles total credibilidad tras el "infierno" que han sufrido.

El condenado dijo sentirse "amparado" por los Maristas

Benítez, que fue juzgado a finales de marzo pasado, confesó los delitos y lamentó "muchísmo" lo ocurrido porque "como persona tenía esa debilidad". Sin embargo, afirmó sentirse "amparado" por los Maristas y pidió a la prensa que dejaran de llamarle pederasta porque desde 2011 se había quitado "la porquería que tenía en la mente".

Además, otros diez alumnos más del citado colegio denunciaron a Benítez por abusos pero los casos no llegaron a juicio porque se caso prescribiò.

La Fiscalía pedía 22 años de prisión y 14 de inhabilitación para el pederasta confeso mientras que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, que han ejercido la acusación particular, solicitaron 35 y 25 años de prisión, respectivamente.