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Francia

Los 'chalecos amarillos' rechazan negociar con el Gobierno francés una salida al conflicto

  • La facción más dialogante cancela una reunión con el primer ministro por "razones de seguridad"
  • Macron pospone un viaje oficial mientras su Gobierno busca la solución a la mayor crisis de su mandato

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Los 'chalecos amarillos' rechazan la oferta de diálogo del Gobierno francés

La crisis desatada en el Gobierno de Emmanuel Macron por las protestas de los denominados chalecos amarillos se ha complicado este lunes con el rechazo de los chalecos amarillos libres a negociar con el Ejecutivo. La facción más conciliadora del movimiento contra la subida de las tasas del carburante ha decidido cancelar la reunión prevista para el martes con el primer ministro, Édouard Philippe, que ha dedicado toda la jornada a mediar en el conflicto por encargo del presidente.

El Gobierno trata de evitar un nuevo sábado negro mediante diálogo con todos los partidos políticos con representación parlamentaria, pero Macron se niega de momento a paralizar. De hecho, varios de sus ministros se han reunido durante la tarde con el objetivo de fijar una oferta que logre que los manifestantes se sienten a la mesa.

Asediado por la creciente tensión, el presidente ha decidido posponer un viaje previsto a Serbia, mientras los chalecos amarillos ganan apoyos entre los franceses y siguen adelante con las movilizaciones, a las que se han unido trabajadores de las ambulancias. El Gobierno cifra las pérdidas provocadas por las protestas en torno al 15% y el 25% en distintos sectores; y de alrededor de 400 millones de euros en transporte y 13.000 millones en el sector agroalimentario.

14 horas - Los 'chalecos amarillos' mantienen en jaque a Macron - Escuchar ahora

La oposición pide retrasar la reforma

Preocupados por el aumento de la violencia este fin de semana tras la detención de 363 personas y los numerosos heridos, uno de los cuales está en estado crítico, la mayor parte de la oposición francesa ha pedido al jefe de Gobierno una moratoria en la subida del impuesto a los combustibles.

El líder de los Republicanos, Laurent Wauquiez, ha exigido al primer ministro "medidas concretas" para apaciguar los ánimos, porque el Gobierno "no es consciente de la rabia" de la población, según ha declarado tras su reunión.

En línea con Wauquiez, el líder del Partido Socialista, Olive Faure, considera que retrasar la medida es "la única manera de que la discusión sea creíble", al tiempo que debe haber "un cambio de rumbo y método" para que el debate previsto esta semana en la Asamblea Nacional y el Senado tenga éxito y se encuentren "lugares de mediación".

También la ultraderechista Marine Le Pen ha exigido soluciones y la Unión de los Demócratas e Independientes (UDI) advierte de que, de no haberlas la situación puede "explotar".

Crece el apoyo al grupo en la sociedad

Pero a pesar de la violencia -el Ayuntamiento de París cifra entre tres y cuatro millones de euros las pérdidas el por la violencia del sábado-, lo cierto es que los chalecos amarillos han ganado la batalla en la opinión pública y han salido reforzados de la presión política.

Así se refleja en un sondeo de Harris Interactive efectuado el domingo y difundido este lunes, que les otorga el 72% del apoyo de la población. Con todo, el grupo ha empezado a dividirse por la falta de organización y las discrepancias en torno a la violencia empleada en los últimos fines de semana.

Mientras el Ejecutivo afronta su peor crisis social, carreteras, rotondas, autopistas y accesos a complejos petroleros continúan bloqueados en varios puntos del país.