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Aniversario atentados en Cataluña 17A

Herido en Cambrils: "El terrorista fue a por mi cuello, me iba a matar. Nací de nuevo ese 18 de agosto"

  • Rubén Guiñazu fue atacado por uno de los terroristas en Cambrils. Le rajó la cara de lado a lado
  • Junto a su pareja, pasaba unos días de vacaciones en la playa. La vida de ambos no ha vuelto a ser igual

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Dispositivo policial en Cambrils el día después del atentado.
Dispositivo policial en Cambrils el día después del atentado.

Rubén y Nuria viven en Barcelona y el 17 de agosto pasaban unos días de vacaciones en un pueblo cercano a Cambrils. Pegados al televisor e impactados por las imágenes del atropello mortal de La Rambla, decidieron a última hora salir a cenar por el puerto naútico de esta localidad costera. Aún conmocionados por lo ocurrido en la ciudad condal, ellos también se toparon con el horror. Esta vez, en vivo y en directo. Su vida cambió para siempre.

Cuentan que todo ocurrió muy rápido. Frenazo seco. Coche volcado en la carretera. Gritos, gente corriendo y disparos. Confusión y miedo. Cinco terroristas pretendían replicar la masacre de Barcelona. Tras arrollar a varias personas y saltarse un control de los Mossos, salieron del vehículo armados con cuchillos y un hacha y portando cinturones de explosivos, que resultaron falsos. Cuatro fueron abatidos de inmediato por los Mossos d'Esquadra, que evitaron otra tragedia, pero uno de ellos huyó y apuñaló a varios peatones. Antes de ser abatido por los agentes, que le rodearon, mató a Ana María Suárez e hirió a varias personas.

Una de ellas fue Rubén Guiñazu. Junto a Nuria Figueras, su pareja, corrió despavorido al ver un coche volcar y oír el tiroteo, sin imaginar ni por un momento que estaba siendo protagonista de un ataque terrorista, pero uno de los atacantes yihadistas se le echó encima y le rajó la cara de lado a lado. Puñalada de 15 centímetros con corte en la lengua, las amigdalas y parte de las cuerdas vocales.

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"Nuria, me estoy muriendo. Me ahogo"

"Iba al cuello. Me iba a matar. Giré la cabeza y eso me salvó. Pensé que era otro chaval que huía de esos disparos que no sabíamos de dónde provenían pero no, era el terrorista", cuenta, en una entrevista con RTVE.es. Nuria salió ilesa físicamente- leves rasguños en las piernas- pero aún trata de recuperarse de lo vivido aquella noche. Tiene una imagen grabada: la de una sillita de bebé vacía en plena calle.

Ella no es capaz de olvidar la sangre salir a borbotones de la cara de Rubén. Él mismo se arrancó la hoja del cuchillo de su rostro."Casi me desangro. Recuerdo que le dije: 'Nuria, me estoy muriendo, me ahogo'", relata Rubén, que tuvo que pasar por una operación de más de seis horas para reconstruir todo el destrozo de la puñalada en su cara. Afortunadamente las secuelas son estéticas y habla con total normalidad.

"Tras ser atacado, solo veía, olía y sentía sangre en mi rostro, pero podía ver y escuchar. ¡Y andar! Eso me alivió porque inicialmente pensé que me habían disparado", añade.

Las primeras atenciones fueron en un chiringuito de la playa de Cambrils, donde trataron de taponarle la herida con camisetas y trapos, llegó un coche de bomberos que le trasladó corriendo a un centro de salud pero la herida era demasiado grave y le remitieron al hospital. Casi un mes después, volvió a casa. Después, rehabilitación y ayuda psicológica para él y su pareja, atención que aún se mantiene.

Este 18 de agosto cumplo un año de vida

"El 20 de julio cumplí 55 años pero este 18 de agosto cumplo un año de vida". Así se siente esta víctima del terrorismo yihadista, que no recuerda la cara de su asesino. Sabe los nombres de los que atacaron Cambrils: Moussa Oukabir, Said Aallaa, Mohamed Hichamy, Omar Hichamy y El Houssaine Abouyaaqoub. El mayor tenía 24 años y el más pequeño, 17.

"¿Cómo pueden jóvenes y adolescentes radicalizarse tanto. El verdadero problema está en los instigadores, en los que les meten esas ideas en la cabeza. Eran casi niños que está muertos", afirma, para explicar que "ellos no le generan odio".

Rubén no se siente cómodo con la etiqueta de víctima del terrorismo. Durante meses habló de "accidente", de "casualidades de la vida". Le costó verse como víctima de un atentado. "He querido borrarlo. En todo este año Nuria y yo hemos hablado de lo que nos ocurrió cuatro o cinco veces contadas. Ahora con el aniversario se nos removerá todo".

Ambos se quejan de la "falta de empatía de las administraciones" y "ahí, la peor parte se la llevó Nuria", se lamenta Rubén. Creen que las víctimas de un atentado, en ocasiones, se plantean como "simples números".

Ella cuenta a RTVE.es un periplo complicado: "Durante los primeros días había que hacer papeleo, declaraciones policiales, denunciar, arreglar todo para las ayudas y me sentí sola. Todo era demasiado frío. Me hacían preguntas y más preguntas, a veces con poco tacto. Todo esto, además, con Rubén en el hospital recuperándose de una gran herida, con complicaciones en la operación y pensando que no pudiera volver a hablar", se queja. Llegaron a extraviar su denuncia.

Alaba la "impecable atención médica y el acompañamiento que le hizo en esas fatídicas primeras horas la Cruz Roja". No olvida, eso sí, que cuando llamó al hotel donde Rubén y ella continuarían sus vacaciones y explicó lo sucedido no le anularon la reserva y le cobraron una estancia que, obviamente, nunca llegó a producirse.

Hasta octubre no se les reconoció la ayuda psicológica como víctimas de atentado. Rubén ya ha cobrado su indemnización. Una cantidad que no revela pero que "no se corresponde con el daño causado". "No hay dinero suficiente, en cualquier caso. Sé que a unos padres les han dado 125.000 euros por la muerte de su hijo en el atentado. No hay cantidad que mitigue eso", repite.

Nuria tiene pesadillas recurrentes, Rubén es "mucho más vulnerable"

Nuria tiene pesadillas recurrentes con la noche del atentado y despierta con migrañas. Siente miedo en lugares potenciales de atentado- aeropuertos, avenidas, centros comerciales, paseos-. Lo que se traduce en que solo está segura en casa, porque su "estado de alerta por la calle es constante". "El sonido de la ciudad me agobia", señala.

Rubén siente "mucha más vulnerabilidad" desde que fue atacado por el terrorista. Si va solo, camina más tranquilo, pero también está en alerta si le acompañan su pareja o alguno de sus tres hijos, que también necesitaron de ayuda psicológica y no vivieron el momento trágico.

La pareja no ha vuelto al paseo marítimo de Cambrils. Ella ni siquiera ha pasado por La Rambla y dice dar "todo tipo de rodeos" para evitar la Sagrada Familia, lugar que estaba en el punto de mira de la célula.

Ambos irán al acto de homenaje que el sábado se celebrará en esta localidad de Tarragona. Después, seguirán con una vida marcada por un atentado, haciéndose una pregunta que nadie responderá: ¿Por qué?

El atentado en Cambrils, en imágenes

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  • Los Mossos han desplegado un amplio dispositivo en las calles de Cambrils

    Atentado en el Paseo Marítimo de Cambrils

    Los Mossos han desplegado un amplio dispositivo en las calles de Cambrils.

  • Un policía custodia el coche implicado en el atropello de Cambrils.

    Atentado en el Paseo Maritimo de Cambrils

    Un policía custodia el coche implicado en el atropello de Cambrils.