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Más de 120.000 niños podrían recuperar la movilidad con un exoesqueleto diseñado por Elena García Armada

  • La científica del CSIC es pionera a nivel mundial en robótica pediátrica
  • El Ministerio de Sanidad estudia incluir el exoesqueleto como terapia

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El exoesquelero de Elena García Armada permitirá que 120.000 niños vuelvan a caminar

La científica del CSIS, Elena García Armada, ha diseñado un exoesqueleto pediátrico que podría permitir volver a caminar a más de 120.000 niños en toda España que sufren patologías que les afectan la movilidad como parálisis cerebral, tetraplejia, espina bífida o lesiones medulares.

La investigación básica ha durado tres años y se ha financiado con dinero público, pero a la hora de transferir la tecnología a la empresa ha sido necesario recurrir al crowfunding. La experta en robótica, entrevistada en Los Desayunos de TVE, explica que su condición de madre ha pesado a la hora de desarrollar el exoesqueleto para resolver el problema de unos padres con una niña afectada por atrofia muscular y que la mayoría de los micromecenas del proyecto, el 70%, han sido mujeres entre 35 y 55 años.

García Armada ha señalado que están intentando que el Ministerio de Sanidad considere el exoesqueleto una terapia y esté subvencionado. Por otra parte, están en conversaciones con "empresas que tienen obra social, para ayudar a las familias que más lo necesitan y no se lo pueden permitir".

Está doctora en ingeniería industrial que lidera un equipo pionero a nivel mundial ha indicado que como investigadora se encuentra "en la escala más baja del CSIC, cuando mi curriculum podría estar en los niveles superiores". Añade que ha tenido que "romper estereotipos con muchísimo trabajo y es duro porque requiere mucho esfuerzo y tesón" y que por ser mujer, tiene que "demostrar continuamente" su capacidad.

La maternidad penaliza a las mujeres

Para Elena García Armada, la maternidad "penaliza" la carrera profesional de las mujeres porque para dedicar tiempo a la familia tienen que "robar tiempo al sueño y no tienen igualdad de oportunidades". En primera persona, detalla que ella ha tenido que afrontar "cuatro jornadas en un día, la primera antes de llevar las niñas al colegio, la segunda de 8 a 5 en el CSIC en la que casi descansaba, la tercera con las actividades extraescolares hasta las nueve de la noche y la última en la que volvía a trabajar desde casa".

Considera que no hay suficientes mujeres en la ciencia o en carreras técnicas porque se introducen sesgos desde la educación más temprana, por ejemplo, a la hora de seleccionar los juguetes y se va "guiando la elección profesional de las niñas".

Con respecto a la presencia anecdótica de las mujeres en los Premios Nobel, recuerda que tienen un recorrido histórico y que en otras épocas la idea dominante era que "las mujeres no tenían prácticamente ni capacidad de pensar". Matiza que los nombres de mujeres cuyos logros han trascendido lo han hecho porque se lo han permitido las figuras masculinas que tenían al lado. Ahora "hay científicas que lideran un grupo de investigación y, poco a poco, los resultados llevan nuestro nombre".

Acerca de la cuarta revolución industrial, Elena García Armada, explica que los robots se utilizan en las plantas de automoción desde los años sesenta y en la actualidad se trata de incorporar sistemas automáticos e inteligencia artificial. Los robots realizan trabajos "muy repetitivos y muy mecánicos" pero en cuanto hace falta "algo de intuición, de creatividad o de toma de decisiones es necesaria una persona".