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Premios Goya 2018

Marisa Paredes: "La mujer avanza por delante de la sociedad y el cine debe reflejarlo"

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Marisa Paredes: Premio de Honor Goya
La actriz Marisa Paredes, durante la rueda de prensa este viernes en la Academia de Cine.

“Creo que en mi carrera ha habido personajes mejores y peores pero la mujer está dando pasos de gigante en la sociedad y es importante que el cine lo refleje”. Es la valoración de la actriz Marisa Paredes, Goya de Honor 2018, sobre el impulso a la visibilidad de las mujeres que recorre por entero el mundo del cine y de la cultura.

Un empoderamiento femenino que la célebre intérprete madrileña apoya, y en el que destaca el “valor de defender su autoestima” de las actrices norteamericanas que engloban el movimiento #Metoo, que denuncia los abusos sexuales, el machismo y la desigualdad a raíz del caso Weinstein.

“Es un gran avance para la libertad de las mujeres mostrar lo que han sentido con un dolor enorme. Chapeau por ellas”, ha opinado Paredes en un encuentro con los medios este viernes en la Academia de Cine.

Una profesión que reconoce la larga y prolífica carrera de la actriz, que el próximo 3 de febrero recogerá el Goya de Honor a toda su trayectoria en la que ha combinado con éxito internacional riesgo y calidad.

Marisa Paredes, Goya de Honor 2018

Marisa Paredes, Goya de Honor 2018

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De orígenes humildes y sin vínculos con el cine, Marisa Paredes ha consagrado su vida a la interpretación, en la que debutó con tan solo 14 años en las comedias Esta noche tampoco de José Osuna y 091 Policía al habla, de José María Forqué.

En su dilatada filmografía ha trabajado de la mano de directores de prestigio como Jaime de Armiñán, Antonio Isasi-Isasmendi (El perro), Fernando Trueba (Ópera prima) o Agustí Villaronga (Tras el cristal), en una larga lista que es memoria viva del cine español.

“Pedro me proporcionó un más allá porque mi carrera tomó un rumbo internacional"

Entre sus trabajos destacan sus filmes junto a Pedro Almodóvar que le convirtió en su actriz fetiche en Entre tinieblas, Tacones lejanos, La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre y La piel que habito.

Películas que dispararon su proyección en otros países y su popularidad entre los espectadores, ante los que emergió su imagen de elegante diva y gran dama de la escena.

La actriz asegura que le encantaría repetir con el director manchego. “Pedro me proporcionó un más allá porque mi carrera tomó un rumbo internacional y recibí muchas ofertas de Italia, de Francia y Latinoamérica... A todas las actrices les encantaría trabajar con él porque sus personajes femeninos son muy diferentes y tiene un universo muy personal”, ha reflexionado Paredes, que ha destacado entre sus recuerdos su visita a un cabaret francés donde una artista transexual imitaba a la perfección su icónico personaje almodovariano de Becky del Páramo, de Tacones Lejanos.

Marisa Paredes es, además, una cara habitual del cine europeo y latinoamericano con interpretaciones en La vida es bella, de Roberto Benigni, Profundo carmesí y El coronel no tiene quien le escriba, de Arturo Ripstein o El espinazo del diablo, de Guillermo del Toro al que ha calificado de “genio”.

“Me hubiera gustado trabajar con Buñuel o con Berlanga pero todos los directores con los que he trabajado tienen su valor y me han proporcionado papeles que me han llevado donde estoy ahora”, ha señalado la intérprete, que tiene pendiente de estreno en 2018 Petra, de Jaime Rosales, que ha definido como uno de los papeles “más complejos” que ha abordado.

La actriz, de 71 años, recibirá por primera vez un Premio Goya la próxima semana, después de haber estado nominada en dos ocasiones anteriores, una como mejor actriz protagonista por La flor de mi secreto, en 1995, y otra como actriz de reparto por Cara de acelga, en 1987.

Marisa Paredes ejerció como presidenta de la Academia de Cine entre 2000 y 2003, y los Premios Goya es una ocasión especial para agradecer el reconocimiento a una profesión que le ha visto crecer y en la que le queda mucho por aprender, afirma la actriz con emoción, y añade con un guiño que intentará que su discurso en la fiesta del cine sea “rápido y divertido”.