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Nate se convierte en huracán tras dejar al menos 32 muertos a su paso por Centroamérica

  • Se espera que impacte en las próximas horas en el sur de EE.UU.
  • Nueva Orleans ordena la evacuación de algunas zonas de la ciudad

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EE.UU. se prepara ante la inminente llegada del huracán Nate

La tormenta tropical Nate se ha convertido en un huracán de categoría 1, con vientos máximos sostenidos de 135 kilómetros por hora, mientras se adentra en el Golfo de México, según ha anunciado este sábado el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH). Hasta ahora, Nate ha causado la muerte al menos de 32 personas en Nicaragua, Costa Rica, Honduras y El Salvador, así como decenas de desaparecidos.

El paso de Nate por Centroamérica ha sido muy dañino: ha dejado puentes destruidos, carreteras cortadas, deslizamientos de tierra y pueblos aislados. Costa Rica, Nicaragua y Honduras, los países más afectados, han comenzado a evaluar los daños materiales mientras las lluvias han comenzado a remitir.

Según los últimos datos oficiales, recopilados por AFP, la tormenta se ha cobrado la vida de 16 personas en Nicaragua, 11 en Costa Rica, tres en Honduras y dos en El Salvador. El balance de víctimas mortales podría aumentar ya que hay más de 30 desaparecidos en la zona, según informa Efe.

El huracán Nate, camino de Estados Unidos

Nate se encuentra a unos 395 kilómetros de la desembocadura del río Misisipi. El huracán, que ganó intensidad a su paso por la Península de Yucatán, se desplaza a 35 kilómetros por hora. De hecho, está previsto que el huracán se fortalezca todavía más en los próximos días y que alcance la costa de Estados Unidos entre la noche del sábado y el domingo en algún punto de Alabama, Mississippi o Luisiana, zonas donde ya están bajo aviso.

La ciudad de Nueva Orleans ha ordenado ya la evacuación de algunas zonas, en concreto la de los residentes de aquellas áreas que están fuera de su sistema de diques. "Hemos pasado por esto muchas, muchas veces. No hay necesidad de entrar en pánico", ha asegurado el alcalde de la ciudad, Mitch Landrieu, para quien la "mayor amenaza" no son necesariamente las lluvias, sino los vientos y el fuerte oleaje.

En Luisiana, su gobernador, John Bel Edwards, declaró el estado de emergencia este jueves y desplegó 3.500 efectivos de la Guardia Nacional ante un posible impacto directo del ciclón, en un territorio donde el despliegue ante este estos eventos es especialmente previsor tras la catástrofe del huracán Katrina en 2005, que causó más de 1.800 muertos.