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Santos recibe el Nobel de la Paz, da por terminado el conflicto y lanza un mensaje de esperanza al mundo

  • Ha recibido el diploma y la medalla acompañado por su familia
  • Lanza un mensaje de esperanza para países como Siria o Yemen
  • El comité ha recalcado su incansable esfuerzo por la paz y el ejemplo dado

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Santos recoge el Nobel de la Paz y lanza un mensaje de esperanza al mundo

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha recibido este sábado en el ayuntamiento de Oslo el Nobel de la Paz por sus esfuerzos por acabar con el conflicto armado en su país.

Acompañado por su esposa y su familia, Santos ha recibido el diploma y la medalla, elaborada en oro colombiano por compañías mineras respetuosas con el medio ambiente, y ha celebrado el fin de la guerra en su país.

"Hace tan solo seis años los colombiamos no nos atrevíamos a imaginar el final de una guerra que habíamos padecido por medio siglo. Para la gran mayoría de nosotros la paz parecía un sueño imposible y así era por razones obvias, pues muy pocos, casi nadie, recordaba cómo era vivir en un país en paz", ha recordado.

"Hoy, tras seis años de difíciles negociaciones puedo anunciar con humildad y gratitud que el pueblo de Colombia está haciendo posible lo imposible. La guerra ha terminado" Ha sentenciado.

El Nobel como impulsor de la paz tras el referéndum

El proceso de paz fue difícil, ha reconocido el presidente colombiano. El mundo "quedó imactado cuando los votos del 'no' superaron a los del 'sí'" en el referéndum sobre el acuerdo de la paz.

Comparó entonces a su pueblo con Macondo, la ciudad del famoso libro del también Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, un pueblo sumergido entre la esperanza y el desencanto, la duda y revelación.

Pero ha dicho que lo que fue un revés, fue tornado en oportunidad para lograr un nuevo acuerdo con más consenso que el anterior, y que el anuncio de la concesión del Nobel de la Paz "llegó como un regalo del cielo". "En un momento en el que el proceso parecía un barco a la deriva, el premio fue como un viento para llegar al puerto de la paz", ha agradecido.

Un mensaje de esperanza al mundo

Ahora, el proceso de implementación de la paz comenzó "con el aporte de la ONU". "Termina el proceso armado más antigüo y el último hemisferio occidental", ha dicho. Y ha incidido: "Si la guerra puede terminar en un hemisferio, ¿por qué no pueden algún día los dos hemisferios estar libres de ella?"

"Tal vez hoy podemos atrevernos a imaginar un mundo sin guerra. Lo imposible puede ser posible", ha añadido.

"Lo que parece imposible, puede volverse posible en Siria o Yemen"

"El acuerdo de paz en Colombia es un rayo de esperanza (...), una demostración de que lo que en un principio parece imposible –si se persevera– se puede volver posible, incluso en Siria o en Yemen o en Sudán del Sur", ha explicado Santos, diciendo que la clave está en “esforzarse, buscar, encontrar y no rendirse”.

Ha recordado al impulsor de estos premios, Alfred Nobel, cuando se cumplen 120 años de su muerte, quien escribió que la guerra es el horror de los horrores, el más grande de los crímenes. "No puede ser de ninguna manera un fin en sí mismo; es tan solo un medio, que siempre debemos tratar de evitar", ha incidido Santos. Él, como líder en tiempos de guerra e impulsor de la paz, ha recalcado que "es mucho más difícil hacer la paz que hacer la guerra".

Pero, el primer paso para ello, ha explicado, "fue dejar de ver a los guerrilleros como enemigos para considerarlos simplemente como adversarios. La palabra enemigo tiene una connotación de lucha pasional y de odio que no corresponde al honor militar. Humanizar la guerra no es solo limitar su crueldad, sino reconocer al contrincante en un ser humano", ha concedido.

También ha mencionado al Nobel de Literatura de este año, Bob Dylan, en la pregunta "¿cuántas muertes más serán necesarias hasta que comprendamos que han muerto demasiados?". La respuesta, ha dicho, "se va con el viento".

Rinde homenaje a las víctimas

Santos ha recibido este premio "sobre todo, en nombre de las víctimas: a esos más de ocho millones de víctimas y desplazados cuyas vidas han sido devastadas por el conflicto armado y más de 220.000 mujeres, hombres y niños que para vergüenza nuestra han sido asesinados en esta guerra".

"Es el primer proceso en el mundo que ha puesto en el centro de la solución a las víctimas y a sus derechos, ha concedido, por lo que les ha rendido homenaje a ellos.

También ha puesto en valor la capacidad de pedir y conceder el perdón entre los agresores y las víctimas, como el caso de una mujer que perdió a 32 miembros de su familia en un ataque y logró perdonar a los guerrilleros.

Ha agradecido el proceso a los negociadores de ambos equipos por humanizar al contrario, así como a los mediadores internacionales.

En su discurso, también ha mencionado el grave problema del narcotráfico, impulsado en gran medida por las FARC para financiar su guerrilla y que afecta ahora a una gran parte de la población, por lo que pide esfuerzos para acabar con ella.

Reconocer la humanidad en todas las razas y culturas

El Nobel de la Paz ha resumido su discurso, al final, en un mensaje de tolerancia, contra "el odio y los prejuicios" y en favor del "camino del perdón y la reconciliación".

"En un mundo en que se cierran las fronteras a los inmigrantes, se ataca a las minorías y se excluye a los diferentes, tenemos que ser capaces de convivir con la diversidad y apreciar la forma en que enriquece nuestras sociedades", ha aseverado, porque "a fin de cuentas, somos todos seres humanos".

Y ha proseguido: "Nada nos diferencia en la esencia: ni el color de la piel, ni los credos religiosos, ni las ideologías políticas, ni las preferencias sexuales. Son apenas facetas de la rica diversidad del ser humano".

Nuestro pueblo se llama el mundo. Y nuestra raza se llama humanidad

"Al final, somos un solo pueblo y una sola raza, de todos los colores, de todas las creencias, de todas las preferencias. Nuestro pueblo se llama el mundo. Y nuestra raza se llama humanidad", ha concluido.

El Comité reconoce su labor incansable

La ceremonia, que comenzó a las 13.00 hora local (12.00 gmt), culmina un proceso iniciado de forma pública en octubre de 2012 con la constitución de la mesa de diálogo con la guerrilla de las FARC en Hurdal, al norte de Oslo, y que se trasladó luego a La Habana, donde las partes negociaron durante casi cuatro años.

Antes, la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Kaci Kullmann, ha reconocido el mérito de los "negociadores incansables, facilitadores, políticos y líderes del gobierno colombiano y de la guerrilla" y ha recordado a las víctimas de la guerra civil "y su dolor".

Ha sido muy aplaudida al mencionar a Santos como el verdadeo impulsor del proceso de paz. Ha recordado los resultados del referéndum en Colombia, que fueron negativos al acuerdo de paz, y cómo hubo dudas en el comité para entregarle el Nobel de la Paz. Sin embargo, "el proceso estaba en peligro de venirse abajo y necesitaba todo el apoyo internacional posible".

"Al conceder el Nobel el comité desea rendirle homenaje y a todos aquelllos que han desarrollado el camino colombiano hacia la paz", ha concluido, incidiendo en la importancia de que Santos se comprometiera después del fallido referéndum a seguir trabajando por la paz hasta el final de su mandato.

Acompañado por los negociadores

Con Santos están en la ceremonia, presidida por la familia real noruega, una comitiva de treinta invitados, entre ellos siete víctimas del conflicto armado, como la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC más de seis años.

También miembros del equipo del Gobierno que negoció con las FARC, encabezado por su jefe, Humberto de la Calle, y el Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, pero no de la guerrilla.

Santos es el segundo colombiano en ganar el Nobel, ya que Gabriel García Márquez logró el de Literatura en 1982. Ha recibido un diploma, una medalla y 8 millones de coronas suecas (881.000 dólares), que donará a las víctimas del conflicto.