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Crisis política en Brasil

Dilma Rousseff, destituida temporalmente como presidenta de Brasil

  • El Senado ha aprobado someterla a juicio político
  • 55 senadores han votado a favor y 22 en contra
  • La presidenta ya ha disuelto su Gobierno
  • Después de seis meses el Senado votará su destitución definitiva

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Dilma Rousseff es apartada del cargo de presidenta de Brasil

El Senado de Brasil ha aprobado este jueves por mayoría la destitución temporal de la presidenta, Dilma Rousseff, que permanecerá alejada de su cargo durante seis meses para ser sometida a juicio político por la supuesta manipulación de las cuentas públicas en 2014 y 2015.

Tras 20 horas de discusión, 55 senadores han votado a favor y 22 en contra, mientras que cuatro se han ausentado y el presidente no ha votado. Los partidarios del impeachment o destitución necesitaban tan sólo mayoría simple, pero han obtenido una mayoría reforzada de dos tercios.

La presidenta ya ha comunicado la disolución de su Gobierno y ha vuelto a hablar de "golpe", poco antes de recibir la notificación oficial de suspensión, entregada por el senador Vicentinho Alves, primer secretario de la Cámara Alta, en el despacho que hasta ahora ocupaba Rousseff en el Palacio de Planalto.

En ese mismo despacho se instalará el vicepresidente, Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que la sustituirá de forma interina mientras se desarrolla el proceso contra Rousseff. El PMDB, la mayor fuerza política del país, ocupa por tercera vez la jefatura de Estado sin haber vencido nunca unas elecciones presidenciales.

Pasados los seis meses, el Senado puede decidir la destitución definitiva en una nueva votación en la que será imprescindible alcanzar, de nuevo, los dos tercios.

Miembros del Senado de Brasil durante el debate sobre la destitución de Dilma Rousseff, el 11 de mayo de 2016. REUTERS/Ueslei Marcelino

Miembros del Senado de Brasil durante el debate sobre la destitución de Dilma Rousseff, el 11 de mayo de 2016. REUTERS/Ueslei Marcelino REUTERS/Ueslei Marcelino

Sesión maratoniana

La votación ha culminado una sesión maratoniana de la Cámara Alta, que se inició en la mañana del miércoles y ha terminado en la madrugada del jueves, hora de Brasilia.

Durante todo este tiempo, cada senador (79 presentes, puesto que dos no han acudido) ha podido hacer uso de la palabra durante 15 minutos para explicar su postura, a favor o en contra del impeachment. Sobre las tres de la madrugada, 41 legisladores ya habían anunciado su voto positivo, por lo que estaba claro que la moción a favor de la destitución iba a triunfar.

Las acusaciones contra Rousseff se fundamentan en unas maniobras fiscales irregulares en las que el Gobierno incurrió en 2014 y 2015 a fin de maquillar sus resultados, que incluyeron la omisión de multimillonarias deudas con la banca pública.

Sólo los miembros del Partido de los Trabajadores, la formación de Rousseff y del expresidente Lula Da Silva, y algunos de sus escasos aliados han defendido a la mandataria. La senadora Gleisi Hoffmann, por ejemplo, ha advertido que destituir a la presidenta por la alteración de las cuentas es como "penalizar con pena de muerte una infracción de tráfico".

El abogado del Estado José Eduardo Cardozo, quien ha asumido la defensa de Rousseff, ha afirmado en que la destitución carece de sustento legal y ha advertido de que con su aprobación "Brasil se transformará en la mayor república bananera del planeta".

Los partidarios del impeachment, por su parte, han insistido en que la supuesta manipulación de las cuentas públicas es intolerable. Los senadores de la oposición han alegado también otros motivos, como el caso Petrobras (una red de corrupción en la petrolera estatal) y la grave crisis económica que atraviesa el país.

La decisión termina, al menos temporalmente, con 13 años de gobierno del PT en la mayor economía de América Latina. El partido ha intentado hasta última hora detener el procedimiento y para ello recurrió al Tribunal Supremo, que falló en su contra.

Un largo proceso

La decisión del Senado es un paso más en un largo trámite que puede durar meses. Este mismo jueves, el Senado deberá notificar oficialmente su decisión por separado a Rousseff y a Temer. La presidenta deberá abandonar Planalto, la sede del Ejecutivo, aunque podrá seguir viviendo en la residencia presidencial, la Alvorada. Rousseff ya comenzó el miércoles a desalojar su despacho.

Rousseff será separada del cargo durante los 180 días y Temer asumirá la presidencia de forma interina, aunque con plenos poderes, durante ese período.

A partir de la semana próxima, la comisión especial integrada por 21 senadores que analizó los méritos jurídicos de las acusaciones se reunirá para definir un calendario de trabajo para el juicio político propiamente dicho, que puede durar meses y en el que serán escuchados los testimonios de la parte acusadora y de la defensa.

También podrán ser citados testigos, tanto a favor como en contra de Rousseff, y será elaborado un informe final con las conclusiones. 

Ese informe será votado en la comisión y, en caso de ser aprobado por una mayoría simple, será enviado al pleno del Senado, que en una única sesión decidirá si Rousseff será finalmente destituida, para lo que será necesario una mayoría de dos tercios.

Si es absuelta, podrá recuperar el cargo; pero si es finalmente destituida, Temer completará el mandato, que vence el 1 de enero de 2019.