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Obama y Putin coinciden en la necesidad de una transición política en Siria liderada por los propios sirios

  • Para ello la ONU deberá mediar en negociaciones entre la oposición y el régimen sirio
  • Estiman en unos 18 meses la transición política en el país
  • El presidente de EE.UU. ha pedido a Putin que centre sus esfuerzos sobre el EI
  • La reunión ha tenido lugar al margen del G20 en Turquía

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Obama y Putin hablan con la guerra de Siria y los atentados de París como telón de fondo

El presidente de EEUU, Barack Obama, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, se han reunido en Turquía para tratar el conflicto en Siria, según ha informado la Casa Blanca, centrándose en la necesidad de una transición política y en que Rusia focalice sus esfuerzos sobre el terreno en el Estado Islámico.

El encuentro, celebrado al margen de la cumbre del G20 en el balneario turco de Antalya, duró unos 35 minutos en los que ambos líderes insistieron en la necesidad de una transición política, liderada y protagonizada por los propios sirios.

Además, Obama ha mencionado la importancia de que Rusia concentre sus esfuerzos militares en Siria en el grupo yihadista Estado Islámico (EI), según las fuentes de la Casa Blanca.

Ambos líderes reconocieron que una solución al conflicto sirio es más importante ahora en vista de los atentados de París el pasado viernes, en los que murieron 129 personas.

Obama y Putin han tomado nota del progreso diplomático alcanzado en Viena en las pasadas semanas, incluyendo las áreas de acuerdo formuladas el sábado por el grupo internacional de apoyo a Siria.

18 meses de transición

Una transición política en Siria, que Rusia estima duraría unos 18 meses, debe venir precedida por negociaciones mediadas por la ONU entre la oposición y el régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, así como un alto el fuego.

Los principales aliados y detractores internacionales del régimen sirio tratan desde hace varias semanas de acercar sus posiciones para poner en marcha un proceso de paz en ese país.

Por primera vez se reunieron en las pasadas semanas los ministros de Exteriores de los todos países involucrados de alguna forma en ese conflicto, incluyendo Arabia Saudí, aliado de la oposición siria, e Irán, principal aliado de Damasco.

En el centro de los debates sigue estando el futuro de Al Asad, pues mientras el bloque occidental (en el que se incluye a Arabia Saudí), exige que abandone el poder, Rusia e Irán sostienen que debe mantenerse, aunque no de forma indefinida.