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Birmania sentencia a 153 chinos con cadena perpetua por tala ilegal

  • En regiones remotas operan grupos que venden la madera al gigante asiático
  • Pekín expresa su "preocupación" por las abultadas condenas

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Deforestación en el sureste asiático
Deforestación en un bosque tropical de Indonesia

Un tribunal de justicia de Birmania (Myanmar) ha sentenciado a 153 nacionales chinos con cadena perpetua acusados de un delito de tala ilegal.

El Gobierno que heredó el poder de la extinta junta militar en 2011 prohibió el año pasado la exportación de madera en bruto en un intento por controlar la industria maderera, de la que China es el principal cliente.

Además de esas 153 sentencias a perpetuidad, otros dos menores, de 17 años, han sido condenados a 10 años de prisión y una mujer, sobre quien ya pesaba la condena perpetua, ha sido hallada culpable por posesión de droga, ha indicado Myint Swe, vicemagistrado del distrito de Myitkyina, en el norte del país, según la emisora Radio Free Asia citada por Efe.

La BBC precisa que las cadenas perpetuas habitualmente conllevan 20 años de prisión efectiva.

"Hemos intentado que la sentencia fuera lo más justa posible considerando también el punto de vista medioambiental", ha apuntado Swe.

El grupo fue arrestado el pasado enero cerca de la frontera con China en el estado de Kachin.

En esa región opera un grupo rebelde quien ha negado su implicación en este tráfico ilegal.

Con todo, analistas citados por medios occidentales denuncian que las mafias alcanzan acuerdos con los señores de la guerra de las zonas remotas del norte del país para que les garanticen paso y seguridad mientras proceden con la actividad en las selvas birmanas.

Tensión entre Birmania y China

En reacción a la sentencia anunciada este jueves, el ministerio chino de Exteriores ha emitido un comunicado en el que pide a Birmania “que se tome en serio las preocupaciones de China y que tenga todos los factores en cuenta para manejar adecuadamente este caso".

El caso tiene lugar en un momento de cierta tensión entre ambos países. Pekín fue el único país que apoyó a la Junta Militar que gobernó Birmania entre los años 60 y 2011, pero el actual gobierno birmano ha buscado un acercamiento a Estados Unidos como parte de la transición del régimen, lo que provoca recelos en su vecino del norte.

Por otra parte, el Ejército birmano combate a la minoría kokang cerca de la frontera suroeste de China. En abril, una bomba de un caza birmano provocó cinco muertos chinos y una decena de heridos lo que motivó la condena de China. Desde el estallido del conflicto, China ha acogido a decenas de miles de refugiados birmanos.

Birmania ha denunciado en varias ocasiones que los kokang, alrededor de un 90% de etnia han, como la mayoría en China, reciben ayuda de Pekín.