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Siete exconsejeros de Caja Madrid dicen al juez que las tarjetas opacas eran para uso personal

  • El fiscal pide fianzas civiles para María Enedina Álvarez y Jorge Gómez
  • También para José Ricardo Martínez Castro y Antonio Romero
  • Arturo Fernández defiende el gasto en sus propios restaurantes

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Siete exconsejeros de Caja Madrid declaran que recibieron las tarjetas opacas para uso personal

Otros siete exconsejeros de Caja Madrid que han declarado como imputados en la Audiencia Nacional por el escándalo de las tarjetas opacas al fisco han defendido que se les entregó para uso personal y que era la entidad la que se encargaba de tributar por ellas.

Este miércoles, el fiscal ha pedido fianzas civiles para cuatro de ellos -María Enedina Álvarez, que disfrutó de 47.000 euros; Jorge Gómez (98.200), José Ricardo Martínez Castro (44.200) y Antonio Romero (252.009)-, han informado fuentes jurídicas.

Mientras, ha dejado fuera de esta medida a Luis Blasco (51.700); Arturo Fernández (37.726), y Javier López Madrid porque devolvieron íntegramente lo gastado, mientras que a Carmen Cafranga (175.200) no ha solicitado cantidad alguna por el escaso tiempo que fue consejera, ya que entre 2003 a 2009, que estuvo en Caja Madrid fue miembro de la Comisión de Control.

Mala imagen y "enorme trastorno"

Siete de los ocho que han comparecido esta mañana, a excepción de Romero, han defendido que la entidad les facilitó una visa para uso personal, y alguno ha lamentado la mala imagen y "enorme trastorno" que ha provocado este asunto en su reputación.

Ha sido el caso de la expresidenta de Caja Madrid Carmen Cafranga, que ha explicado que el banco Santander le negó la concesión de un aval para regularizar su situación con Hacienda.

López Madrid ha llegado a afirmar que nunca fue consciente de que su asignación anual no se incluyese en su certificado de retenciones y que, de haberlo conocido, no solo habría devuelto su tarjeta, sino que también habría dimitido.

Un viaje familiar a Nueva York

Otros han apelado al uso responsable que dieron a su visa, de forma que Jorge Gómez ha señalado que en octubre 2012 se fue de viaje a Nueva York pero solo cargó a su visa su billete, mientras que el de su mujer y sus suegros corrieron a cargo de la suya propia.

Martínez Castro ha dicho que él hizo el esfuerzo por limitar sus gastos a la función de consejero, y que en 2010 sobrepasó por error en 4.000 euros su límite anual de 24.000, pero el exvicepresidente José Manuel Fernández Norniella, que es el que se la entregó, le informó de que le descontarían esa cifra al año siguiente.

La exconsejera María Enedina Álvarez ha precisado que cuando recibió la suya de manos de Norniella, quien le trasladó la existencia de un acuerdo con la Agencia Tributaria en materia de tributación, por lo que debía despreocuparse de este asunto.

María Enedina Álvarez intentó devolver un aparato de gimnasia

Ha respondido al juez Andreu que no recuerda uno de los cargos que realizó en una tienda de deportes, pero ha relatado que en una ocasión intentó devolver un aparato de gimnasia, por lo que trató de pedir, sin éxito, que le dejaran controlar sus gastos por internet.

Antonio Romero, que inicialmente estaba citado el martes, ha sido el único en decir que las tarjetas eran para gastos de representación y que alguna vez se llamó la atención a algún usuario por el uso que les estaba dando en la compra de electrodomésticos, a lo que ha añadido que no hubo cambios sobre el objeto de las visas entre los mandatos de Miguel Blesa y Rodrigo Rato.

Arturo Fernández defiende el gasto en sus restaurantes

El expresidente de la patronal madrileña CEIM Arturo Fernández ha justificado ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu los gastos que realizó con su 'tarjeta black' de Caja Madrid en sus propios restaurantes. "¿Por qué elegía los suyos?", le ha preguntado el magistrado. "Porque son más baratos y porque son míos", ha dicho.

El juez ha preguntado al antiguo líder de los empresarios madrileños -que gastó 37.300 euros con su tarjeta, 10.500 de ellos en sus propios restaurantes- si conocía el Grupo Cantoblanco. "Es de mi propiedad -ha dicho-. Las relaciones institucionales que tenía las hacía en mi restaurantes y luego periódicamente hacía una liquidación con mi cuenta personal". "¿Y así le redondeaba la cuenta?", le ha preguntado el juez. "Pues sí", ha contestado el empresario.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 también se ha interesado por un cargo que se produjo en navidades a la una menos diez de la madrugada. "Supongo que sería la chica que hace la cuenta", ha explicado Fernández antes de añadir que la visa era para "gastos personales" y que estaba convencido de que la entidad se ocupaba de la tributación.