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Kobani, un mes de resistencia numantina

  • La ciudad simboliza para los kurdos su aspiración de autonomía
  • EE.UU. ha contactado indirectamente con las milicias kurdas
  • Una victoria reforzaría la estrategia de Obama contra el EI, según los expertos

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Humo de las explosiones en Kobani, Siria, visto desde Turquía
Humo de las explosiones en Kobani, Siria, visto desde Turquía

Los yihadistas del Estado Islámico (EI) barrieron en pocos días la resistencia del Ejército iraquí en Mosul, abriendo la puerta a su expansión en Irak desde su bastión en la ciudad siria de Raqqa. Pero Kobani ha demostrado ser un hueso más duro de roer.

Después de un mes de asedio, la defensa de las milicias kurdas y los bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos han evitado que los yihadistas se hagan con esta localidad fronteriza con Turquía. En los últimos días, el EI ha tenido que retirarse de las calles en las que había llegado a hacer ondear su bandera.

Estados Unidos y Turquía han vaticinado en varias ocasiones la "caída inminente" de la ciudad, pero su resistencia numantina está llevando a Washington a estrechar la colaboración con sus defensores, a los que Ankara considera terroristas.

Moral alta, apoyo local y organización

"La mitad de la ciudad está destruida, tres hospitales se han venido abajo. La localidad está bloqueada por todos lados. En la frontera con Turquía, al norte, hay 10.000 personas que no pueden pasar, y son pasto de los cañones", asegura a RTVE.es el doctor Mustafá Abdi. Este doctor reside desde hace dos décadas en España pero procede de Kobani y allí tiene aún familiares.

"Los que están luchando contra el EI tienen la moral muy fuerte. Para invadir Mosul tardarón un día, en Raqqa tampoco tardaron mucho, pero con Kobani, con la voluntad de su gente, no han podido hasta ahora", asegura este médico.

Kurdos de Kobani residentes en España temen por sus familias

Kamran Matin, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Sussex y de origen kurdo-iraní, cree que la falta de apoyo local explica el fracaso del EI para tomar una ciudad mucho más pequeña que Mosul (la población originaria de Kobani era de 50.000 habitantes, que se multiplicó por diez con la llegada de refugiados de la guerra civil siria).

"En Mosul hubo un significativo apoyo al EI por parte de los suníes, descontentos con el gobierno iraquí de Nuri Al Maliki, y faltó organización interna en el Ejército iraquí. En las regiones kurdas no cuentan con ningún apoyo y los defensores de Kobani están bien organizados y resueltos a resistir", explica a RTVE.es.

La defensa de Kobani está en manos de las Unidades Populares de Protección (YPG), formadas en torno al Partido de la Unidad Democrática (PYD).

Kobani, símbolo para los kurdos de Siria

¿Cuál es la importancia de Kobani, qué justifica una resistencia con armas ligeras frente a tanques y artillería? Sus habitantes se exponen a ser masacrados por el EI, según la ONU, por lo que en primer lugar luchan para evitar la muerte o el exilio. Pero para los kurdos la ciudad es sobre todo un símbolo, según los expertos consultados.

En el momento en el que empezó la revuelta contra el régimen de Bachar al Asad, las zonas de mayoría kurda al norte de Alepo pasaron a estar bajo control de milicias locales. La región (conocida por los kurdos como Rojava o "Kurdistán occidental") se organizó en tres cantones o zonas autónomas sin conexión territorial: Kobani en el centro, Afrin, al oeste, y Jaziré, al nordeste.

En ellas se ha puesto en práctica, según aseguran Kamran Matin y Mustafá Abdi, una incipiente democracia comunal, en la que están representadas las distintas religiones y etnias y las mujeres. De hecho, las mujeres también han tomado las armas en Kobani y el liderazgo militar es paritario.

La caída de la localidad sería un duro golpe para las aspiraciones de los kurdos de Siria, que se miran en el modelo de la región autónoma del Kurdistán iraquí.

Para los yihadistas, por el contrario, tomar Kobani supondría extender su control de la frontera sirio-turca (controlarían 400 de sus 900 kilómetros). Su objetivo no es amenazar a Turquía, sino unir los territorios conquistados entre Irak y la ciudad siria de Alepo, posiblemente su siguiente objetivo.

"Turquía es miembro de la OTAN y cualquier ataque sería respondido. Las aspiraciones del EI hoy por hoy se reducen a afianzar posiciones en Siria e Irak y no abrir nuevos frentes", afirma Ignacio Álvarez-Osorio, profesor de la Universidad de Alicante y experto en Oriente Medio.

Si, por el contrario, no son capaces de doblegar a los kurdos, el prestigio militar del EI se verá muy mermado.

El dilema de Turquía

Las columnas de humo de las explosiones en Kobani son perfectamente visibles desde las colinas turcas, al otro lado de la frontera, y hasta el país vecino han huido más de 200.000 refugiados. Pero hasta el momento, Turquía ha resistido las presiones internacionales, sobre todo de EE.UU., para ayudar a los combatientes de la ciudad. No ha permitido ni la entrada de armas ni la de voluntarios, no participa en los ataques aéreos sobre el EI ni ha autorizado el uso de sus bases aéreas.

La comunidad kurda en Turquía (unos 14 millones) acusa al Gobierno de "inacción" y ha protagonizado violentas protestas con decenas de muertos.

No hay que olvidar que el Estado turco libra además un largo conflicto armado con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que se ha cobrado 40.000 vidas. Ankara considera al PYD sirio como una mera pantalla del PKK, por lo que ayudar a los defensores de Kobani supone ayudar al PKK, su enemigo.

Por otro lado, es más que probable que si Kobani cae arrastre consigo el precario alto el fuego pactado en 2013 entre el PKK y Turquía.

La posición de Turquía no es fácil, según advierte Eduard Soler, coordinador del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona (CIDOB). "Cuando temes a dos enemigos, lo mejor es que se debiliten entre sí. Pero de ahí no debemos inferir que Turquía quiere que se consolide el EI", declara a RTVE.es.

La opinión pública turca, asegura Soler, no quiere verse arrastrada a una guerra salvo que sea en respuesta a un ataque. "El Gobierno turco solo se implicaría si es con un objetivo más amplio: lograr la caída de Bachar al Asad", dice el investigador del CIDOB.

EE.UU. aumenta su cooperación con los kurdos

Ante la postura de Turquía, Estados Unidos está multiplicando sus contactos con las milicias kurdas. Los jefes militares del YPG han comenzado a identificar objetivos para los aviones estadounidenses y el Departamento de Estado ha reconocido contactos indirectos en París.

El objetivo de Washington, según coinciden los expertos consultados, es presionar a Ankara para que, al menos, ceda sus bases aéreas, y garantizar una victoria sobre el EI que apuntale la estrategia de Barack Obama.

"Si ayudan a los kurdos en Kobani y la ciudad no cae, al menos podrán decir que su estrategia de bombardeos aéreos ha tenido éxito allí. Si cae, toda la estrategia estará desacreditada y se hablará de la necesidad de poner tropas sobre el terreno", declara Kamran Matin.

Álvarez-Osorio recuerda que el plan del presidente de Estados Unidos para acabar con los yihadistas está recibiendo ácidas críticas tanto de los republicanos como de algunos demócratas, como Hillary Clinton. Kobani, por tanto, puede ser también el símbolo que afiance o condene la apuesta de Obama en la guerra contra el Estado Islámico.