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La misión Cassini identifica 101 géiseres en erupción en una luna de Saturno

  • Expulsan diminutas partículas de hielo y vapor de agua
  • Los científicos piensan que el agua podría provenir del subsuelo
  • El agua procede del mar que se encuentra debajo de la capa de hielo

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Superficie de la luna de Saturno Encélado.
Superficie de la luna de Saturno Encélado.

Los científicos de la misión de la NASA Cassini han identificado 101 géiseres en erupción en una luna de hielo de Saturno, Encélado, hallazgo que sugiere la posibilidad de que el agua llegue a la superficie desde el subsuelo del satélite.

El descubrimiento, así como las claves de cómo se producen estas erupciones se han publicado en dos artículos de la revista Astronomical Journal, según ha informado la NASA.

Durante un período de casi siete años, las cámaras de Cassini han estado sondeado el terreno del polo sur de Encélado, una cuenca geológica que según indica la NASA se reconoce por cuatro prominentes fracturas y los géiseres con pequeñas partículas de hielo y vapor de agua avistados por primera vez hace diez años.

Enigmática llegada del agua a la superficie

Distintas imágenes captadas por la sonda han revelado que las fracturas permitían el paso de vapor de agua desde el subsuelo hasta alcanzar la superficie.

Como afirma la agencia espacial estadounidense, antes de que se publicara este estudio no estaba claro el proceso por el que se producía el fenómeno ni tampoco si el exceso de calor emitido por Encélado estaba relacionado con la actividad de los géiseres.

Para localizarlos, los investigadores emplearon el mismo proceso de triangulación topográfica utilizado históricamente para estudiar las características geológicas de la Tierra.

Cuando compararon los lugares en los que estaban ubicados los géiseres con los mapas de emisión térmica de baja resolución, comprobaron que su mayor actividad coincidía con la mayor radiación térmica.

Origen del agua

Para conocer la correlación entre ambos fenómenos, los investigadores compararon a su vez esos resultados con otros datos de alta resolución obtenidos por instrumentos de detección de calor de Cassini en 2010.

Así encontraron géiseres individuales que coincidían con pequeños puntos calientes de la escala de hasta una decena de metros, demasiado pequeños para producirse por el calor de la fricción, pero con un tamaño suficiente para ser la consecuencia del vapor emitido por las paredes de las fracturas.

"Una vez tuvimos estos resultados supimos de inmediato que el calor no estaba causando por los géiseres, sino al revés", ha comentado Carolyn Porco, al frente del equipo de imágenes de Cassini en el Instituto de Ciencias Espaciales y autora principal del primer artículo. "También nos indicaban que los géiseres no son un fenómeno cercano a la superficie, y tienen un origen mucho más profundo", remató.

A través de este reciente análisis de los datos de gravedad de la sonda Cassini, los investigadores han concluido que el único origen posible del material que forma los géiseres es el mar que se encuentra debajo de la capa de hielo y del que ya se conoce su existencia.