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El capitán del Costa Concordia expresa su "dolor indeleble" en el segundo aniversario del naufragio

  • Francesco Schettino difunde una nota mientras continúa su juicio
  • Familiares de los 32 fallecidos celebrarán una ceremonia en Giglio

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Se cumplen dos años del naufragio del Costa Concordia

Francesco Schettino, capitán del Costa Concordia, el crucero italiano naufragado hace ahora exactamente dos años, ha expresado su "dolor indeleble" por el accidente que costó la vida a 32 personas frente a las costas de la isla de Giglio.

"Expreso mi profundo pesar y renuevo mi cercanía a los familiares de las víctimas. Me uno al silencio conmemorativo que se guardará hoy (...) y que renueva un dolor indeleble para todos nosotros", ha afirmado Schettino en una nota.

Schettino afronta desde el pasado julio un proceso en el que se le acusa de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra el escollo que provocó el naufragio del gigantesco barco en la noche del 13 de enero de 2012.

El capitán no ha acudido este lunes a la audiencia que se celebra en Grosseto ya que como estaba previsto se aplazó al próximo 27 de enero debido a una huelga de abogados.

Pero algunas víctimas del naufragio se concentrarán junto con sus abogados fuera del teatro en el que se está celebrando el juicio para recordar la tragedia.

Recuerdo en la isla de Giglio

También en la isla de Giglio se recordará a las víctimas en una ceremonia en la que se arrojará una corona de flores al mar, mientras por la noche se celebrará una marcha con antorchas desde la Iglesia de la localidad hasta el muelle.

En las aguas del Giglio continúa varado el enorme crucero, enderezado el pasado septiembre y que ahora espera ser remolcado, previsiblemente en junio, y trasladado a un puerto para su desguace.

En la noche del 13 de enero de 2012, los 4.229 pasajeros y miembros de la tripulación se encontraban en el momento de la cena cuando se oyó un enorme estruendo y el barco se sacudió haciendo caer las mesas.

El crucero Costa Concordia de la compañía Costa Cruceros acababa de chocar contra un escollo durante una maniobra realizada por el capitán para acercase a la costa de la isla de Giglio en una maniobra que se conoce como un "saludo" y que se había hecho en otras ocasiones, pero esta vez algo falló.

Desde el impacto hasta que se produjo el desembarco de los pasajeros pasaron varias horas sin que nadie diese la orden de abandonar el barco e incluso los tripulantes recibieron disposiciones para que tranquilizasen a los pasajeros y los mandasen a sus camarotes.

Tras el impacto el crucero navegó durante algunas millas y debido a la entrada de agua, se inclinó poco a poco y finalmente quedó encallado a pocos metros de la costa.

Debido a la entrada de agua que inundó los camarotes y en el improvisado desembarque de los pasajeros, murieron 32 personas, entre ellas un español y dos peruanos.

Mientras se sigue celebrando el juicio contra Schettino, el pasado 20 de julio, el juez de la audiencia preliminar Pietro Molino confirmó las penas de 23 meses y 18 meses a los oficiales Ciro Ambrosio y Silvia Coronica, respectivamente; de 20 meses al timonel Jacob Rusli; de 30 al jefe de a bordo, Manrico Giampedroni, y de 34 meses a Roberto Ferrarini, jefe de la unidad de crisis en tierra de Costa Cruceros, la naviera propietaria.

En las fases previas al proceso, Costa Cruceros llegó a un acuerdo por el que deberá pagar un millón de euros como sanción administrativa.