Enlaces accesibilidad
Accidente de tren Santiago

El maquinista dijo que iba a 190 km/h en la conversación transcrita que mantuvo con la sala

  • Según la transcripción de las conversaciones, dijo que se quería "morir"
  • El maquinista permanece bajo custodia policial a la espera de declarar

Por

El maquinista del tren del accidente de Santiago de Compostela reconoció que iba a 190 kilómetros por hora en un tramo limitado a 80 en la conversación que mantuvo con la sala ferroviaria después del siniestro, según la transcripción que se conoció este jueves a última hora de la noche y que ha sido incorporada a la investigación.

RTVE.es informó por error de que se trataba de la transcripción de la caja negra, pero el jefe Superior de Policía de Galicia, Jaime Iglesias, ha afirmado este viernes que la caja negra aún no ha sido abierta y que está en custodia policial pendiente de ser analizada "bajo tutela judicial".

Lo que sí se ha podido realizar ya es un primer análisis de las transcripciones de las conversaciones, que forman parte del material que se ha facilitado, junto con imágenes de al menos dos cámaras de vídeo, una de ellas ubicada en la salida del túnel, según informa Europa Press.

Según la transcripción a la que ha tenido acesso esta agencia, el maquinista dijo que se quería "morir", una vez que fue consciente de  que el convoy había descarrilado a la altura de una curva ubicada en  el lugar de Angrois.

"La he jodido", figura en las transcripciones de esas  conversaciones que ya han sido incorporadas a las indagaciones sobre  las causas del siniestro.

El juez tomará declaración al maquinista

El maquinista Francisco José G.A. permanece en el hospital Clínico  bajo custodia policial, a la espera de prestar su testimonio, probablemente este viernes, una vez  que el juez que lleva el caso, el titular del Juzgado de Instrucción  número 3 de Santiago de Compostela, haya ordenado a la Policía Judicial  tomarle declaración como imputado.

Fuentes de Renfe han asegurado a Efe que no han podido realizar al maquinista la prueba de alcoholemia protocolaria tras los accidentes, porque desde un principio ha quedado bajo la custodia de la policía judicial.