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El forense Etxebarría asegura que los restos de la hoguera de Bretón son de origen humano

  • Los dientes "eran claramente de humanos" y se quemaron "cuerpos"
  • Etxebarria está declarando este miécoles en el juicio a Bretón
  • La perito que dijo que eran de animales reconoce que se equivocó

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El forense Etxeberria asegura que restos de la hoguera de Bretón son de origen humano

Los peritos forenses que analizaron los huesos hallados en la finca de Las Quemadillas, han comparecido esta mañana en la Audiencia Provincial de Córdoba, en el juicio contra José Bretón. El antropólogo forense Francisco Etxeberría, ha explicado las conclusiones de su informe y ha insistido en que los restos óseos de la hoguera son de origen humano. Por su parte, la antropológa forende de la Policía Nacional, Josefina Lamas, que dictaminó que los huesos eran de animales, ha confirmado su error y ha reconocido que eran huesos humanos.

Etxeberría ha explicado que pasó de lo "posible a lo probable y a la certeza" desde que vio la primera fotografía hasta que analizó los restos en Madrid el 14 de agosto de 2012, mientras que la "confirmación" llegó al comprobar que los dientes "eran claramente de humanos", informa Efe.

Este forense ha usado una presentación con fotografías de los restos óseos que examinó para explicar sus conclusiones al jurado.

Etxebarría ha asegurado que al  comparar la morfología de huesos de niños de la misma edad de Ruth y  José con los que él estudió, la conclusión es inequívoca, son humanos.

Además, ha añadido, por la segmentación y fracturas que presentan los huesos,  ha deducido que no se quemaron "huesos secos, sino huesos con partes  blandas", es decir, en la hoguera se quemaron "cuerpos" de dos  niños, informa Europa Press.

El forense ha relatado que tuvo contacto con el caso al hablar con su amigo Luis Alviall, responsable del georadar que se utilizó en la finca de "Las Quemadillas" para buscar algún rastro de los menores.

Tras esa primera conversación, estableció contacto con María del Reposo Carrero, abogada de Ruth Ortiz, madre de los niños, y le comentó que sería conveniente analizar los restos óseos, ya que es "complicado determinar su origen animal o humano si están muy fragmentados".

El forense tomó contacto con los restos óseos diez meses después del dictamen de la perito policial, Josefina Lamas, que aseguró en un primer informe que los restos era de origen animal y que también ha declarado este miércoles.

Etxeberria ha expuesto ante el tribunal que para comparar los restos utilizó esqueletos de humanos inmaduros y tras realizar hasta 142 fotografías llegó a la conclusión "absoluta" de que eran de origen humano.

Al detectar hasta dos huesos del tobillo y otros tantos del cráneo, tuvo la certeza de que los restos pertenecían a "dos humanos distintos", mientras que al comprobar el grado de calcinación y la morfología pudo asegurar que se quemaron cuerpos en lugar de huesos y la temperatura de la hoguera superó los 800 grados.

Asimismo, Etxeberria ha podido determinar la posición que ocupaba el cuerpo del mayor de los niños en la hoguera, aunque no ha podido hacer lo mismo con el del más pequeño, debido a que "había muy pocos huesos".

Muerte de "forma violenta" y de origen "homicida"

También ha asegurado el forense que, aunque no puede determinar las causas de la muerte, desde el punto de vista de la medicina legal se produjo de "forma violenta" y tuvo un origen "homicida".

Ha añadido que el nivel de calor que alcanzó la hoguera y debido a la calcinación de los restos "es imposible extraer ADN", mientras que ha calificado de "imposible" que no se quemara otra cosa que no fuera "cuerpos humanos y de niños de 2 y 6 años", edades que coinciden con las de los hijos de Bretón cuando denunció su desaparición el 8 de octubre de 2011.

Etxeberria ha explicado que el hecho de realizar el análisis diez meses después de hallar los huesos en la hoguera "no implica diferencias en los resultados".

El forense ha manifestado que desconoce por qué no aparece en el acta de su intervención el "desprecinto" de la caja en la que se encontraban los huesos, si bien ha asegurado que "nunca se rompió la cadena de custodia".

Además, ha precisado que entre los restos analizados "no existe ninguno de origen animal", una conclusión totalmente diferente a la que llegó la perito policial Josefina Lamas, quien no encontró ningún hueso de origen humano.

En este sentido, el forense ha defendido la "profesionalidad" de la perito policial, aunque ha considerado que el posible error se ha podido deber a la "inexperiencia" en trabajar con restos incinerados.

La perito rectificó su informe al darse cuenta de su error por "iluminación"

Por su parte, Josefina Lamas, ha manifestado que rectificó su primer dictamen en septiembre de 2012, al darse cuenta de su error en un momento de "iluminación". Fue tras ver unas fotografías de los huesos realizadas por Etxeberría y llegó a la conclusión de que se había equivocado y que “los restos eran de naturaleza humana”. 

Aunque, Lamas ha asegurado que en la finca también recogió restos óseos de “pequeños animales”, que se quemaron estando ya “descarnados y secos”, mientras que los restos óseos humanos “eran frescos”.

Según la forense, en la hoguera "había muchos restos de animales y otros que, al final, han resultado ser humanos". Ella pensó que la mujer de Bretón, Ruth Ortiz, al ser veterinaria, podía tener una colección de comparación de huesos de animales que su marido hubiese quemado. 

Además, cree que "posiblemente habría llegado a conclusiones distintas" de las que alcanzó en noviembre de 2011 si se le hubiera permitido examinar los restos en los laboratorios de Madrid, en lugar de hacerlo en Córdoba. Asegura que en la capital madrileña habría contado con más medios materiales y con el apoyo de otros profesionales. Ha lamentado también que no pudiera hacer su análisis en "condiciones adecuadas" ya que "entraba y salía mucha gente" del cuarto donde estaba analizando los restos.

La perito asegura que la finca fue manipulada

En el juicio, Lamas ha dicho también que la hoguera había sido manipulada cuando ella llegó a la finca por primera vez, en comparación con las imágenes de la hoguera tomadas por la Policía anteriormente. Señala que había "una serie de elementos que no estaban en el mismo lugar" y además, varios policías le dijeron que la hoguera "había sido removida". 

También ha comentado que oyó un comentario por parte de la Policía Científica de Córdoba que "los huesos se fueron de copas", se sacaron de la comisaría madrileña donde estaban custodiados y "se llevaronn", entre el 26 de julio y el 2 o el 3 de agosto de 2012, a "un bar o restaurante donde se le enseñaron al doctor Etxeberría". Apunta que "no deja de ser un cotilleo de patio de vecinos", ya que ella no puede afirmar si esto ocurrió realmente. 

Por su parte, el doctor Etxeberría ha asegurado que "es rigurosamente falso que haya visto los restos sin tener autorización del juez y menos en un bar". Ha insistido en que los vio por primera vez el 14 de agosto en la comisaría de Madrid donde se los custodiaba y que "es un disparate", ya que a él nadie le enseñó antes los huesos "y menos en un bar".

Más declaraciones de otros peritos

El resto de peritos que han prestado declaración este miércoles en el juicio, en relación con los informes que emitieron en su día tras examinar los restos óseos de la hoguera, han coincidido en afirmar que tales restos son humanos.

Así lo ha manifestado el forense José María Bermúdez de Castro y los forenses de la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid Bernardo Perea, José Antonio Sánchez y Enrique Dorado. Además de dos facultativas del Instituto Nacional de Toxicología y los peritos de la Asociación Profesional de Bioarqueología Javier Escudero, Marta Díaz-Zorita, Inmaculada López y Esther Mora. 

En concreto, José María Bermúdez de Castro ya tuvo la impresión, apenas se abrió la caja que contenía los huesos, de que estaba ante restos humanos, aunque lo confirmó cuando empezó a ver los dientes y al observar otras muestras "inequivocamente humanas",  como partes de un fémur. 

Los forenses de la Complutense han dicho haber examinado restos dentarios de un solo individuo y de unos seis años de edad. En cuanto a si los huesos que estudiaron fueron los mismos que los de la hoguera, han indicado que ellos examinaron los mismos que identificaron como presentes en las fotos realizadas de la hoguera, antes de la recuperación de los restos óseos de la misma. 

Las dos facultativas del Instituto Nacional de Toxicología han ratificado igualmente el informe pericial del doctor Etxeberría, mientras que los peritos de la Asociación de Bioarqueología ha determinado que no hay restos óseos de animales y que son todos humanos.