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Caracas acusa a Bogotá de "conspiración" por el recibimiento de Santos a Capriles

  • Venezuela da por rotas las buenas relaciones con su vecino
  • El líder opositor emprende una gira regional para denunciar al chavismo

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Santos (derecha) recibe a Capriles en Casa Nariño, sede de la presidencia colombiana.
Santos (derecha) recibe a Capriles en Casa Nariño, sede de la presidencia colombiana.

Caracas ha acusado a Bogotá de “conspirar” en su contra después de que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, haya recibido al líder opositor venezolano, Henrique Capriles, que lleva a cabo una gira regional para denunciar al chavismo tras su ajustada derrota en las recientes elecciones.

Capriles, que fue el principal rival de Nicolás Maduro y sigue sin reconcer el triunfo del socialista, fue recibido el miércoles en una audiencia privada por el jefe del Estado colombiano, el conservador Juan Manuel Santos.

El canciller venezolano, Elías Jaua, afirmó que con esa entrevista "se confirma que desde Bogotá hay una conspiración abierta contra la paz en Venezuela" que alcanza "los más altos poderes del Estado colombiano".

El Gobierno venezolano "lamenta profundamente que el presidente Santos haya dado un paso que de manera dolorosa nos va a llevar a un descarrilamiento de las buenas relaciones" bilaterales, añadió el ministro de Exteriores.

El papel de Uribe

Colombia y Venezuela, que comparten una porosa frontera en la selva, registran periódicamente crisis en sus relaciones. Estas fueron especialmente tensas en algunos periodos de los mandatos de Hugo Chávez y Álvaro Uribe, aunque con su sucesor Santos se habían mejorado notablemente, como se demostró en los funerales en marzo del líder venezolano.

De hecho, el chavismo había mostrado su irritación previa al encuentro de Capriles con Santos por la supuesta entrevista que el opositor venezolano había mantenido también con Uribe, que en los últimos tiempos se ha distanciado del que fuera su delfín escorándose más hacia la derecha. Maduro acusó hace unas semanas a Uribe de querer asesinarle.

Capriles ha negado que Uribe estuviera en su "agenda transparente" de encuentros, que sí inclutó a los presidentes de las dos cámaras colombianas. El líder conservador venezolano, que impugnó las elecciones del pasado 14 de abril que Maduro ganó con un margen de un 1,5% de los votos, denunció la debilidad de las instituciones venezolanas y dijo que esa realidad debe "prender las alarmas" en los organismos internacionales.

"Lo que queremos es que este problema institucional, la falta de transparencia de las instituciones, el deterioro de la democracia lleguen a (conocimiento de) Colombia y América Latina", expresó Capriles, quien reveló piensa visitar "otros países" de la región, sin dar precisiones, informa Efe.

Obstáculo para el proceso de paz colombiano

Por su parte, el canciller Jaua anunció además que Maduro pidió el regreso a Venezuela de su representante en La Habana para el proceso de paz en Colombia, Roy Chaderton, para evaluar la participación de Caracas en esas negociaciones entre Bogotá y las FARC, aunque aclaró que aún no se ha tomado una medida al respecto.

"Es lamentable para ambos pueblos" que mientras el Gobierno de Venezuela "está haciendo esfuerzos denodados" para lograr la paz en Colombia, a cambio "reciba como respuesta de las instituciones del Estado colombiano en Bogotá el aliento y el estimulo a quienes pretenden desestabilizar la paz en Venezuela".

Por su parte, la canciller colombiana, María Ángela Holguín, dijo que su Gobierno tratará "de manera directa" los temas diplomáticos con Venezuela, en respuesta a las críticas de Caracas por la reunión entre Santos y Capriles.

"En aras de mantenernos alejados de la diplomacia de micrófonos que es tan dañina, trataremos este tema de manera directa con el Gobierno Venezolano", dijo Holguín.