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La Justicia de Guatemala ordena enjuiciar al exdictador Ríos Montt por genocidio

  • El exmilitar, de 86 años, está acusado de la masacare de cientos de indígenas
  • La justicia también procesa a otro general retirado, José Mauricio Rodríguez

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Guatemala enjuiciará al exdictador Ríos Montt por genocidio

La Justicia de Guatemala ha ordenado enjuiciar al exgeneral golpista y exjefe del Estado José Efraín Ríos Montt, y su antiguo colaborador, el también general retirado José Mauricio Rodríguez, por delitos de genocidio y crímenes contra la humanidad.

El juez Miguel Ángel Gálvez, titular del Juzgado de lo penal Primero B de Mayor Riesgo, ha resuelto que hay suficientes indicios sobre la responsabilidad de ambos militares en los asesinatos de 1.771 indígenas ixiles a manos de las Fuerzas Armadas entre marzo de 1982 y agosto de 1983.

Será el primer proceso por genocidio al que sea sometido en Guatemala un ex alto cargo castrense como Ríos Montt, junto a uno de sus colaboradores, el exgeneral José Mauricio Rodríguez. También será el primer ex dictador centroamericano en ser enjuiciado por crímenes de lesa humanidad cometidos durante su mandato.

"Tierra arrasada"

La Fiscalía guatemalteca considera que Ríos Montt desempeño un papel fundamental en la estrategia de "tierra arrasada" impulsada por el Ejército, del que entonces era Comandante General, para combatir a las fuerzas insurgentes.

Desde 1974, cuando se presentó como candidato presidencial del desaparecido partido Democracia Cristiana, hasta la fecha, este militar retirado de 86 años ha sido uno de los más destacados protagonistas de la vida política de Guatemala.

Resaltó como militar de línea dura, pastor de una congregación evangélica fundamentalista, mesiánico líder político de derechas, eterno aspirante a la Presidencia e icono de la brutal represión desata por las Fuerzas Armadas durante los años más cruentos de la guerra interna que vivió Guatemala entre 1960 y 1996.

El 23 de marzo de 1982 integró la Junta Militar designada por los oficiales jóvenes del Ejército que por medio de un golpe de Estado derrocaron al entonces presidente, el general Fernando Romeo Lucas García. Tres meses después disolvió la Junta Militar y se autoproclamó Jefe de Estado y Comandante General del Ejército.

Una de sus primeras medidas fue poner en marcha los Tribunales de Fuero Especial, en los que jueces con el rostro cubierto condenaron a muerte a 16 personas, y obligar a los indígenas a integrarse a las denominadas Patrullas de Autodefensa Civil, grupos paramilitares de control y represión.

Según diversas fuentes académicas y defensores de los derechos humanos, durante los 15 meses que Ríos Montt gobernó de facto el Ejército perpetró más de 250 matanzas colectivas de indígenas, sobre todo en las zonas del oeste y noroeste del país, en las que murieron más de 25.000 personas.

Difícil camino para juzgarle

El 8 de agosto de 1983 Ríos Montt fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por su entonces ministro de la Defensa, general Óscar Humberto Mejía Víctores, quien gobernó el país hasta enero de 1986, cuando se instauró la democracia.

A finales de 1989 Ríos Montt, junto a un grupo de antiguos militares y políticos de extrema derecha, fundó el Frente Republicano Guatemalteco (FRG), el partido que le permitió ser reelegido como diputado del Congreso desde 1994 hasta 2012, cuando concluyó su último período legislativo.

A pesar de que la Constitución guatemalteca prohíbe a caudillos y golpistas presentarse como candidatos a la Presidencia, Ríos Montt logró el apoyo de la Corte de Constitucionalidad para inscribirse como aspirante al cargo en las elecciones de 2003.

La Justicia empezó a acercarse al general para que respondiera por los crímenes cuando en diciembre de 1999 la premio Nobel de la Paz 1992, la líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, presentó una querella contra ocho ex altos cargos militares, Ríos Montt entre ellos, ante la Audiencia Nacional de España, que llegó a pedir su extradición sin éxito.

En enero de 2012, tras cumplir su último período como diputado y perder la inmunidad, Ríos Montt se presentó ante la Justicia para afrontar las acusaciones contra él presentadas en 2007, y una jueza lo incluyó en el proceso y ordenó su arresto domiciliario.

Con todo, las víctimas siguen enfrentándose a la resistencia de altas instancias del país para acceder a la Justicia. Hace un mes, el presidente Otto Pérez Molina, también alto mando militar en la dictadura, anunció que su país no reconocería los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos anteriores a 1987, una decisión que tuvo que retirar días después tras las críticas recibidas dentro y fuera del país.