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Los forenses del último informe sobre Ruth y José confirman que los huesos son de dos niños

  • Los huesos, muy deteriorados, son de un niño de seis años y otro de dos o tres
  • Los antropólogos ven muy difícil la obtención de ADN de los restos óseos
  • Es el quinto informe sobre los restos, el cuarto que confirma que son humanos
  • Este estudio, de la Complutense, es uno de los dos que encargó el juez

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Expertos forenses ratifican que los restos de Las Quemadillas son inequívocamente humanos y de niños

Los huesos de la hoguera de la finca de Las Quemadillas, donde se ha buscado en los últimos meses a los niños de Córdoba desaparecidos Ruth y José, son "inequívocamente humanos" y pertenecen a dos menores, uno de seis y otro de dos o tres años, según un nuevo análisis elaborado por antropólogos forentes de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Son las conclusiones del quinto informe que se ha realizado sobre los  restos óseos y el cuarto que concluye que son huesos de personas, en  contra del primero de la Policial Científica, que apuntó que eran  de animales.

Este equipo de expertos de la Complutense ha destacado este jueves que los huesos están "muy deteriorados", pero que son humanos. Sin embargo, no se podrá saber cómo murieron y será difícil extraer ADN.

Las conclusiones han sido expuestas por el director de la Escuela de Medicina Legal de la UCM y experto en odontología forense, Bernardo Perea, en la rueda de prensa en las que ha dado a conocer las conclusiones del dictamen pericial de los restos encargado a esta universidad por el juez de instrucción número 4 de Córdoba, José Luis Rodríguez Lainz.

El instructor del caso de Ruth y José encargó dos nuevos estudios (este y otro al Instituto Nacional de Toxicología) tras conocerse la existencia de los dos informes del prestigioso antropólogo Francisco Etxebarria Gabilondo y del experto en Atapuerca José María Bermúdez de Castro, que concluían que los huesos eran humanos en contra de lo afirmado por la Policía Científica en un primer momento.

Tras conocer los resultados de los últimos informes, tanto el de Toxicología como el de la Universidad Complutense, el magistrado encargado del caso imputó a José Bretón, padre de los dos niños desaparecidos dos delitos de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco.

El juez decidió además levantar el secreto parcial de sumario decretado la semana pasada, por lo que las partes implicadas en el caso podrán solicitar las diligencias que consideren oportunas, informa Efe.

Por su parte, la Policía Nacional destituyó a la forense del primer intorme que concluyó que los restos eran de animales y no de personas y abrió una investigación interna.

Un niños de seis y otro menor de dos o tres años

El dictamen del equipo de Medicina Legal y Forense de la UCM, que coincide en "la práctica totalidad" con las conclusiones de Etxebarria, determina que "hay restos inequívocamente humanos y ninguno con características de animal".

Además, el informe elaborado por Perea junto con los también antropólogos forenses José Antonio Sánchez y Enrique Dorado, dictamina que los restos óseos corresponden a dos personas que, "por sus características métricas y morfológicas", pertenecen a dos menores.

"Uno claramente en torno a los seis años y otro que presentaba un grado de maduración menor, en el que los indicios existentes sitúan en torno a los dos años", ha dicho el doctor, antes de subrayar que en este último caso los huesos hallados están "más deteriorados".

En este sentido, Perea ha afirmado que los restos encontrados dos días después de la desaparición de los menores en una hoguera de la finca Las Quemadillas (Córdoba), el pasado 8 de octubre, "presentan un importante deterioro por el efecto del calor" y están "muy fragmentados".

No se podrá conocer cómo murieron

Por ello, "no hay datos para determinar el sexo de los restos" ni para discernir "el mecanismo de la muerte", al tiempo que ve "improbable extraer de los restos material de ADN que permita identificar si los huesos pertenecen a los hermanos Ruth y José Bretón.

El doctor Perea también ha señalado que se han perdido muchos huesos en la cremación de los mismos, especialmente dientes y huesos que corresponderían al menor de los cuerpos.

Preguntado por el tiempo que el equipo ha empleado para llegar a la conclusión de que los restos pertenecen a humanos, Perea ha afirmado que "en una primera apariencia eran humanos" y que su primer análisis les llevó "unas cinco o seis horas", aunque luego examinaron los huesos "más detenidamente".

Con todo, ha precisado que no ha sido necesario aplicar técnicas de análisis microscópico, pues las características métricas de los restos hallados eran "suficientemente evidentes" para determinar que se trataba de humanos.

Según ha explicado el experto Enrique Dorado, responsable del Laboratorio de Antropología del Instituto Anatómico Forense, tampoco puede extraerse del análisis de los huesos que los cuerpos fueran quemados vivos o muertos.

Sobre el error del primer informe elaborado por una facultativa de Policía Científica que dijo que los restos eran de animales, el equipo de forenses de la Universidad ha insistido en que la confrontación de los dictámenes existentes se realizará en el juicio.

Cuarto informe que concluye que son restos humanos

El informe presentado este jueves es el cuarto que concluye que los restos de la hoguera son humanos. El juez encargó uno a la Universidad Complutense y otro al Instituto de Toxicología, después de conocer la existencia de otros dos informes en ese sentido que contradecía al primero de la Policía Científica.

El primer informe que determinó que los restos eran de menores fue el del antropólogo Francisco Etxebarria Gabilondo. El nuevo estudio se lo encargó, con autorización del juez, la familia materna de los niños. Su análisis determinó que eran huesos de "seres humanos inmaduros".

La Policía encargó entonces otro informe, esta vez a un prestigioso investigador de Atapuerca, el antropólogo dental José María Bermúdez de Castro. Este estudio concluyó que los huesos eran de al menos un niño de 6,22 años de edad con un margen de error de más menos 43 días.

Las conclusiones preliminares del informe del Instituto Nacional de Toxicología, encargado también por el juez como el de la Universidad Complutense, concluyó que los restos eran humanos, según confirmó el abogado de José Bretón.

Bretón declará el día 12 ante el juez

El padre de Ruth y José declarará el próximo miércoles 12 de septiembre ante el juez del caso después del último auto en el que el magistrado imputa a José Bretón dos delitos de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco.

Además de pedir dicha comparecencia, el instructor del caso de los niños desaparecidos de Córdoba ha solicitado a la Delegación Provincial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Córdoba que emita un dictamen sobre la forma en la que pudo haberse producido la combustión de la hoguera en la que se han encontrado huesos de dos niños.

En el auto, el juez argumenta que Bretón, "tras matar a sus dos  hijos, lo más probablemente al llegar a la parcela", en Las  Quemadillas, y sin que se pueda establecer la forma en la que lo  hizo, "trató de hacer desaparecer sus cadáveres quemándolos en lo que  diseñó como un auténtico horno".

Por otra parte, el abogado del padre de los niños, José María  Sánchez de Puerta, estudia seguir su nueva línea de defensa  solicitando un informe psiquiátrico sobre Bretón, entre otras  pruebas, que pedirá después de que el juez haya levantado  parcialmente el secreto de sumario, decretado la semana pasada.

Mientras, Bretón permanece en el Centro Penitenciario de Alcolea  (Córdoba), donde "se le sigue aplicando el régimen antisuicidio",  como recuerda su abogado, y añade que el juez le ha comentado que  "con las últimas pruebas tan contundentes podría correr peligro la  vida de Bretón".