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Al menos 90 muertos en la provincia siria de Homs por bombardeos del régimen de Al Asad

  • Sería una de las mayores escaladas de violencia tras el acuerdo de alto el fuego
  • Ban Ki-moon dice que la situación en el país es de "extrema gravedad"

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Al menos 51 muertos en la provincia siria de Homs por bombardeos del Ejército

Al menos 90 personas murieron a lo largo de la jornada de este viernes en la ciudad siria de Al Haula, en la provincia central de Homs, por los bombardeos del régimen sirio, según han denunciado los opositores Comités de Coordinación Local.

Según este grupo de activistas sobre el terreno, 40 de los fallecidos, la mayoría mujeres y niños, perdieron la vida en las últimas horas, cuando se ha intensificado el ataque. Cuatro miembros de una misma familia murieron y otra resultó herida de gravedad por acciones de las fuerzas del régimen en esta misma localidad, al parecer después de haber sido torturadas, aseguraron los Comités.

La violencia persiste en el país pese a la presencia en el terreno de los observadores encargados de verificar el cumplimiento del plan de paz de Annan, que establece el fin de las hostilidades. De acuerdo con datos de la ONU, desde marzo de 2011 más de 10.000 personas han muerto en Siria, unas 230.000 se han desplazado de forma interna y más de 60.000 han buscado refugio en países limítrofes, como Turquía y Líbano.

Ban Ki-moon habla de "extrema gravedad"

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha denunciado que, pese a que la violencia ha disminuido en Siria con el despliegue de los observadores internacionales, la situación es de "extrema gravedad" en el país árabe, donde persisten los combates y las violaciones de los derechos humanos.

"Continúan incidentes violentos diariamente en todo el país, que provocan un gran número de muertes y heridos, aunque a menor escala que antes del 12 de abril", subraya Ban en un informe al Consejo de Seguridad al que Efe tuvo acceso y que alerta del incumplimiento del plan de paz ideado por el enviado especial, Kofi Annan.

El máximo responsable de la ONU reconoce que ha habido "cierta reducción en la intensidad de los enfrentamientos" en las zonas donde operan los observadores de la Misión de Supervisión de la ONU en Siria (UNSMIS) y habla de su "efecto calmante", pero subraya que "el nivel general de violencia en el país permanece bastante alto".

Siria vive en una atmósfera de tensión, desconfianza y miedo

"Pese a que el esfuerzo internacional provoca algunos cambios sobre el terreno, persisten niveles inaceptables de violencia y abusos en violación de la resolución 2.043 (del Consejo de Seguridad) y del plan de paz de seis puntos", explica Ban, que añade que Siria vive en una "atmósfera de tensión, desconfianza y miedo".

Uso de armamento pesado

El secretario general asegura que el Ejército sirio no ha dejado de usar armamento pesado en muchas áreas del país, incluidas zonas residenciales, y señala, siempre con información recabada por los observadores del organismo, que se han seguido bombardeando en zonas de población civil.

En el que es su primer informe al máximo órgano internacional de seguridad tras la aprobación de la resolución 2.043, Ban llama la atención ante el hecho de que el Gobierno de al Asad siga recibiendo "equipamiento militar y munición de otros países", y asegura que también se mandan armas a las fuerzas de la oposición.

Para Ban, "la sofisticación y el tamaño de las bombas indican a un alto nivel de conocimiento, lo que muestra a su vez que están involucrados grupos terroristas establecidos", aunque no señala directamente a la red terrorista Al Qaeda.

También se refiere a la necesidad de que entre con urgencia ayuda humanitaria al país, ya que muchas zonas ya no tienen acceso a productos de primera necesidad, como pan, leche o medicinas.

El secretario general se hace eco de "la creciente impaciencia" ante la falta de mejoras en la situación y reconoce que "mientras muchos temen las implicaciones de una mayor militarización del conflicto, otros dudan de que un cambio pacífico sea posible".

Estudio en el Consejo de Seguridad

En ese sentido, Ban muestra su "seria preocupación" ante los episodios que vive el país y pide a los miembros del Consejo que estudien "detenidamente" cuál debe ser la presencia de la ONU sobre el terreno y cuáles deben ser "los próximos pasos" del organismo.

El Consejo de Seguridad examinará el 30 de mayo este informe de Ban y conocerá el estado del despliegue de los observadores, de los que ya hay 280 sobre el terreno, según los datos de la misión, cuyo futuro también estará bajo estudio.

Ban también asegura que el ritmo de la puesta en libertad de los detenidos, otro de los puntos del plan de paz, es "inaceptable" y subraya también que el Gobierno de Damasco no ha hecho "lo suficiente" para permitir la entrada al país de periodistas extranjeros, ya que sólo se han emitido 166 visados.