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De Guindos advierte de que la negociación sobre el déficit español se alargará "hasta mayo"

  • El borrador de la cumbre pide a España que "se ciña a los objetivos acordados" 
  • De Guindos presenta al Eurogrupo el techo de gasto que aprobará el Gobierno

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Rajoy se compromete a cumplir el objetivo de déficit del 3% en 2013

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha afirmado tras la reunión del Eurogrupo previa al Consejo Europeo que la decisión final de la Comisión sobre  el objetivo de déficit de España para 2012 -un 4,4% del PIB- no se tomará "hasta mayo", según informa el corresponsal de RNE, Antonio Delgado.

"A partir de mañana se abre una negociación que será larga y que continuará hasta mayo", ha indicado el ministro español a la salida de la reunión con sus homólogos de la eurozona, a quienes ha explicado que el Gobierno no cree factible cumplir las exigencias fiscales de Bruselas teniendo en cuenta la desviación del déficit de 2011-del 6 al 8,5%- y el empeoramiento de las previsiones económicas para nuestro país.

Según De Guindos, el resto de países europeos entienden que "las circunstancias han cambiado" y ahora toca negociar. "No ha habido discusión sobre números o cifras concretas, sino sobre políticas y puntos de vista", ha recalcado el ministro, que ha informado con detalle a los ministros de Finanzas de la zona euros de las causas del desvío del déficit de 2011 y el cuadro macroeconómico en el que se van a basar  los presupuestos que el Gobierno presentará a finales de marzo.

El calendario impuesto por la Comisión Europea juega en contra de los intereses del Gobierno de Mariano Rajoy, que había llegado a Bruselas con el objetivo de conseguir, o al menos plantear, una relajación del objetivo de déficit para 2012.

Hoy todas las miradas están en Bruselas y en esa cumbre que empieza en unas horas y en la que la Unión Europea seguirá buscando cómo salir de la crisis. El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ya está allí y en estos momentos participa en una reunión con otros líderes del PP-europeo

El Ejecutivo español esperaba que la CE se pronunciara a favor de flexibilizar la exigencia fiscal antes de que el Consejo de Ministros apruebe este viernes el techo de gasto, pero Bruselas ha mantenido su postura de los últimos días: no habrá relajación del déficit hasta que Madrid no explique el desvío presupuestario -un primer paso que ya ha dado De Guindos- y presente los presupuestos generales de este año, un segundo requisito que no se cumplirá hasta el próximo 30 de marzo, cinco después de las elecciones andaluzas.

"Mariano Rajoy nos ha prometido que  el proyecto de presupuesto llegaría a  finales de marzo, y esperaremos a  ese proyecto para poder dar nuestra  opinión", ha vuelto a insistir este jueves el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, al ser preguntado en rueda de prensa sobre este tema. "No sería correcto que ahora la Comisión hiciera un juicio sin tener  todas las cifras y argumentos necesarios para entender este desvío", ha añadido.

El turno de Rajoy

Solo entonces, la UE podría conceder a España una rebaja del objetivo de  déficit que, según ha declarado el ministro de Exteriores, José Manuel  García-Margallo, esta mañana en 'Los Desayunos' será de tan sólo "unas décimas".

En el borrador de la cumbre europea al que han tenido acceso varias agencias, los Veintisiete piden a "los países sujetos a un  programa de asistencia o al escrutinio de los mercados" que "se ciñan a  los objetivos acordados", aunque subrayan que la "consolidación fiscal  "será diferenciada según la  situación de los  Estados miembros", un matiz que adivina un discurso algo más flexible a diferencia de la rigidez de declaraciones anteriores y, sobre todo, sienta las bases para la negociación que el Gobierno español está buscando con la Comisión Europea, aunque sea con un calendario que no gusta en Madrid.

Las palabras del ministro de Economía español dejan poco espacio para que Rajoy negocie en la cumbre otros plazos.  Además de presentar las medidas del Gobierno para lograr la consolidación fiscal, el principal caballo de batalla del presidente será convencer a sus socios de que, aunque este año no es posible cumplir con el 4,4% de déficit, España respetará el Pacto de Estabilidad que fija en un 3% la deuda pública para 2013.

Sin embargo, Rajoy no tendrá un auditorio fácil. Antes de entrar a la reunión, varios líderes de los países nórdicos han rechazado de pleno rebajar el objetivo de déficit para España.  "Sería totalmente erróneo (...) No veo ninguna buena razón para cambiar lo pactado", ha subrayado el primer ministro de Finlandia, Jyrki  Katainen.  "La flexibilidad no puede aceptarse y nadie lo hará", ha apostillado el sueco Fredrik Reinfeldt.

Fuentes comunitarias han explicado a la agencia Efe que el procedimiento  normal es negociar el objetivo primero con la Comisión Europea y luego  tratarlo a escala ministerial, aunque han reconocido que si España quiere  plantear la cuestión a escala de líderes europeos es libre de hacerlo.

"Es una cuestión que si el Gobierno español quiere discutir, el  primer interlocutor al que debe plantearla es la Comisión Europea, y a  la Comisión Europea ya se le ha planteado y ha contestado", han resaltado también las fuentes consultadas por Europa Press.

El pacto fiscal

En el caso español, el compromiso fiscal supone pasar del 8,51% al 4,4% del PIB este año o lo que es lo mismo recortar 40.000 millones de euros, un objetivo que con las perpectivas de un 1% de contracción de la economía española parecen inverosímiles.

Holanda es otro de los países que, como España, espera que Bruselas afloje la soga del déficit ante  la difícil coyuntura que atraviesa el país, pero el portavoz económico  de la CE, Amadeud Altafaj, ha aplicado el mismo discurso que mantiene  con Madrid. "Partimos de que Holanda hará todo lo necesario para respetar su   objetivo de déficit del 3 % el año próximo", ha afirmado Altafaj,  después de que Oficina Central de Planificación Económica de Holanda  anunciara que las previsiones económicas para los próximos meses irán a  la baja y que su déficit se mantendrá al menos hasta 2015 por encima del  3 % que pide la CE.

Entre tanto, los líderes de 25 Estados miembros -todos salvo Reino Unido y República Checa- firmarán durante el Consejo Europeo el nuevo Tratado para reforzar la disciplina fiscal en la eurozona. El pacto fiscal ya ha tropezado con su primer obstáculo al anunciar Irlanda la convocatoria de un referéndum. Sin embargo, el Gobierno de Dublín no podrá bloquear la ratificación como en ocasiones anteriores porque el texto entrará en vigor cuando lo aprueben 12 de los 17 países de la eurozona.

Van Rompuy, reelegido

A pesar de que finalmente no se aprobará un incremento de la dotación del fondo de rescate permanente, según informan los diarios alemanes, la canciller Angela Merkel ha cedido a la presión de sus socios europeos, el FMI y el G-20 y a finales de marzo aceptará el aumento del capital Mecanismo Europeo de Estabilidad desde 500.000 a 750.000 millones de euros.

Aunque los líderes europeos cederán en la austeridad, discutirán también fórmulas para intentar recuperar un crecimiento económico que haga menos dolorosos los ajustes que requiere la política de disciplina fiscal.

"Europa no sólo se enfrenta a una crisis de la deuda, sino a una crisis  de crecimiento", ha señalado el primer ministro británico, David Cameron, refiriéndose a la carta que doce países, entre ellos Reino  Unido y España, enviaron la semana pasada a Bruselas, proponiendo "toda  una serie de medidas que la UE puede tomar para ayudar a generar  crecimiento, incluyendo la desregulación de empresas para que puedan  crear empleo".

Los líderes de los Veintisiete han nombrado a Herman Van  Rompuy para un nuevo mandato de dos años y medio al frente del Consejo  Europeo, que concluirá en diciembre de 2014 y también será elegido presidente de las cumbres del euro.

"Es con gran placer que acepto un segundo mandato", ha señalado Van Rompuy a través de su cuenta de Twitter inmediatamente después de la elección, y ha agregado que es "un privilegio servir a Europa en tiempos tan decisivos, también una gran responsabilidad".