Enlaces accesibilidad

Una testigo de la batalla final de Trípoli: "Si no llevas la bandera verde de Libia te disparan"

  • Los testimonios informan de la presencia de cadáveres en las calles 
  • La oposición controla la mayor base aérea de Trípoli
  • Al menos 5 manifestantes han muerto por disparos de la policía

Ver también: Ver también: Mapa de la crisis del régimen de Gadafi

Por
Huida masiva por la frontera entre Libia y Túnez

Los testimonios que llegan desde Libia son escalofriantes. Prueba de ello es el de una mujer, testigo directo de una matanza: "Han matado a toda la familia que iba en el coche anterior al mío. La situación es clara: si no llevas un distintivo que es la bandera verde libia, te disparan".

Varios testigos también aseguran que hay cadáveres por las calles de Trípoli pero las autoridades del régimen se encargan de que no salga nada del país que nos muestre lo que parece ser, cada vez con más certeza, una masacre. De hecho, un intento por salvar la capital ha dejado al menos cinco muertos tras los disparos de la policía contra los manifestantes.

Por otro lado, el goteo de gente que abandona el país libio es constante. Cerca del 80% de los que emigran son tunecinos aunque también los hay de diversas nacionalidades del Magreb.

Disparos contra la población

A esta caótica situación hay que sumarle los disparos de las fuerzas de seguridad libias contra los manifestantes que se encuentran en las calles de Trípoli en un intento desesperado por salvar la capital,  donde se atrinchera el líder Muamar el Gadafi, después de que los rebeldes se hayan hecho con el control de varias ciudades del oeste del país cercando aún más el régimen.

"La policía ha disparado contra los manifestantes sin distinción. Hay muertos en las calles de Soug Al Jomaa", afirma un vecino. La agencia Reuters informa de que hay al menos cinco muertos en el barrio de Janzour.

Otros testigos de los distritos de Ben Achour y Fachloum también han informado de "intensos disparos contra todos los que están en la calle". 

Los libios quieren este viernes su particular Día de la marcha a imitación de Egipto. Trípoli iba a ser el escenario de esta protesta masiva para presionar al régimen dictatorial para que ceda el poder al pueblo, pero la capital, feudo de Gadaf, es donde opositores y progubernamentales están librando la batalla crucial que puede marcar para siempre la historia de Libia.

Perdida la región de Cirenaica, en manos de los rebeldes, y cediendo algunas ciudades del oeste y del sur del país ante las deserciones del Ejército,  a Gadafi solo le queda su trinchera de Trípoli para mantenerse en el poder y no ser derrocado.

Caen las ciudades del oeste

De hecho, según las últimas informaciones proporcionadas por la cadena Al Jazeera, la base área de Muitiqa, la mayor de Trípoli, se ha unido a la revuelta contra el régimen de Gadafi.

Pero la situación, lejos de estabilizarse, se complica y los enfrentamientos se han recrudecido en los alrededores de Trípoli, sobre todo en la ciudad de Zauiya, donde este jueves murieron decenas de personas. Según Al Jazeera, el saldo de víctimas mortales ascendería al centenar.

Según los testigos, Zauiya, de gran importancia para la supervivencia de Trípoli, también habría caído ya en manos de los rebeldes. "Hay ejército y policía en los puntos de control alrededor de Zauiya, pero no están dentro. Solo ví a civiles desarmados", afirma Saeed Mustafa, tras cruzar la frontera con Túnez.

La capital está sitiada durante todo el día por decenas de miles de militares y mercenarios, pero al caer la noche los testigos que han conseguido cruzar la frontera con Túnez describen un auténtico campo de batalla en el que los tiroteos son incesantes y el miedo se apodera de la población.

Gadafi sabe que la victoria de su régimen depende de que los rebeldes no se hagan con Trípoli y, por ello, este jueves en su tercer discurso al pueblo instó a combatir a los aliados de Bin Laden, a quien culpa de las vueltas populares que amenazan seriamente su Ejecutivo.

Los luchadores de la oposición han triunfado ya, o lo están haciendo, en grandes ciudades del este, como Tobruk y Bengasi, y en el oeste, sofocando las esperanzas de Gadafi, en las estratégicas Zuara, Zauiya y Sabratha. Al líder le va quedando, como parapeto, la capital, Trípoli, que mantiene con sus temibles mercenarios africanos. Miles de libios y de extranjeros buscan los medios para salir del país. Los unos intentan alcanzar y cruzar la frontera con Túnez o con Egipto. Los otros, volver a su lugar de origen. Muchos están arremolinados en el aeropuerto de Trípoli, esperando su oportunidad (24/02/2011).

"Salid a las calles, capturadlos y detened a sus jefes", ha recomendado a sus compatriotas el líder libio, asegurando que su país "avanza hacia la guerra civil, la catástrofe".

Éxodo masivo a Túnez y Egipto

Además, en el primer intento práctico por ganarse el apoyo de los ciudadanos desde que comenzó el levantamiento, la televisión estatal libia ha anunciado que el Gobierno elevará los salarios, aumentará los subsidios alimentarios y reorganizará las asignaciones especiales para todas las familias.

Decenas de miles de libios se han congregado en Bengasi, la segunda ciudad del país y que se encuentra en manos de los opositores, para reclamar el fin del régimen de Muamar al Gadafi, en lo que supone la mayor protesta en la ciudad desde que estalló la revuelta, según infomra la agencia Efe.

"Hoy al atardecer se acaba, o se va (Gadafi) o se suicida",  afirma Ibrahim Alawan, uno de los manifestantes que participa en la concentración, en la plaza de los Juzgados y a lo largo del paseo marítimo.

Misratah,  la tercera ciudad más grande de Libia, ha sido esta mañana abandonada por los leales a Gadafi. "Ha sido liberada por los revolucionarios", ha afirmado un residente, que también ha confirmado que los enfrentamientos que tuvieron lugar en una base aérea cercana "han causado muchas muertes".

Con Zuara y Sabratah también en manos de los insurgentes el asedio a Trípoli cada vez es mayor.

Gadafi culpa a Bin Laden de las reuvueltas en Libia

La revolución libia afecta sobre todo a sus vecinos,  Egipto y Túnez, que están recibiendo un éxodo masivo.  En el puesto fronterizo de Rass Jadir entre Túnez y Libia pasan cada día miles de personas. La mayoría son trabajadores tunecinos y egipcios, también algunos argelinos, que huyen de la violencia.

Túnez, que aún no ha consolidado su recién estrenada democracia, está tratando de gestionar una ola de inmigrantes inusitada. En furgonetas y autobuses cargados hasta los topes, miles de personas dejan su trabajo y su residencia buscando la paz al otro lado de la frontera.

Vivir y morir en Libia

Pese a todo, el Gobierno que dirige Gadafi no piensa rendirse ante el avance de los opositores, según ha avisado este mismo viernes el hijo del presidente libio, Saif al Islam Gadafi, en una entrevista en exclusiva a un enviado especial de la cadena turca CNN-Türk a Trípoli.

"Tenemos los planes A, B y C. El plan A es vivir y morir en Libia. El plan B es vivir y morir en Libia... y el plan C es vivir y morir en Libia", ha asegurado el hijo del coronel que dirige el país árabe con mano de hierro desde 1969.

A pesar de que los informes que llegan desde Libia apuntan a que la práctica totalidad del oriente libio ha caído en manos de los rebeldes -un hecho confirmado por los miles de turcos que han sido evacuados en los últimos días-, Saif al Islam Gadafi mantiene que la mayor parte del país se encuentra en condiciones de normalidad.

"El sur del país está tranquilo. Hay normalidad. El centro también está tranquilo y hay normalidad, excepto en dos ciudades. Una es Zaviye y la otra Misrata, a 200 kilómetros de Trípoli", ha afirmado.