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'Pa negre' triunfa en los Goya de la(s) crisis

  • La cinta en catalán, participada por TVE, logra nueve premios, varios grandes
  • Buried (Enterrado) y También la lluvia se llevan tres premios cada una
  • Los grandes derrotados, Balada triste trompeta (dos) y Biutiful (uno)
  • Álex de la Iglesia lanza un discurso de cambio en la industria del cine

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"Pa negre", la gran triunfadora de los Goya

Tengo una noticia buena y otra mala. La buena es que los Premios Goya, una película en catalán que aúna calidad artística y apertura a un público amplio y que se ha impuesto a otras películas de calidad, como Buried (Enterrado) y También la lluvia, que han recibido tres cada una.

La mala son varias.  Mal año para el cine español. Mal rollo en el seno de la industria y entre esta y parte del público. Malas maneras a las puertas de la gala de los Goya. Mal una gala aburrida, con un ritmo pesado lleno de discursos larguísimos e incluso la aparición de un espontáneo, Jimmy Jump, borroso reflejo de un año borroso para el cine en español.

Jimmy Jump se cuela en los Goya justo antes del premio al mejor actor.

El gran derrotado ha sido Álex de la Iglesia, cuya película, con 15 nominaciones, se ha llevado sólo dos, a mejores efectos especiales y mejor maquillaje. Algunos lo leerán como un voto de castigo, pero entre las cuatro favoritas era la peor situada entre crítica y público.

Su discurso, eso sí, ha sido vibrante, sincero y profundamente significativo. Los académicos han premiado una película que representa el modelo de industria tradicional del cine. Él ha ido a su bola, como en los meses precedentes, dando voz a una nueva generación que apuesta por nuevos modelos de negocio y de relación entre industria y audiencia.

"El  cambio es acción -ha señalado tras asegurar que el significado de la palabra crisis es "cambio"-. Estamos en un punto de no retorno y no hay marcha  atrás. Nada de lo que valía antes vale ya, las reglas del juego han  cambiado".

Díscurso íntegro de Álex de la Iglesia "Internet es la salvación de nuestro cine", ha asegurado esta noche el presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, en su discurso de la gala de entrega de los XXV Premios Goya, en el que instó al sector a adoptar "un nuevo modelo" de mercado "que tenga en cuenta a todos". De la Iglesia ha aludido en su intervención a la polémica creada por su decisión de abandonar su cargo en desacuerdo con la ley Sinde. "Dicen que he provocado una crisis", ha dicho el cineasta, quien añadió: "la crisis es cambio y el cambio es acción" y "estamos en un punto de no retorno". "Las reglas de juego han cambiado", ha afirmado De la Iglesia, quien ha advertido que los internautas son ciudadanos y son el público del cine. "Y esa gente no va al cine porque está delante de un ordenador", ha añadido. El director de la Academia de Cine, que esta noche, además opta a 15 goyas por su película "Balada triste de trompeta", ha reclamado un nuevo modelo mercado que

Protestas de los Anonymous y humor contra la crisis

La gala, que venía precedida por la polémica sobre la Ley Sinde, ha sido prologada por una alfombra roja con glamour pero protagonizada por los abucheos y las críticas de los manifestantes convocados por el colectivo Anonymous, contrarios a la medida legislativa y que, en número de unos trescientos, se han reunido junto a la puerta del Teatro Real.

Después, la ceremonia ha comenzado con la promesa de una noche de diversión. Un cortometraje ha dado entrada a un resucitado Andreu Buenafuente, muerto al final de la gala de 2010. El presentador ha desplegado parte de su mejor humor en un monólogo inicial en el que ha tenido referencias directas a las tensiones en el seno de la Academia, con el objetivo de disolverlas.

"Ministra, espero que la gala lemule, digo... le mole, le guste", ha soltado el humorista en referencia al software que permite compartir archivos en internet (incluyendo películas) ante la cara de póker de Ángeles González-Sinde, que sentada junto a Álex de la Iglesia ha tratado de mostrar una imagen de unidad.

El buen ritmo inicial se ha visto empañado cuando el primer premiado, Karra Elejalde, como mejor actor de reparto por También la lluvia, ha pronunciado un largo discurso convirtiendo en norma la longitud en los agradecimientos. El resultado ha sido una gala de tres horas, pesada y farragosa.

Después de los primeros premios, que se han repartido entre las principales favoritas, Pa negre se ha destacado al llevarse los premios a mejor actor y actriz revelación para Francesc Colomer y Marina Comas, respectivamente, y las mejores interpretaciones principal y de reparto, para Nora Navas y Laia Marull respectivamente.

Solo la aparicion de Jump antes de entregarse el premio a mejor actor, para Javier Bardem (el único de la maltratada Biutiful), y el discurso de De la Iglesia han puesto algo de interés a la ceremonia antes del anuncio de los premios gordos para Pa negre.

La necesidad de una crisis para cambiar

"El día de hoy ha llegado porque hace 25 años, 12 profesionales de nuestro cine, en medio de una crisis como la nuestra caminaron juntos a pesar de sus diferencias", ha asegurado Álex de la Iglesia.

"Internet no es el futuro, internet es el presente -ha recalcado el todavía presidente de la Academia-, el medio de compartir cultura y entretenimiento".

"A los internautas no les gusta que les llamen así, son ciudadanos, son gente, son nuestro público. Ese público no va al cine porque está delante de una pantalla de ordenador."

Por eso, ha asegurado, "solo adelantaremos al futuro si somos nosotros los que cambiamos", buscando "un nuevo modelo de mercado".

Hace un año, Álex de la Iglesia era el rey del garito: 2009 había sido un fantástico año para la taquilla del cine español, había montado una gala de los Goya entretenida, atractiva y llena de sorpresas. Incluso Almodóvar escenificó la unidad del colectivo.

Ahora, abandona la Academia tras dos años en los que ha lavado la imagen del cine patrio, la abandona en un momento de crisis para los mercados, para la industria del cine, para la Academia. La deja con las orejas gachas, atacado por los suyos y despreciado por esos mismos Goya que ha querido elevar a la categoría de gran espectáculo.

Él, erre que erre, no ha querido desaprovechar la ocasión para volver a defender lo que pinesa. Ahí queda su mensaje. "Dicen que he provocado la crisis", han sido sus primeras palabras. "Se necesita una crisis, un cambio, para avanzar hacia una nueva manera de entender el negocio del cine. Tenemos una responsabilidad para con el público".