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Javier Bardem, con el Goya debajo del brazo a la gala de los Oscar

  • El español estará en los Goya por Biutiful dos semanas antes de ir a los Oscar
  • La noche de los premios españoles se entregan los BAFTA, al que también opta
  • Sus rivales son Luis Tosar, Ryan Reynolds y Antonio de la Torre

Ver también:Ver también: Especial Goya 2011

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ALMUERZO DE LA ACADEMIA DE HOLLYWOOD PARA LOS CANDIDATOS A LA 83 EDICIÓN DE LOS PREMIOS ÓSCAR
El actor español Javier Bardem en el tradicional almuerzo que ofrece la Academia de Hollywood para los candidatos a la 83 edición de los premios Óscar, en los que está nominado a mejor actor por su papel en la película 'Biutiful'.

Decir que es el gran favorito es quedarse cortos. No hay más que consultar las quinielas de los expertos de cine de RTVE o fijarse en la lista de nominados a los Oscar para cerciorarse de que el Goya a mejor actor protagonista de 2011 tiene ya grabado el nombre de Javier Bardem, nominado por Biutiful.  Cualquier otra cosa sería una sorpresa mayúscula.

También apunta a ello la asistencia, confirmada por la productora de la cinta, de Bardem a la gala del cine español, pese a que hace escasas semanas que ha sido padre de un niño con Penélope Cruz en Los Ángeles -llamado Leo si hacemos caso al desliz de Santiago Segura- y que tiene que cruzar el charco para estar en la ceremonia del Teatro Real. Si es que no surge ningún imprevisto.

Para más inri, Bardem ha preferido estar el 13 de febrero sentado en el patio de butacas del Teatro Real, aunque podía estar en las butacas del Royal Opera House de Londres, donde esa noche se celebra la gala de los premios BAFTA británicos y en los que también está nominado como mejor actor por su papel de padre abnegado en Biutifil, película participada por TVE que también aspira en tierras londinenses al premio a mejor película de habla no inglesa.

A esos dos premios aspira la cinta hispano-mexicana de Alejandro González Iñárritu también en los Oscar y es que, prácticamente, se puede decir que el actor español está nominado por partida doble porque Bardem es Biutiful. El actor soporta sobre sus hombros de forma magistral toda la película, en la que encarna a Uxbal, un personaje de los bajos fondos de la Barcelona desconocida por los turistas que lucha por dejarles un legado a sus hijos cuando muera del cáncer que le va destruyendo de forma inexorable. Es probablemente su mejor interpretación; y decir eso de Bardem es decir mucho.

Su impresionante trabajo ya le ha reportado la Palma de Plata al mejor actor en el último Festival de Cannes, además del premio International Star de Cine de Palm Springs y el de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de Nueva York (ACE).

Después de pasar por Madrid y probablemente ya con un Goya debajo del brazo, el domingo 27 de febrero Javier Bardem estará sentado en las butacas del Teatro Kodak de Hollywood para asistir a su tercera ceremonia como nominado a los premios de la Academia de Cine estadounidense, y además por un papel en español. En 2008 ya se llevó la preciada estatuilla a mejor actor de reparto por No es país para viejos, de los hermanos Coen.

De momento ya se le pudo ver el pasado día 7 en el tradicional almuerzo de los nominados al Oscar, en el que el actor español quiso agradecer públicamente a Julia Roberts y otros amigos actores de Hollywood su apoyo a Biutiful en la carrera a los premios de la industria norteamericana.

Un villano de 007 a por el quinto Goya

Bardem, que en los BAFTA y los Oscar tiene como duro competidor a Colin Firth (El discurso del rey), puede recoger en Madrid el que será su quinto premio Goya y el que le distanciaría aún más en el 'top' de los actores más laureados en 25 años de premios Goya, que ahora mismo lidera con cuatro 'cabezones'.

El actor español recibió su primer Goya en 1995 como mejor actor de reparto por Días Contados y el año siguiente se llevaría el de mejor actor por Boca a boca. También se ha llevado el Goya a mejor actor las últimas dos veces que ha estado nominado en los premios españoles, en 2003 por Los lunes al sol, y en 2005 por Mar adentro. Después se centró en su carrera internacional.

Y esa carrera internacional vive un momento muy dulce. La productora de las películas de James Bond ha ofrecido a Bardem ser el villano que pondrá en aprietos a Daniel Craig en la próxima cinta de las aventuras de 007, que dirigirá Sam Mendes y se estrenará en noviembre de 2012. El actor español confesó a Los Angeles Times ser un fan de la saga de James Bond y que iba de pequeño al cine con su padre a ver Sean Connery haciendo de James Bond.

También se baraja su nombre para protagonizar La torre oscura, una adaptación de la trilogía de Stephen King del mismo título y que se estrenará en mayo de 2013 con Ron Howard como director. Parece que el nombre del español se ha impuesto para este papel sobre otros que también han sonado, como el propio Daniel Craig, Hugh Jackman, Christian Bale o Vigo Mortensen.

Sin olvidarnos de que está pendiente de estreno la última película de Terrence Malik, un drama romántico del que aún se desconoce la fecha de estreno y en la que el actor español estuvo rodeado de actores como Ben Affleck y Rachel Weisz y cuyo rodaje le pareció "una experiencia enriquecedora".

Los otros nominados

Junto a Bardem, y con cierto escepticismo, comparten nominación a los Goya el gallego Luis Tosar, por También la lluvia, el malagueño Antonio de la Torre, por Balada triste de trompeta, y el canadiense Ryan Reynolds por Buried (Enterrado).

Tosar es el más veterano de los rivales pues ésta es su quinta nominación y tiene ya en su haber tres premios Goya, el último de ellos recibido el año pasado por Celda 211; mientras que De la Torre, el periodista deportivo que colgó el micrófono por la actuación, ya tiene un Goya a mejor actor de reparto por AzulOscuroCasiNegro,  en 2007, de un total de tres nominaciones.

El que es nuevo en todo esto de los Goya, y que difícilmente se dejará ver por la gala, es Ryan Reynolds (X-Men Orígenes: Lobezno), que recibe su primera nominación en los premios del cine español por sus angustiosos 90 minutos atrapados en el ataúd de en Buried (Enterrado). Si no está el domingo en el Teatro Real tampoco habría que culparle, porque venir para nada...