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Joseph Louis Lagrange, el matemático más 'grande' de Europa

  • Con apenas 22 años, era uno de los matemáticos más importante de la época
  • Fue elegido por Federico el Grande de Prusia para entrar en su corte
  • Incluso los gobiernos revolucionarios le honraron con honores y distinciones

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A hombros de gigantes

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El matemático, físico y astrónomo francés, Joseph Louis Lagrange nació el 25 de enero de 1736 en Turín, ciudad que en aquella época pertenecía al ducado de Saboya.

Procedía de una familia parisina de buena posición social. Fue el benjamín de 11 hermanos y uno de los dos que sobrevivieron hasta la edad adulta. Por tradición familiar debía realizar la carrera militar, pero por fortuna para las Matemáticas, los negocios ruinosos de su padre le obligaron a contribuir al mantenimiento de la familia.

Su interés por las matemáticas surgió en 1753 cuando cayó en sus manos una copia del trabajo de Halley sobre el uso del álgebra en óptica. Sin ayuda de maestros, en poco tiempo dominó lo que entonces constituía el análisis moderno y publicó su primer trabajo matemático.

Con sólo 19 años fue nombrado profesor de Matemáticas de la Escuela de Artillería de Turín y obtuvo gran fama al resolver el problema isoperimétrico. Expuso su demostración en una carta a Euler, quien quedó impresionado al comprobar que coincidía con sus propios resultados.

El matemático ocultó su trabajo para que todo el honor recayera en su joven amigo. Con la resolución de este problema Lagrange inventó el nuevo cálculo de variaciones y se situó en la élite matemática. En 1756, y gracias a Euler, fue admitido en la Academia de Berlín, con un ensayo titulado: 'Un nuevo método para determinar los máximos y mínimos de las integrales definidas'.

En 1758 Lagrange fue uno de los fundadores de la Academia de Ciencias de Turín. Y fue en su boletín donde publicó sus principales trabajos, entre los que destaca Miscellanea Taurinensia donde aparece una ecuación diferencial general del movimiento y su adaptación para el movimiento rectilíneo, así como la solución a problemas de dinámica mediante el cálculo de variantes. Con apenas 22 años, era uno de los matemáticos más importante de la época.

La cara oculta de la Luna

A los 28 años Lagrange, ganó el Premio de la Academia de Ciencias de París por un artículo sobre el movimiento de libración de la Luna, pequeñas oscilaciones del satélite que permiten ver una parte de su cara oculta. A lo largo de su vida ganaría varios premios más de la Academia por sus trabajos en mecánica celeste.

También se interesó por el movimiento de tres cuerpos bajo la acción de la gravedad y descubrió los Puntos de Lagrange, regiones situadas en la transición de gravedad de un cuerpo con respecto a otro, en las que las fuerzas gravitacionales de ambos se anulan,

En 1766 Lagrange sustituyó a Euler al frente de la Academia de Ciencias de Berlín. Tenía 30 años y se cuenta que Federico el Grande de Prusia dijo al respecto: "es lógico que el rey más grande de Europa tenga en su corte al matemático más grande de Europa".

El rey más de gran de Europa tiene que tener en su corte al matemático más grande de Europa

Lagrange era tímido y nervioso, aunque de carácter modesto y amable. Detestaba la controversia, lo que permitió que otros se arrogaran la autoría de algunos de sus hallazgos. Con frecuencia se veía sometido a largas depresiones. Se casó con una prima suya que falleció poco después. Pero mientras duró, el matrimonio no fue feliz.

Durante su estancia en la capital alemana, redactó cerca de 150 memorias sobre matemáticas y mecánica. Escritas en francés, todas comienzan con una exposición histórica y crítica de los trabajos publicados sobre el tema. Durante este periodo escribió su 'Mecánica analítica', una obra maestra de matemática pura que presenta la mecánica por medio de un método algebraico, sin la ayuda de ninguna figura.

Añoranza y nostalgia

En 1786, a la muerte de Federico el Grande, se trasladó a París por invitación de Luis XVI para ingresar con honores en la Academia de Ciencias de Paris. Sin embargo, sufrió un ataque de melancolía y durante dos años vivió en una especie de letargo del que despertó a causa de la Revolución Francesa.

Vivió este periodo con una mezcla de curiosidad y preocupación, aunque su vida nunca corrió peligro. Todo lo contrario. Los gobiernos revolucionarios le honraron con honores y distinciones. En 1792 se caso de nuevo, esta vez por amor.

Un año más tarde le ofrecieron la presidencia de la Comisión para la reforma de los pesos y medidas. En 1794 fue nombrado profesor de la Escuela Politécnica, en la que impartió conferencias que tratan sobre cálculo diferencial.

De esa época son sus obras 'Teoría de las funciones analíticas', 'Tratado de la resolución de las ecuaciones numéricas' y 'Lecciones sobre el cálculo de las funciones'.

Con Napoleón Bonaparte su estrella siguió brillando. Le nombró senador, conde del imperio y gran oficial de la Legión de Honor. En 1810 comenzó una revisión completa de su Mecánica Analítica, aunque no pudo terminarla.

Murió en París, el 10 de abril de 1813 a los 77 años de edad. Sus restos reposan en el Panteón. Un cráter de la Luna lleva su nombre en su honor.