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La séptima huelga general en Grecia paraliza hasta el Parlamento

  • Empleados del Parlamento secundan la huelga por primera vez en 25 años
  • El transporte se paraliza y los hospitales sólo atienden casos de urgencia
  • Paros y manifestaciones también en Portugal contra las medidas de austeridad

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A protester pushes against a police cordon guarding the Greek parliament in central Athens
Uno de los participantes de la manifestación de protesta contra la reforma de las pensionas en Atenas, durante el día de la séptima huelga general en Grecia

Grecia vuelve a paralizarse con una nueva huelga general. Y van siete en lo que llevamos de año.

Esta vez, las protestas se han dirigido a la nueva reforma del sistema de pensiones que se ha aprobado en el Parlamento griego en sesión extraordinaria. La nueva ley ha logrado la mayoría por 159 votos a favor contra los 137 legisladores que pulsaron el "no" a la propuesta.

La huelga de este jueves se ha notado en los transportes, servicios sanitarios, y hasta en el propio Parlamento, donde por la primera vez en 25 años se ha seguido una convocatoria de huelga general.

En el aeropuerto de Atenas se han cancelado, este jueves, hasta 82 vuelos y modificado otros 102. Los trenes no circularán en toda la jornada y en los puertos se han suprimido ocho de las conexiones con transbordadores entre las islas helenas.

Por su parte, los hospitales sólo atenderán casos de urgencias debido a la participación en la huelga de los médicos y personal sanitario.

La reforma

La nueva ley que se ha aprobado en el Parlamento fija la edad media de jubilación en 65 años. Además, aumenta de 35 a 40 el número de años de cotización para obtener la pensión máxima; se equipara la edad de jubilación entre hombres y mujeres; y se rebaja la cuantía de las pagas en una media del 7%.

La medida es parte del plan de austeridad que Grecia está llevando a cabo para rebajar su gran deuda pública, la cual le ha conducido a la bancarrota de su economía.

El citado plan fue acordado por el gobierno heleno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea el pasado mes de junio como condición para obtener los créditos de 110.000 millones de euros que necesitaban las arcas griegas.

Pese a las movilizaciones, según encuestas difundidas por medios helenos, la mitad de los griegos está a favor de estas drásticas reformas.

Atenas, la más afectada

La capital de Grecia ha sido la ciudad del país que más ha sufrido esta huelga general. Aparte de la numerosa cancelación de vuelos, no hay ningún medio de transporte público en servicio, salvo los taxis.

Los sindicatos de los sectores, tanto público como privado, se han sumado a la convocatoria de huelga general. Los representantes laborales de la banca, abogacía o ministerios han secundado esta huelga. A ella también se han unido empleados de los servicios de agua, telecomunicaciones y del sector eléctrico.

Este mediodía miles de personas han marchado en manifestación hacia el Parlamento, donde, aún hoy, ha continuado el debate sobre la reforma.

Paros y manifestaciones también en Portugal

Las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno portugués son también el origen de los paros y manifestaciones se han registrado este jueves en el país vecino, dentro de la jornada de movilización convocada por el principal sindicato luso, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP), próximo al Partido Comunista.

Uno de sus dirigentes, Amelio Carlos, ha asegurado que "varias decenas de miles de personas han salido a las calles en todo el país para mostrar su descontento con el camino seguido por el Gobierno".

Cerca de la mitad de los maquinistas han secundado, según sus sindicatos, la huelga de 24 horas convocada en el sector ferrovirario público, lo que ha causado la anulación de un 10% de los trenes de cercanías de la región lisboeta y algunas alteraciones en el tráfico de la zona de Oporto, la segunda ciudad del país.

Pero lo más habitual han sido los paros de corta duración, como los registrados en las administraciones locales y las industrias metalúrgica y química. Después, al término de la jornada laboral, se han convocado manifestaciones en todas las capitales regionales portuguesas, donde han participado varios miles de ciudadanos.

En Lisboa, unos 10.000 manifestantes, según la CGTP, y 5.000, según los medios de comunicación locales, se han concentrado bajo un intenso calor en el centro de la capital, desde donde se han dirigido hacia la residencia oficial del primer ministro José Sócrates. No existe ninguna estimación de la Policía, que en Portugal tiene como norma no proporcionar ese tipo de cálculos.

Estas movilizaciones protestan contra el programa de austeridad aprobado en febrero por el Ejecutivo de Sócrates y basado, sobre todo, en un fuerte recorte del gasto público, y también contra la subida generalizada de impuestos del pasado mayo, que se puso en marcha con el acuerdo del principal partido de la oposición, el Partido Social Demócrata (PSD), de centro-derecha.