Enlaces accesibilidad

José Luis Peñas, el verdugo de Gürtel: "Tenía dos opciones, irme a mi casa o denunciar"

  • Peñas, también imputado, fue quien destapó la trama en 2007
  • Desde 2005 a 2007 se dedicó a grabar las conversaciones de Correa

Por

"Lo triste es preguntar a alguien por qué denuncia y no preguntar al delincuente por qué delinque.  Denunciar es una obligación, una obligación material y para mí moral en este caso, y lo hago para tener un inicio, un comienzo, y para ver que de verdad podemos hacer alto entre todos si se puede". Es la respuesta de José Luis Peñas, quien destapó la caja de los truenos de la trama Gürtel, a la pregunta de su abogado "¿por qué ha hecho usted esto?".

En noviembre de 2007, Peñas interpuso la denuncia que iniciaría la investigación de una trama corrupta de blanqueo, delito fiscal, falsedad, cohecho, asociación ilícita y tráfico de influencias, en la que el propio demandante ha tenido que comparecer como imputado.

La denuncia venía acompañada de 20 horas de grabación repartidas en 17 cintas "sin cortar y sin tocar" en las que están registradas conversaciones de toda índole entre los principales imputados en esta trama: Francisco Correa, el cabecilla, así como su número dos, Pablo Crespo junto a cargos políticos y empresarios.

En su comparecencia ante el juez Pedreira en abril de 2009, Peñas demuestra un amplio conocimiento de los imputados, de las empresas que maneja Correa, y de la supuesta financiación irregular del Partido Popular. Esta información privilegiada se la debe a su relación con Correa y a su paso por el Ayuntamiento de Majadahonda.

La concejalía más "jugosa" de Majadahonda

En el año 2000, Peñas entra en el Ayuntamiento de la localidad madrileña de Majadahonda como asesor técnico a las órdenes del entonces Teniente de Alcalde, Guillermo Ortega. Un año más tarde, y ya con Ortega al frente de la Alcaldía, conoce a Correa y a su mujer, María del Carmen Rodríguez Quijano, quien se convierte en su compañera de trabajo y colaboradora más cercana.

Rodríguez Quijano, también imputada, llega a Majadahonda como asesora de relaciones externas, a pesar de que según denuncia Peñas, seguía trabajando para su anterior empresa, lo que le supuso más de un problema y algún que otro juicio.

"Teníamos una relación muy íntima.  Estamos trabajando, 12 y hasta 15 horas al día. Entramos a las ocho, salimos a las mil. Nos ayudamos, nos complementamos", explica Peñas.

En las elecciones de 2003, José Luis sale elegido concejal de Planeamiento Urbano.  "Soy un cargo muy importante en la administración de Majadahonda, soy el hombre fuerte y la mano derecha de Guillermo Ortega", afirma.

Es en ese momento cuando Peñas empieza a enterarse de las presuntas corruptelas del partido. "Ortega me dice que tiene un fax de la dirección del Partido Popular, en el cual se detallan una serie de empresas a las cuales hay que echar una mano, porque son las que ayudan al PP", relata.

José Luis asegura que no le gustaron estas indicaciones y que presentó su renuncia, aunque ésta no fue aceptada y a él le convencieron de regresar a su puesto.

En febrero de 2005, Peñas es expulsado del partido.  Él ya sabe lo suficiente como para denunciar la trama de corrupción pero no tiene pruebas. Es entonces cuando Correa le brinda la oportunidad de conseguirlas al proponerle crear un partido político local en Majadahonda.

Verdugo de Correa

Su primer contacto con el cerebro de la trama Gürtel es el 30 de junio de 2001, en la propia boda de Peñas, a la que tanto Correa como su mujer son invitados a petición de Ortega que le dice "invita a estas personas porque además su mujer va a ser tu compañera durante un tiempo".

"Era íntimo amigo del Presidente del Gobierno de España en ese momento.  Era una persona con una influencia enorme, todo el mundo en el partido quería hablar con él", recuerda Peñas. Como regalo de bodas, Correa le obsequia con un viaje a las islas Mauricio de seis días.

Sin embargo, su relación con el cabecilla es escasa y siempre a través de su mujer, de Rodríguez Quijano hasta el año 2005 cuando Peñas es expulsado del partido y Correa acude en su auxilio y en el de su compañero Juan José Moreno, también defenestrado.

Correa les propone crear una partido local, Corporación Majadahonda, para el que Peñas trabajó hasta el bacatazo electoral de 2007, cuando se despide de Paco para siempre.

"De 2005 a 2007 estoy infiltrado. Yo no soy una arrepentido como dicen algunos en la prensa. He tenido la oportunidad de estar en un sitio y he tenido dos opciones, o irme a casa, o denunciar como es mi obligación de ciudadano a toda esta gente", subraya.

Peñas se convierte en un hombre de confianza "extrema" de Correa hasta el punto de que en una ocasión puntual hace de canguro de su hija. Confianza que utiliza para grabar conversaciones que pudieran ser objeto de denuncia. Al principio con métodos de grabación "muy precarios", y luego de una forma más profesional.

Y desde "ese banderín de enganche" que es el partido que crea junto a Correa, Peñas destapa las presuntas corrupciones que se ciernen sobre los ayuntamientos de Majadahonda, Boadilla del Monte y Arganda, además de la financiación irregular del PP en Madrid y Valencia, la adjucación dudosa de varios contratos municipales y recalificaciones de terrenos ilegales.