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Pandora, la luna de la película 'Avatar', ciencia ficción que podría ser real

  • Hasta ahora se han descubierto más de 400 exoplanetas
  • Para que un planeta sea habitable debe tener agua líquida
  • Pandora es en la película una luna con características similares a la Tierra

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Días de cine - 'Avatar': La luna habitada Pandora

El primer planeta extrasolar

En 1995 los astrónomos Michel Mayor y Didler Queloz descubrieron el primer planeta extrasolar. Orbita alrededor de la estrella Pegasi 51. El planeta se nombró Pegasi 51 b. Tiene la mitad de la masa de Júpiter, que es el planeta más masivo del Sistema Solar. Está ocho veces más cerca de la estrella que Mercurio. Hoy la humanidad tiene en marcha dos misiones en busca de exoplanetas y lunas habitables: la sonda Kepler de la NASA y la Corot, que es francesa, con colaboración de la ESA. Además de estas naves que recorren el espacio, los telescopios terrestres -como el VLT o el William Herschel (WHT)- y espaciales -Hubble o Spitzer- rastrean el cielo.

La película Avatar lleva menos de una semana en cartel y domina la taquilla. En el film los humanos descubrimos Pandora, una luna con unas características muy similares a la Tierra, situada a 4,4 años luz.

Viajamos hasta allí y nos encontramos con un lugar que rebosa vida y nuevas fuentes de energía. El éxito del argumento no es más que un reflejo de las ganas que tenemos los humanos de encontrar otros mundos. Pero, ¿existe un lugar como Pandora?

El Universo es muy vasto, seguro que hay planetas gemelos a la Tierra

"Estoy convencida de ello. El Universo es muy vasto, seguro que hay planetas gemelos a la Tierra", responde contundente a RTVE.es María Rosa Zapatero Osorio, investigadora del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA).  Ella lleva 15 años estudiando el cosmos en busca de exoplanetas.

Lo mismo opina Lisa Kaltnegger del Centro de Astrofísica Smithsonian-Harvard (CfA): "Si Pandora existe, podríamos detectarla y estudiar su atmósfera en menos de una década".

Desde que la comunidad astronómica comenzó con investigaciones de este tipo se han hallado más de 400 planetas que orbitan alrededor de otras estrellas en nuestra galaxia.

En 1995 se descubrió el primer planeta por la técnica de velocidades que orbitaba alrededor de una estrella que no era el Sol. A partir de ese momento, el ritmo de descubrimientos ha aumentado a pasos agigantados. "En los últimos tres o cuatro años estamos descubriendo unos 50 planetas anuales, es decir,  un planeta a la semana", calcula Zapatero Osorio.

En los últimos tres o cuatro años estamos descubriendo unos 50 planetas anuales, es decir, un planeta a la semana

Pero no todos estos planetas son candidatos a albergar vida. "Hay un requisito indispensable para que sea posible la vida en un planeta o luna: que exista agua en estado líquido", explica.

"Para que esto suceda la temperatura y la presión en la superficie del planeta deben de ser las adecuadas". Y eso solo ocurre en un lugar concreto del sistema planetario que los científicos han bautizado como "zona de habitabilidad".

El planeta o la luna no debe estar ni muy cerca ni muy lejos de la estrella sobre la que giran. La distancia debe ser la justa y adecuada para que pueda haber agua líquida.

"En el sistema solar tenemos un claro ejemplo: Mercurio es un planeta terrestre, pero está demasiado cerca del sol, hace demasiado calor y el agua está evaporada. Por su parte Marte tiene agua, pero está congelada, porque está demasiado lejos del Sol", ilustra la investigadora española.

Y puntualiza que "cuando hablo de vida, me refiero a vida tal y como la conocemos en la Tierra. En nuestro planeta el agua líquida es fundamental para vivir, pero según los biólogos podrían existir formas de vida que nacieron en metano o dióxido de carbono líquido, por ejemplo".

Las supertierras

Por el momento, de todos los planetas descubiertos tan solo menos de 10 tienen masas algo superiores a la terrestre. Son las llamadas supertierras porque tienen cinco veces la masa de la Tierra.

"Encontrar planetas con estas características nos anima a continuar", comenta Zapatero Osorio, "ya que aún no se ha encontrado ninguno en la zona habitable. Están en órbitas demasiado cercanas a su estrella y el agua, lo más seguro, se ha evaporado".

La astrónoma Kaltenegger cree que las mejores candidatas a ser 'otras Tierras' son las lunas de los planetas gaseosos.  La mayoría de este tipo de planetas en el Sistema Solar, como Júpiter por ejemplo, tienen lunas rocosas, algunas heladas y otras con atmósfera, como Titán. "Esto aumenta la posibilidad de que planetas extraterrestres gaseosos tengan lunas del tamaño de a Tierra y que tengan atmósfera", explica.

Las estrellas favoritas de los astrónomos para buscar lugares habitables son las enanas rojas. En este caso el cuerpo celeste ideal para vivir sería una luna. La zona habitable de un sistema planetario alrededor de una enana roja está tan cerca de la estrella que atracción gravitatoria impediría girar sobre sí mismo al planeta. Es lo mismo que ocurre con la Luna y la Tierra. La rotación (giro sobre sí misma) de la Luna y su traslación alrededor de la Tierra están sincronizados. La Luna gira sobre si misma a la misma velocidad con la que se mueve en torno a la Tierra. Por esta razón, siempre nos muestra la misma cara. El mismo fenómeno de sincronización se puede presentar en los planetas extrasolares en órbitas muy cercanas a sus estrellas.

Un lado cocido y el otro congelado

"De esta forma un lado del planeta estaría 'cocido' y el otro congelado", explica Kaltenegger. "Pero la luna del exoplaneta sí daría vueltas y, por lo tanto, tendría días y noches, tendría atmósfera, que moderaría la temperatura, y podrían prosperar las plantas".

La luna del exoplaneta sí daría vueltas y, por lo tanto, tendría días y noches, tendría atmósfera

No obstante, que un planeta o luna se encuentre en la zona de habitabilidad no implica que albergue las condiciones adecuadas. En nuestro sistema planetario, el Solar, hay dos cuerpos en la llamada "zona de habitabilidad", la Tierra y la Luna. La primera está inundada de agua líquida y en cambio su satélite tiene agua, pero congelada, y no tiene atmósfera.

El siguiente paso, una vez localizados los planetas es caracterizarlos. "Los planetas gaseosos descubiertos ya sabemos que contienen metano y vapor de agua", explica Zapatero Osorio.

Por el momento, no está programado enviar sondas hasta ellos. En primer lugar, por las limitaciones tecnológicas son muchas y porque "no llegaría hasta allí ni en nuestra vida ni en la de nuestros hijos".