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El lince ibérico inicia una incierta 'Reconquista'

  • Envían a Portugal 20 linces nacidos en cautividad en Andalucía
  • De 1.000 ejemplares que quedaban en 1990, apenas hay censados 150 individuos
  • El lince ibérico es una especie en 'peligro crítico de extinción'

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El inminente envío a Portugal de 20 linces nacidos en cautividad en Andalucía para crear una nueva población y la próxima reintroducción de ejemplares capturados de la naturaleza en Córdoba y Jaén iniciarán una 'Reconquista' de la Península Ibérica por su más emblemático felino, no exenta de incertidumbres.

La Junta de Andalucía, que lleva más de veinte años intentando evitar la extinción de este felino, el más amenazado del planeta y del que sobreviven unos 250 ejemplares, destaca que ambas actuaciones confirman la recuperación de la especie y el éxito de las medidas desarrolladas.

El director general de Gestión del Medio Natural de la Junta de Andalucía, Javier Madrid, ha subrayado a Efe que el adelanto de la cesión de linces a Portugal y de las reintroducciones en Córdoba y Jaén demuestran "sin lugar a dudas" que el esfuerzo de la Junta de Andalucía para recuperar el lince ibérico "es un éxito".

Una población en peligro de extinción

En 1990 quedaban un millar linces, repartidos en Andalucía, Extremadura y las dos Castillas, donde ocupaban unos 11.000 kilómetros cuadrados.

En 2004, apenas se censaron 150 individuos, cien en Sierra Morena, la única población viable, y los cincuenta restantes en Doñana, con una elevada consanguineidad que comprometía su futuro.

Ambas poblaciones, que apenas ocupaban 400 kilómetros cuadrados, son las únicas que han sobrevivido a la destrucción y fragmentación del monte mediterráneo donde vive este felino -que requiere de 300 a 12.200 hectáreas por territorio- y a la desaparición del conejo, su alimento casi exclusivo, por enfermedades contagiosas.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) certificó esta extrema vulnerabilidad al catalogar al lince ibérico como especie en "peligro crítico de extinción".

Los centros de cría mantienen la población

Fue en este punto cuando el Gobierno central y, sobre todo, el andaluz, impulsaron actuaciones urgentes para evitar la extinción de esta especie, seguramente el mejor representante de la biodiversidad ibérica.

Estos esfuerzos han sido respaldados decididamente por la UE, que desde 1994 ha financiado a los gobiernos español y portugués, y a los de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid con 26 proyectos LIFE relacionados con el lince ibérico y que con un desembolso de 28,5 millones de euros han cofinanciado un gasto final no inferior a los 57 millones de euros, según las estadísticas cotejadas por Efe.

Estas inversiones han sufragado el programa de cría en cautividad del lince ibérico, dirigido por Astrid Vargas, y que desde 2005 ha logrado la supervivencia de 40 ejemplares, algunos de los cuales ya han logrado reproducirse.

Este programa mantiene dos centros de cría: El Acebuche, en Doñana, y La Olivilla, en Sierra Morena, a los que se une el recién acabado de Silves, en el sur del Portugal, que este mes recibirá los primeros linces cedidos desde Andalucía.

Los 57 millones de euros invertidos en el lince desde 1994 también han ayudado a preservar y mejorar decenas de miles de hectáreas de monte mediterráneo.

Javier Madrid subraya que la conservación del lince ibérico "no sólo sirve para salvar una especie, sino también, el ecosistema mediterráneo", y apostilla: "Cuando conservamos el lince, también conservamos el ecosistema, las fincas y los cotos de caza; por eso, propietarios y cazadores se han involucrado directamente en este proyecto y han entendido que el lince es un amigo y no un enemigo".

Lenta recuperación

Gracias a estas actuaciones, la población de lince de Sierra Morena ha pasado de las 19 hembras territoriales censadas en 2003 a las más de 30 actuales, con una media anual de 40 nuevos cachorros.

En Doñana, donde en 2007 apenas quedaban 50 linces a punto de extinguirse tras la pérdida de once machos por una epidemia de leucemia felina, viven ahora unos 70 ejemplares tras el nacimiento de una veintena de cachorros este año, según algunos foros.

Estos resultados son contestados por grupos ecologistas que denuncian que muchas amenazas al lince, en especial la pérdida de hábitats y los atropellos, siguen activas.

Con todo, el éxito de la cría en cautividad y de las poblaciones en libertad permiten adelantar un año el envío de linces a Portugal -que en 2010 se ampliará a Extremadura- y la reintroducción de tres parejas en Guarrizas (Jaén) y otras tres en Guadalmellato (Córdoba), como recomendó el III Congreso Internacional del Lince Ibérico celebrado en Huelva en noviembre de 2008.

Con ello comienza 'la Reconquista' de la Península Ibérica por su más emblemática especie, según el presidente del grupo de felinos de la UICN, el suizo Urs Breitenmoser.

Una 'Reconquista' incierta porque los científicos estiman que en una reintroducción de felinos se producen un 50% de bajas.