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Modelo reglamentarista. ¿La solución contra la violencia y el tráfico de mujeres?

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  • Austria pertenece al grupo de países que se encuadran dentro del modelo reglamentarista, al menos a nivel nacional. La prostitución (independientemente de si se ejerce en la calle o en lugares cerrados), está regulada y las prostitutas tienen la obligación de registrarse. No obstante, las políticas y leyes concernientes a este tema difieren en cada una de las 9 regiones en las que se divide el país. Estas normas son distintas, incluso, en función de la ciudad. El Código Penal austriaco prohíbe asimismo el proxenetismo y los anuncios publicitarios relacionados con el comercio sexual.
  • En Alemania la prostitución está regulada a nivel nacional desde 2002 y es legal, siempre y cuando se ejerza de acuerdo a las normas establecidas por el Estado. Como en la mayoría de los casos, el proxenetismo está perseguido por ley y penado con cárcel. Este país considera trabajadoras corrientes a las prostitutas, que tienen acceso a subsidios y pensiones de la seguridad social y a seguros médicos y de desempleo. Sin embargo, en la práctica,  la regulación compete a los Länder (regiones) y algunos no reconocen en la prostitución un trabajo más y por tanto no regulan a las prostitutas que trabajan en ellos.
  • El caso de Grecia es uno de los más particulares ya que, aunque se enmarca dentro del modelo reglamentarista, tiene matices de prohibicionismo y nuevo abolicionismo. De este modo, la prostitución callejera es delito, así como la que se ejerce en lugares cerrados como burdeles, clubs o escaparates.  La única forma legal y regulada de prostitución es aquella que se desarrolla en apartamentos privados. Las prostitutas en Grecia necesitan un 'certificado profesional' y sólo las mujeres que no estén casadas y tengan un permiso de residencia pueden obtenerlo. Además, para poder ejercer, tienen que hacerse con un 'Permiso de residencia en barrios específicos para el ejercicio de la prostitución'. Los apartamentos no podrán estar situados cerca de colegios, iglesias, guarderías, bibliotecas o lugares públicos de este tipo y existe un límite de tres prostitutas por apartamento. Según el modelo griego, aprovecharse de los ingresos de la prostitución de otra persona o inducir a alguien a dedicarse a ella está considerado como delito.
  • Desde el año 2000, Hungría forma parte del grupo de países que deciden regular la prostitución. No obstante, hay algunas zonas en las que el comercio sexual está estrictamente prohibido.  El ministerio de Sanidad húngaro se encarga de los chequeos médicos obligatorios de las prostitutas, que sólo pueden ejercer con un certificado médico que garantice su buen estado de salud. Beneficiarse del dinero de las meretrices, coaccionarlas o facilitar una vivienda para el ejercicio de la prostitución, es considerado delito también en Hungría.
  • Letonia regula la prostitución centrándose especialmente en el aspecto sanitario. Todas las prostitutas que quieran ejercer en este país, necesitan pasar exámenes médicos mensuales para conseguir una 'tarjeta sanitaria'.  Esta tarjeta podrá ser solicitada en cualquier momento tanto por los clientes como por las autoridades. Las meretrices en Letonia tienen prohibido ofrecer servicios sexuales o aceptar comisiones por los mismos fuera de los espacios establecidos por el Gobierno. La ley prohíbe el proxenetismo, así como dedicarse a la prostitución si se es menor o si no se tiene la tarjeta sanitaria.
  • Uno de los modelos más conocidos y polémicos de la Unión Europea es el de Holanda, donde el mercado del sexo forma ya parte de la sociedad, que lo ha incluido en su cotidianeidad. Este país regularizó la prostitución en el año 2000, aunque muchos municipios ya habían adoptado un perfil reglamentarista varios años antes.  La prostitución está permitida en "burdeles aprobados, en zonas determinadas, en escaparates y en otros lugares en los que no se perturbe la ley ni el orden", dice la ley. El comercio sexual, por tanto, está permitido con ciertos límites, a los que se añade la necesidad de controlar la salud de las meretrices para mantener la su seguridad y la de los clientes. En el caso holandés, las prostitutas son consideradas trabajadoras con los mismos derechos y deberes que cualquiera. Aunque existe ningún registro de meretrices, todas ellas están obligadas a llevar encima un documento de identificación que se les podría solicitar en cualquier momento. A pesar de la normalidad con la que se vive la prostitución en Holanda, el proxenetismo ejercido con violencia o coacción está prohibido por ley.
  • El modelo de Reino Unido está encuadrado en el reglamentarismo, aunque se sitúa cerca del nuevo abolicionismo. La prostitución está permitida siempre y cuando se ejerza dentro de los límites establecidos por el Estado. No obstante, (y aquí es donde entra el matiz de nuevo abolicionismo), gestionar o mantener un burdel está prohibido por ley, aunque el castigo recaerá sólo sobre el dueño y no sobre las mujeres que trabajen en el local. Las prostitutas británicas no están registradas ni se les obliga a realizarse exámenes médicos periódicos, ni siquiera si están bajo sospecha de padecer una enfermedad contagiosa. Existen condiciones específicas para el ejercicio de la prostitución callejera. En general, buscar o llamar la atención de clientes por la calle es ilegal. Sin embargo, en la práctica, hay algunas 'zonas tolerantes' donde se hace la vista gorda. Las meretrices pueden trabajar en sus propios apartamentos pero, desde el momento en el que en éste trabajen dos o más mujeres, el apartamento será considerado burdel a los ojos de la ley.